Por Stakeholders

Lectura de:

Sandra Carrillo
Gerente General de Pacific Corporate Sustainability (PCS)

La pandemia ha generado graves efectos en la sociedad que replantean nuestra perspectiva sobre el desarrollo sostenible y el rol de las empresas. Frente a esta realidad, urge definir estrategias de recuperación sostenible que permitan dinamizar la economía, a la vez que se puedan abordar estas problemáticas, y se tenga en cuenta que los efectos del cambio climático pueden ser aún peores a la situación actual.

De hecho, se han evidenciado dos tendencias relevantes: 1) los inversionistas están mucho más sensibilizados e interesados en apostar por activos que cumplan con ciertos parámetros; y 2) las empresas de la región están aprovechando instrumentos de finanzas sostenibles, como los bonos y préstamos temáticos como estrategia de reactivación.

Los bonos temáticos son instrumentos de deuda que se diferencian en el mercado de valores porque deben demostrar que están generando un impacto positivo y que seguirán ciertos parámetros vinculados a la transparencia y trazabilidad de los recursos.

Si hablamos de bonos verdes, los fondos deben ser destinados a proyectos/ operaciones con alto impacto ambiental positivo en sectores elegibles. Por su parte, los bonos sociales apuntan directamente a abordar o mitigar un problema social específico y / o buscan lograr resultados socioeconómicos positivos, para una o varias poblaciones objetivo. Los bonos sostenibles financian una combinación de entre proyectos verdes con sociales, donde un proyecto social puede traer co-beneficios ambientales o viceversa. Finalmente, los bonos ODS que financian operaciones vinculadas a uno o más Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Para demostrar el impacto de las operaciones detrás de los bonos temáticos, deben darse dos condiciones. En primer lugar, el emisor debe elaborar un documento marco en donde se demuestre el impacto positivo de la operación, así como esclarecer los mecanismos en cómo se toman las decisiones sobre los proyectos elegibles para estos instrumentos, la forma en cómo se administrarán los fondos y el proceso de reporte periódico que se desollará para rendir cuentas. En segundo lugar, debe involucrar a un verificador independiente acreditado que realice una evaluación exhaustiva sobre el alineamiento entre la emisión y los Principios de Bonos Verdes / Sociales / Sostenibles, los Estándares del Climate Bonds Initiative (CBI) o del SDG Impact, según aplique.

Mientras el volumen de emisiones de bonos verdes mantiene un incremento sostenido en los últimos 5 años, las emisiones de bonos sociales y sostenibles han tenido un incremento extraordinario durante 2020, demostrando así que se están utilizando como mecanismos de reactivación sostenible de la economía.

En América Latina han destacado emisiones como el bono social de La Hipotecaria por US$14,301 millones (junio 2020), cuyos fondos serán destinados a otorgar créditos para el financiamiento de compra de vivienda de interés social en Colombia; y el bono soberano ODS histórico de US$ 890 millones de dólares emitido por México (setiembre 2020).

Desde Pacific Corporate Sustainability (PCS), como verificador autorizado por el CBI, hemos tenido el privilegio de acompañar emisiones de bonos verdes y sostenibles pioneras en la región en los últimos seis meses, logrando los más altos estándares de certificación, como, por ejemplo, la emisión de US$ 15 millones por Panasolar (agosto 2020), que se convierte en la primera emisión certificada por el CBI en Panamá. Confiamos en que estos instrumentos impulsarán operaciones amigables con el medio ambiente, que a su vez pueden dinamizar el empleo que tanto se necesita en América Latina.







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