
La industria de la moda está en un punto de inflexión en el que la sostenibilidad ya no es una opción, sino una obligación. En este escenario, Donatella Versace ha sido una de las figuras clave en la transformación de la moda de lujo, llevando a Versace a convertirse en una marca con un enfoque más responsable con el medioambiente. Sin embargo, con su anunciado retiro, la pregunta es inevitable: ¿continuará la firma con la misma visión ecológica o tomará un rumbo distinto bajo una nueva dirección creativa?
Durante más de dos décadas, Donatella ha sabido equilibrar la identidad audaz y opulenta de Versace con un compromiso creciente por la sostenibilidad. Su liderazgo ha permitido que la firma avance en la eliminación de materiales de origen animal, en la reducción de su huella de carbono y en la adopción de estándares más responsables en su cadena de producción. Este informe analiza los logros de Versace en materia de sostenibilidad, su impacto en la industria y los desafíos que enfrenta sin Donatella al frente.
De la opulencia al compromiso ecológico: el cambio de Versace
Versace ha sido históricamente sinónimo de excesos: estampados exuberantes, tejidos lujosos y un enfoque maximalista que convirtió a la marca en un ícono de los años 90. Sin embargo, en la última década, la empresa ha demostrado que el lujo no está reñido con la sostenibilidad.
Uno de los cambios más significativos bajo el liderazgo de Donatella fue la eliminación del uso de pieles animales en 2018. Durante años, los abrigos de visón y las pieles exóticas formaron parte del ADN de la casa italiana, pero la creciente presión de los consumidores y organizaciones defensoras de los derechos de los animales llevó a un cambio radical. “No quiero matar animales para hacer moda”, afirmó Donatella en su momento, sumándose a otras firmas de lujo como Gucci y Prada, que también abandonaron el uso de pieles.
Pero el compromiso con la sostenibilidad en Versace no se ha limitado a este cambio. En 2020, la marca lanzó “Versace Upcycle”, una colección cápsula confeccionada con retales de producción que, en lugar de ser desechados, fueron reutilizados para crear nuevas prendas. Esta iniciativa marcó un paso importante en la reducción del desperdicio textil, uno de los problemas más graves de la industria de la moda.
Además, Versace se ha fijado como objetivo que, para 2025, todas sus operaciones funcionen con energías renovables. Actualmente, la empresa trabaja en reducir su huella de carbono mediante la optimización de procesos de producción y la adopción de materiales reciclados y biodegradables.
Infraestructura y cadena de suministro: Versace apuesta por una moda más limpia
Más allá de las colecciones, Versace también ha incorporado la sostenibilidad en su infraestructura y su cadena de suministro. La sede central de la firma en Milán y su boutique en Londres cuentan con la certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), un estándar que garantiza que los edificios cumplen con altos niveles de eficiencia energética y reducción de residuos.
Asimismo, la marca ha colaborado con la Camera Nazionale della Moda Italiana para establecer nuevas normas en la industria, enfocadas en la eliminación de sustancias químicas nocivas en la producción textil y en la implementación de procesos más responsables con el medioambiente.
El impacto de Donatella Versace en la sostenibilidad del lujo
El trabajo de Donatella Versace en materia de sostenibilidad ha sido reconocido a nivel global. En 2018, recibió el premio CNMI a la sostenibilidad en los Green Carpet Fashion Awards, un evento que celebra los avances de la moda en temas ambientales y sociales. Además, ha sido una de las principales impulsoras de la conversación sobre la responsabilidad ecológica en la industria del lujo, destacando que “la sostenibilidad y la autenticidad jugarán un papel más importante en el futuro de la moda”.
Pero su impacto no solo se ha reflejado en el medioambiente. A lo largo de los años, Donatella ha demostrado un fuerte compromiso con la responsabilidad social. Desde colaboraciones benéficas hasta donaciones para causas humanitarias, ha utilizado su posición para apoyar diversas iniciativas:
• Desfiles de moda sostenibles: En la Gala Met, Versace diseñó un vestido elaborado de forma completamente sostenible, con materiales reciclados y un proceso de producción responsable.
• Boutiques ecológicas: La boutique de Versace en Londres es la primera en Sloane Street en contar con certificación LEED.
• Colaboraciones benéficas: En 2009, Donatella diseñó una bolsa de compras en colaboración con el Museo de Arte Americano y la Fundación Starlight, cuyos fondos fueron destinados a ayudar a niños afectados por el terremoto de China en 2008.
• Apoyo a la educación: En 2010, Versace donó £20,000 al Central Saint Martins de Londres para la adquisición de nuevos equipos para la institución.
• Respuesta a la pandemia: Durante la crisis sanitaria de COVID-19, Donatella y su hija Allegra donaron £200,000 al Hospital San Raffaele de Milán para apoyar la unidad de cuidados intensivos.
El futuro de Versace sin Donatella: ¿continuidad o cambio de rumbo?
Con la inminente salida de Donatella Versace, la gran incógnita es si la firma continuará con la misma visión sostenible o si tomará un camino distinto bajo una nueva dirección creativa. En los últimos años, hemos visto cómo otras marcas de lujo han reforzado su compromiso con el medioambiente, con Gucci y Prada apostando por materiales alternativos y Chanel invirtiendo en biotecnología textil.
El próximo líder de Versace deberá decidir si mantiene esta línea o si opta por una estrategia diferente. Sin embargo, en un mercado donde las nuevas generaciones de consumidores exigen transparencia y responsabilidad ecológica, abandonar este camino podría representar un riesgo.
El legado de Donatella y el reto de Versace
Donatella Versace deja una marca transformada. Bajo su liderazgo, Versace ha evolucionado de ser un símbolo de lujo sin límites a convertirse en una firma que equilibra opulencia y sostenibilidad. Su trabajo ha demostrado que la alta costura puede adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su identidad, y que el lujo responsable es más que una tendencia pasajera.
El desafío ahora recae en la nueva dirección de la marca. ¿Continuará Versace con la visión sostenible de Donatella o se alejará de este camino? La respuesta definirá el futuro de una de las casas de moda más icónicas del mundo y su papel en la transformación ecológica de la industria del lujo.
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