América Latina destaca por albergar una de las mayores reservas subterráneas de agua de la Tierra. Pese a la abundancia de este recurso en los océanos, solo una pequeña fracción es potable para los seres humanos y los ecosistemas terrestres. Además, solo cuatro naciones cuentan con un acuífero crucial para la supervivencia humana, la agricultura y la industria de la región, según el estudio, publicado en Geophysical Research Letters.
De acuerdo con el estudio hay información sobre una importante fuente de agua dulce. Según los hallazgos, las mayores reservas de agua dulce, después de los océanos están bajo tierra y no en los casquetes polares ni en los glaciares. Dentro de estas reservas subterráneas, se ha identificado una en Sudamérica como una de las más extensas y vitales del planeta.
¿Cuál es la mayor reserva de agua en América Latina?
El Acuífero Guaraní se ubica como la mayor reserva de agua en América Latina, especialmente en Sudamérica. Con una superficie aproximada de 1.194.000 kilómetros cuadrados y una profundidad que varía desde decenas de metros hasta más de 1.500 metros, este acuífero alberga cerca de 30.000 kilómetros cúbicos de agua. Se le considera la tercera mayor reserva de agua dulce del planeta, solo superada por los glaciares y el Acuífero de Ogallala en Norteamérica.
La importancia este acuífero trasciende en su tamaño. Su alta calidad de agua, caracterizada por baja salinidad y escasa presencia de contaminantes, lo convierte en una fuente primordial para el abastecimiento humano y la agricultura. La gestión sostenible de este recurso es crucial, sobre todo en una época donde el cambio climático y la sobreexplotación de recursos hídricos son desafíos globales.
¿Qué países de América Latina son beneficiados con esa reserva?
El Acuífero Guaraní beneficia directamente a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, países que comparten su extensión y recursos.
Brasil, el mayor beneficiario, posee la mayor parte del acuífero, lo que le confiere una responsabilidad preeminente en su preservación y uso sostenible. Este país requiere el acuífero para abastecer de agua potable a millones de personas y para el desarrollo de su agricultura e industria.
Argentina, por su parte, se beneficia de esta reserva para el desarrollo agrícola y el suministro de agua en zonas urbanas y rurales.
Paraguay utiliza el agua del acuífero para sostener su crecimiento económico, especialmente en la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica.
Uruguay, pese a que es el más pequeño de los cuatro, también se beneficia significativamente del acuífero para su abastecimiento de agua y actividades agrícolas.
¿Qué caracteriza al Acuífero Guaraní?
El Acuífero Guaraní es una extensa reserva subterránea de agua dulce que cubre aproximadamente 1,2 millones de kilómetros cuadrados y su profundidad varía considerablemente. La recarga del acuífero sucede principalmente a través de la infiltración de agua de lluvia, lo que destaca su importancia en la conservación del ciclo hidrológico.
Geológicamente, está compuesto por areniscas de la era Mesozoica, que tienen una alta permeabilidad y capacidad de almacenamiento de agua. Estas características hacen que el acuífero sea vital no solo para el consumo humano, sino también para la agricultura y la industria en la región. Sin embargo, su gestión enfrenta desafíos significativos, como la sobreexplotación y la contaminación por actividades agrícolas e industriales.
¿Cuáles son los 2 países de Sudamérica que más consumen agua en el mundo?
En términos de consumo de agua per cápita, Colombia y Perú lideran el ranking mundial, de acuerdo con la OCDE. Colombia consume 1.988 metros cúbicos por persona al año, mientras que Perú registra un consumo de 1.682 metros cúbicos. Estas cifras revelan la alta dependencia de estos países del agua para el consumo humano y sus sectores agrícolas e industriales.
La gestión eficiente del agua en estos países es fundamental para enfrentar la creciente demanda y los desafíos asociados al cambio climático. El equilibrio entre la abundancia de recursos hídricos y su gestión sostenible es vital para asegurar el futuro de estas naciones y de toda América Latina.