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5 puntos a tener en cuenta en torno a los diálogos en el sector minero
Durante las últimas décadas, los países de América Latina han incrementado su participación en la producción mundial de minerales, la misma que ha despertado resistencia social en la población local, debido a que afecta las inversiones y por ende las bolsas de valores más importantes del mundo, la conflictividad que viene enfrentando la actividad minera se ha convertido en un tema crítico a gestionar[1].
En este contexto, el diálogo es un proceso comunicacional en el que las partes en conflicto informan, debaten, crean opciones y negocian con la finalidad de llegar a acuerdos de manera colaborativa. El diálogo es clave para llegar al fondo de los problemas y producir soluciones de amplio consenso[2]. Ayuda a evitar la violencia, que tantas desgracias ha traído en la historia. Aquí, 5 puntos a considerar:
1.- Generar confianza: Si escaseara la voluntad de dialogar conviene, antes de empezar, crear confianza en los actores, aclarando malentendidos y prejuicios, identificando aspectos en común y despertando la conciencia de que los problemas son de todos y que solo juntos se podrán resolver.
2.- Incluir: Ningún actor primario en el conflicto debe quedar excluido del diálogo. No hay que olvidar, además, la perspectiva intercultural. Quizá se necesiten intérpretes; tal vez haya que adaptar los procedimientos al contexto cultural o buscar equivalencias en los conceptos.
3.- Contar con un facilitador: Es conveniente recurrir a un facilitador o mediador que convoque a las partes, explique el funcionamiento de un proceso de diálogo, que no es un juicio ni una asamblea comunal; que establezca reglas de respeto mutuo y de uso de la palabra, estimule la búsqueda de soluciones y que cuide que las actas sean bien elaboradas porque en ellas debe quedar resumida la voluntad de las partes.
4.- Acuerdo establecido: ¡Mucho ojo! Cada participante debe leer bien los acuerdos antes de firmar el acta. No pueden dejar de tener plazos y responsables de su cumplimiento. Un acuerdo que no se cumple es un conflicto que retorna.
5.- Evaluar: Al final del proceso de diálogo es muy necesario hacer una evaluación para identificar errores y aciertos que ayuden a legitimar este mecanismo.
Si aspiramos a una vida civilizada es mejor respirar hondo y tomar el camino del diálogo.
[1] Conviviendo con la minería http://cooperaccion.org.pe/wp-content/uploads/2016/09/Conviviendo-con-la-mineria.pdf
[2] Blog de la Defensoría del Pueblo https://www.defensoria.gob.pe/blog/cinco-pasos-para-el-dialogo-ante-un-conflicto-social/