Por Stakeholders
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Al menos 3 de cada 5 mujeres experimentan emociones negativas como tristeza, pena, vergüenza o desagrado cuando se ven al espejo, lo que perpetúa un ciclo de baja autoestima y pérdida de valor personal. Así lo reveló un estudio titulado “La autopercepción femenina peruana más allá del espejo”.
Esta tendencia se repite. El informe también señala que 1 de cada 2 mujeres se frustra cuando se ve al espejo porque siente que lo que ve no es suficiente, según el Netquest Panel de autopercepción en mujeres 2024. Los resultados evidencian una crisis silenciosa que afecta de manera profunda la percepción que tienen las mujeres peruanas de sí mismas.
El Bus Express realizado por la encuestadora Ipsos a nivel nacional urbano con una muestra representativa de mujeres mayores de 18 años, busca generar conciencia sobre la importancia de la autoaceptación y el empoderamiento femenino. Además, resalta la manera en que las emociones negativas derivadas de la autoimagen impactan el bienestar y la capacidad de las mujeres para desarrollarse plenamente, tanto a nivel personal como profesional.
«Este estudio nos muestra una realidad preocupante: muchas jóvenes sienten que no cumplen con los estándares que la sociedad les impone. Esta falta de autoaceptación no solo afecta su bienestar emocional, sino también su capacidad para enfrentarse a desafíos de la vida diaria y desarrollarse plenamente en el ámbito personal como profesional,» comentó Andrea Salazar, Directora Market Strategy & Understanding en Ipsos Perú.
Vulnerabilidad actual
La investigación también revela que en promedio más del 50% de las jóvenes de los sectores más vulnerables (NSE E y D) considera que su valor como persona está ligado a su apariencia física, un problema agravado por las desigualdades socioeconómicas y un entorno machista.
Por su parte, la psicóloga Lizbeth Cueva señaló que: «El constante bombardeo de imágenes idealizadas en redes sociales ha exacerbado esta crisis. Muchas jóvenes no solo se ven comparadas con estándares inalcanzables, sino que también sienten una presión constante por encajar y ser aceptadas, lo que impacta gravemente su autoestima.»
Las redes sociales juegan un papel clave en este panorama. Casi el 20% de las mujeres encuestadas afirmó que estas plataformas les generan inseguridad al impulsar la búsqueda de una apariencia idealizada. En el norte y sur del país, alrededor de un tercio de las mujeres admiten que se comparan con los estándares de belleza impuestos por las redes sociales, reforzando su inseguridad y aumentando la presión por alcanzar una imagen perfecta.
