
Cajamarca se consolida como un foco estratégico de la inversión minera sostenible en el Perú. El Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) otorgó certificación ambiental a cinco proyectos de gran escala ubicados en esta región, cuya inversión conjunta alcanza los 10.300 millones de dólares.
Las iniciativas aprobadas comprenden modificaciones detalladas de estudios de impacto ambiental (MEIA-d) correspondientes a tres unidades mineras activas: Yanacocha, Tantahuatay y Cerro Corona, operadas por Newmont Corporation, Compañía de Minas Buenaventura y Gold Fields, respectivamente.
Este nuevo paquete de certificaciones refuerza el rol de Senace como una entidad clave en el proceso de evaluación de grandes proyectos, no solo por su rigurosidad técnica, sino también por su enfoque en el desarrollo sostenible, la transparencia y la articulación con los territorios.
Proyectos mineros: expectativas de largo plazo
La unidad minera Yanacocha, considerada la mina de oro más grande de Sudamérica, recibió la aprobación para su primera y segunda MEIA-d. El primer componente contempla una inversión de US$2.100 millones y el segundo, de US$7.211 millones. Ambas modificaciones responden a la estrategia de expansión y modernización que Newmont viene impulsando en esta operación, con miras a extender su vida útil y transitar hacia un modelo de minería más sostenible.
Por su parte, la tercera MEIA-d de Tantahuatay –operada por Compañía de Minas Buenaventura– fue también aprobada, con una inversión proyectada de US$689 millones. Esta unidad, que extrae oro y cobre, es una de las principales operaciones auríferas de capitales peruanos y ha ganado relevancia en el escenario nacional por su vinculación con comunidades locales y su apuesta por ampliar capacidad operativa bajo estándares ambientales más estrictos.
En tanto, la mina Cerro Corona –propiedad de la sudafricana Gold Fields y especializada en la producción de oro y cobre– obtuvo la aprobación de dos nuevas modificaciones (octava y novena MEIA-d), por US$200 millones y US$30 millones, respectivamente. Estos proyectos forman parte de un paquete de sostenimiento productivo y modernización tecnológica que busca optimizar procesos y reducir impactos ambientales en la zona de influencia.
Participación ciudadana, prevención de conflictos y articulación regional
Uno de los aspectos más destacados de este proceso es la incorporación de mecanismos efectivos de participación ciudadana. En total, Senace desarrolló más de 25 talleres y audiencias públicas en Cajamarca, logrando la participación de más de 1.500 personas entre pobladores, autoridades locales, representantes comunales y actores de la sociedad civil.
A través de estos espacios se recogieron aportes, dudas y observaciones que fueron consideradas durante la evaluación de cada MEIA-d. Esto contribuye no solo a la transparencia del proceso, sino también a generar mayores niveles de aceptación social de los proyectos y disminuir los riesgos de conflictividad socioambiental.
Además, Senace ha venido implementando estrategias de prevención de conflictos y programas de articulación regional en la zona, los cuales permitieron capacitar a más de 650 funcionarios de gobiernos regionales, locales y representantes de comunidades en temas vinculados a gestión ambiental, normativa vigente y mecanismos de fiscalización.
Estas acciones se enmarcan dentro de la política institucional del Senace de fortalecer las capacidades regionales y promover un diálogo técnico que ayude a reducir brechas de información y desconfianza entre los distintos actores del territorio.
Certificaciones adicionales y dinamismo multisectorial
Junto con las cinco certificaciones ambientales mineras, Senace informó la aprobación de 67 Informes Técnicos Sustentatorios (ITS) en los sectores minería, electricidad y transportes, además de 9 Evaluaciones Preliminares (EVAP) en proyectos vinculados a agricultura, energía y vías de comunicación.
Estas cifras revelan el dinamismo sostenido en el flujo de inversiones en sectores clave para la reactivación económica nacional, y confirman la importancia de Cajamarca como un polo relevante de desarrollo multisectorial.