Tamiko Hasegawa, presidenta del Primer Congreso de Gestión Social y Sostenibilidad (GESS), detalla los objetivos, desafíos y legado que busca dejar este espacio inédito que reunirá a actores del sector público, privado, académico y social en agosto de 2026.

Por Denisse Torrico

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El Primer Congreso de Gestión Social y Sostenibilidad (GESS) fue anunciado oficialmente durante Perumin 37. ¿Cómo nace la idea de este espacio especializado y qué busca lograr?

Efectivamente. Este congreso nace desde el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y busca convocar a todos los actores que tienen un rol en el territorio. La idea es establecer una alianza multisectorial que haga de la gestión social una verdadera herramienta de desarrollo para el país.

El Encuentro Internacional de Gestión Social y Sostenibilidad (GESS) será un espacio inédito, diseñado para los profesionales que gestionan territorio y relaciones comunitarias, quienes hasta ahora no contaban con un punto de encuentro propio. Además, el Perú tiene mucho que aportar en innovación social, pero también mucho que aprender del ámbito internacional.

El lema del GESS es “Confianza que une, gestión que transforma”. ¿Qué representa esta frase?

Este lema resume el espíritu del evento. “Confianza que une” porque el GESS busca ser un espacio multiactor, donde participen diversos sectores con un enfoque común: el bienestar del territorio y de las personas.

Y “gestión que transforma” porque no queremos repetir fórmulas, sino intercambiar aprendizajes y experiencias escalables que contribuyan a mejorar la gestión tanto pública como privada. Buscamos cocrear y orientar instituciones hacia metas compartidas de bienestar social.

¿Qué diferencia a este congreso de otros espacios de diálogo sobre sostenibilidad y gestión social?

La gran diferencia es que el GESS no se limita al intercambio de aprendizajes, sino que busca dejar un legado tangible. El objetivo es que, al igual que Perumin, este evento se realice cada dos años, generando continuidad y permitiendo medir avances en la gestión social del país. Queremos construir una hoja de ruta compartida, que marque compromisos concretos y se traduzca en acciones.

El comité organizador está conformado por representantes de distintos sectores. ¿Cómo se articulan esas visiones diversas en torno a una agenda común?

La sociedad es nuestro cliente común, y su bienestar es el objetivo que compartimos.
Ha sido muy satisfactorio ver cómo distintas instituciones se han sumado al comité organizador, que incluye al IFC (Banco Mundial), Celepsa, ESAN, PUCP, Care Perú, Credicorp, así como empresas mineras como Anglo American, Cerro Verde, Las Bambas y Teck. También contamos con la participación del Ministerio de Energía y Minas, a través del área que lidera sostenibilidad y articulación multisectorial. Esa diversidad refleja el espíritu multiactor y colaborativo que buscamos fortalecer.

El GESS nace impulsado por el IIMP, en un contexto minero. ¿Qué rol cumple la minería en este espacio?

El GESS convoca a todos los sectores, precisamente porque la gestión del territorio y el desarrollo local trascienden la minería. Lo que buscamos es aprovechar esa experiencia acumulada para inspirar alianzas multisectoriales que amplíen la agenda de desarrollo.

Sin duda, el sector minero tiene una trayectoria y experiencia valiosa en gestión social e innovación, producto de su historia en el país. Somos conscientes de que la minería tiene también una oportunidad de aprender de las experiencias de otros ámbitos y sectores. Hoy se llevan a cabo múltiples proyectos en gestión social desde rubros como construcción, energía, alimentos, salud, finanzas, retail, agro, entre otros. Esta es una oportunidad para ver más allá de nuestra industria, analizar desafíos comunes, tener una visión más amplia de las problemáticas sociales y, lo que anhelamos, establecer objetivos por los cuales podamos trabajar de manera conjunta. El GESS 2026 es una oportunidad para visibilizar y fomentar alianzas multisectoriales para el bienestar de los territorios y las personas. Tenemos un entorno común y debemos avanzar de manera estructurada y en conjunto.

Desde su experiencia, ¿Cuáles son los principales desafíos de la gestión social en el Perú hoy

El gran desafío es generar confianza, algo que no se logra fácilmente. Debemos aprender a balancear las agendas pública, privada y territorial, reconociendo lo que ha funcionado y lo que no.

El congreso busca justamente eso: intercambiar experiencias concretas, buenas prácticas que puedan implementarse directamente en los planes de gestión de las empresas e instituciones. Queremos que los aprendizajes sean aterrizados y replicables.

¿Qué legado esperan dejar con esta primera edición del GESS?

Queremos dejar un repositorio vivo y dinámico que visibilice experiencias y buenas prácticas en gestión social, y también realizar un seguimiento a los acuerdos o pactos que surjan del evento. Nuestra aspiración es codiseñar una hoja de ruta multiactor para mejorar la gestión social en el país, con compromisos claros y medibles. Este será un legado que marque el rumbo hacia las siguientes ediciones del GESS.

Finalmente, ¿Qué mensaje desea compartir con los actores interesados en participar del congreso?

Queremos invitar a todos los sectores a ser parte de este encuentro. El éxito del GESS dependerá del compromiso activo de quienes tienen un rol clave en los territorios. El congreso no será solo un evento en agosto de 2026, sino un proceso continuo de preparación, diálogo y seguimiento.

Con el apoyo del equipo de comunicaciones y bajo la iniciativa “Rumbo al GESS”, iremos generando espacios previos para compartir historias, aprendizajes y preparar juntos este gran encuentro de gestión social y sostenibilidad.

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