
En un contexto donde la salud mental se ha convertido en un tema prioritario para las organizaciones, un reciente estudio de Mercer Marsh Beneficios revela una paradoja: aunque el 58% de las empresas en Latinoamérica y el Caribe reconoce su importancia estratégica.
El informe, titulado Redefiniendo la Salud Mental 2025, encuestó a 746 organizaciones en países como México, Brasil, Colombia, Perú, República Dominicana, entre otros, y encontró que menos de una de cada diez compañías (9%) realiza mediciones específicas sobre el agotamiento mental.
¿Qué revela el informe de Mercer Marsch Beneficios?
El informe revela que apenas un 12% mide o gestiona de manera eficaz los riesgos psicosociales vinculados al agotamiento laboral. Asimismo, de acuerdo con el perfil de los participantes, el 52% tenía entre 22 y 37 años, mientras que el 48 % se encontraba entre los 38 y 53 años.
Aunque el 45% de las empresas realiza estudios periódicos para medir la salud mental de sus colaboradores, más de la mitad (55%) carece de datos recientes, lo que limita su capacidad de tomar decisiones basadas en información actualizada. Solo el 37% de los encuestados evalúa e implementa acciones a partir de sus hallazgos, lo que revela un amplio margen de mejora en la gestión activa del bienestar emocional en los lugares de trabajo.
Los costos asociados a la falta de atención en salud mental también representan un desafío financiero de gran magnitud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se pierden alrededor de 12 mil millones de días laborales al año por depresión y ansiedad, lo que se traduce en una pérdida de productividad cercana a 1 billón de dólares. Además, un empleado con depresión puede generar costos anuales hasta 4.2 veces superiores a los de un trabajador sin esa condición, incluyendo gastos médicos, farmacéuticos y de discapacidad.
“Aunque la salud mental en el lugar de trabajo en Latinoamérica y el Caribe está en la agenda principal de los negocios, persisten desafíos significativos para gestionar eficazmente la depresión, la ansiedad y el agotamiento. La integración de la salud mental en estrategias empresariales más amplias, la medición efectiva y el uso de tecnologías avanzadas para apoyar a los empleados son clave para cerrar la brecha entre la evaluación y la acción, y para asegurar un ambiente laboral saludable y resiliente que contribuya a la sostenibilidad y productividad organizacional a largo plazo”, afirmó Ariel Almazán, Líder de Consultoría en Salud para Mercer Marsh Beneficios Latinoamérica y El Caribe.
El estudio también revela que el uso de plataformas digitales de apoyo en salud mental es casi universal (95%), pero solo un 5% de las empresas emplea inteligencia artificial para potenciar estos programas. Además, apenas el 54% verifica los perfiles y permisos de los profesionales en dichas plataformas, lo que podría afectar la calidad y seguridad del servicio. En el ámbito del reclutamiento, solo el 23% de las compañías utiliza evaluaciones psicológicas, mientras que un 7% no aplica ninguna herramienta de medición.
Con estos hallazgos, Mercer Marsh Beneficios busca evidenciar la necesidad de que las empresas de la región den un paso más allá en la gestión de la salud mental, pasando de la intención estratégica a la implementación efectiva, apoyada en datos, tecnología y acciones concretas que protejan a los trabajadores y fortalezcan la productividad organizacional.
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