
¿Te imaginas un Perú sin botaderos a cielo abierto, con ciudades limpias y una gestión de residuos moderna y sostenible? Ese futuro podría estar más cerca de lo que crees. El Ministerio del Ambiente (Minam) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) están evaluando una inversión estratégica de 60 millones de dólares para transformar la gestión de residuos sólidos en el país.
El enfoque no es solo limpiar, sino cambiar el modelo: de una cultura de descarte a una economía circular, donde los residuos se conviertan en recursos y se cierre el ciclo de producción y consumo. En palabras del viceministro de Gestión Ambiental, Edgar Romero, “estamos sentando las bases de una nueva forma de vivir y relacionarnos con nuestro entorno”.
¿Qué se busca lograr con esta inversión?
- Mejorar los sistemas de limpieza pública en ciudades priorizadas.
- Eliminar botaderos informales que contaminan suelos, aire y agua.
- Recuperar áreas degradadas por la acumulación de basura.
- Fortalecer a los gobiernos locales con infraestructura y capacitación.
- Promover un cambio cultural hacia la economía circular a nivel nacional.
En total, se han identificado 11 proyectos estratégicos, de los cuales 9 están enfocados en mejorar la limpieza urbana y 2 en la recuperación de espacios afectados por residuos sólidos.
La transformación ya empezó
Este proceso no se queda solo en el papel. Entre marzo y abril se han realizado inspecciones técnicas en ciudades como Chiclayo y se han sostenido reuniones clave entre el Minam, el BID y el Ministerio de Economía y Finanzas. El análisis técnico, ambiental, social y financiero de los proyectos ya está en marcha, cumpliendo con los estándares internacionales más rigurosos.
¿Por qué importa esto?
Porque los residuos mal gestionados afectan directamente la salud de las personas, contaminan el ambiente y perpetúan la desigualdad. Esta nueva inversión no es solo infraestructura: es calidad de vida, dignidad urbana y sostenibilidad a largo plazo.
Con este impulso, el Perú avanza con fuerza hacia un modelo circular donde reducir, reutilizar y reciclar ya no sean opciones, sino hábitos integrados en la vida diaria.
El futuro es circular. El momento de invertir en él es ahora.