El ecoturismo, la artesanía y el desarrollo productivo de frutos de la zona permiten a los productores y emprendedores acceder a mercados más grandes y exigentes. Conoce esta iniciativa en el paraje más biodiverso del mundo.
En la Reserva de Biósfera del Manu, uno de los parajes que alberga la mayor biodiversidad del planeta, se desarrolla desde hace meses un proyecto de negocio sustentable que beneficia a los más de 50 mil habitantes de las comunidades aledañas.
Se trata de una gestión impulsada por el Parque Nacional del Manu, el Comité de la Reserva de Biósfera y diversos socios, quienes promueven el ecoturismo, el trabajo de las artesanas y el desarrollo productivo de frutos de la zona (aguaymanto, café, miel y banano) para contribuir al desarrollo económico de los vecinos.
De esa manera, ellos “tienen la posibilidad de incrementar sus ingresos y mejorar su calidad de vida, ya que los productos y servicios que ofrecen contribuyen a un manejo sostenible del lugar”, ha señalado John Flores, jefe del Parque Nacional, quien lidera trabajos de capacitación, tecnificación y apoyo en la creación y formalización de asociaciones productivas, como la Asociación de Productores de Aguaymanto y la Asociación de Artesanas.
“El trabajo que venimos realizando busca certificar a los productores y emprendedores del lugar con el licenciamiento de la marca de la Reserva de Biósfera del Manu, para que puedan llegar a más mercados nacionales e internacionales, al ser productos y servicios que cumplen con buenas prácticas de sostenibilidad”, continuó.
Al ser productos originarios de una de las reservas de biósfera más grandes del país, tienen un sello de calidad que garantiza que son frutos que no contienen agroquímicos tóxicos y, sobre todo, que contribuyen a la conservación de la biodiversidad. Por otro lado, los frutos del Manu tienen un excelente potencial de llegar a grandes mercados, pues son productos ecológicos muy apreciados por los consumidores.
Sin embargo, para que este modelo de gestión funcione es necesaria la participación de las autoridades, empresas privadas y cooperación internacional. El proceso inicial ha sido impulsado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la Sociedad Zoológica de Fráncfort (FZS Perú) y Conservación Amazónica.
Sin embargo, Flores considera necesario que también se sigan involucrando en el proceso las municipalidades locales, incluyendo este modelo de gestión en sus planes de desarrollo.