En los últimos días, gigantes estadounidenses como Meta, Amazon y McDonald’s han decidido desmantelar parte de sus programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), en respuesta a crecientes presiones por parte de grupos conservadores en el país. Estas medidas reflejan un cambio significativo en las prioridades corporativas, marcado por una reevaluación de estas iniciativas en el contexto político y social actual.
Recordemos que la semana pasada, el gigante del entretenimiento The Walt Disney Company anunció que dejará atrás el activismo social y político en medio de fracasos de taquilla y controversias sobre la representación LGBT+ en sus producciones.
Más empresas acatan críticas conservadoras
Meta: un giro estratégico en sus políticas
El viernes, Meta comunicó a sus empleados que ya no será obligatorio entrevistar a candidatos de orígenes subrepresentados ni buscar proveedores diversos. Según un memorando obtenido por Bloomberg News, estas modificaciones incluyen la reasignación de Maxine Williams, directora de diversidad de la empresa, a un nuevo cargo.
Estos ajustes se producen mientras el CEO Mark Zuckerberg busca acercamientos con el presidente electo Donald Trump, tras años de tensiones. Además, Meta ha revisado sus políticas de contenido, permitiendo ahora ciertos discursos polémicos relacionados con los derechos de las personas transgénero, la inmigración y la orientación sexual, siempre que cumplan con las nuevas directrices.
Amazon: consolidación y redirección
Amazon también anunció que reducirá parte de sus programas DEI como parte de una revisión interna. Candi Castleberry, vicepresidenta de Experiencias Inclusivas y Tecnología, explicó en un comunicado que la empresa busca centrarse en iniciativas con resultados comprobados, eliminando programas «obsoletos». Aunque mantendrán grupos de afinidad para empleados, Amazon planea completar la consolidación de sus esfuerzos para finales de 2024.
McDonald’s y el impacto de la Corte Suprema
Por su parte, McDonald’s decidió poner fin a algunos de sus objetivos de diversidad en los niveles de liderazgo y detener programas que incentivaban la capacitación en inclusión dentro de su cadena de proveedores. La empresa citó como fundamento una reciente decisión de la Corte Suprema que prohíbe la acción afirmativa en las admisiones universitarias. Además, pausará las “encuestas externas” relacionadas con sus esfuerzos en diversidad.
Un movimiento que gana terreno
Estas decisiones ocurren en un contexto en el que varias corporaciones estadounidenses, como Walmart, Boeing y Ford, han reducido sus iniciativas DEI. Activistas conservadores, como Robby Starbuck, han impulsado una narrativa contra estos programas, argumentando que representan discriminación inversa.
Se prevé que la administración entrante de Donald Trump adopte una postura más hostil hacia estas políticas, alineándose con una base política que las percibe como injustas hacia ciertos grupos, principalmente trabajadores blancos.
Mientras algunas empresas como Harley-Davidson y Deere & Co. buscan reformular sus grupos de recursos para empleados con un enfoque más comercial, la presión social y política parece estar configurando un replanteamiento generalizado del enfoque corporativo hacia la diversidad. Aunque muchas de estas iniciativas fueron concebidas para fomentar la inclusión, su futuro parece cada vez más incierto bajo el panorama actual en Estados Unidos.