Carlos Zapata Dávila
Senior Staff – ESG / Catedrático de Sostenibilidad en la Universidad de San Francisco y la Universidad de California San Diego
Durante los últimos años, hemos presenciado un crecimiento exponencial en los depósitos en carteras de inversiones enfocadas en el análisis e incorporación de criterios ASG (Ambientales, Sociales y Gobernanza) en todo el proceso y gestión de estas carteras. Pero, ¿qué son los criterios ASG y por qué son importantes?
Como sus siglas lo indican, los criterios ASG son 3 pilares -Ambiental, Social y de Gobernanza-, los cuales a su vez incluyen criterios bajo cada uno de los pilares ASG. Así tenemos, entonces, criterios como el cambio climático, emisiones de carbono, desechos electrónicos, biodiversidad, entre otros, bajo el pilar A. Algunos de los criterios en el pilar S, incluyen al capital humano, salud y seguridad, cadena de abastecimiento, oportunidades sociales. Y en el pilar G tenemos, ética corporativa, contabilidad, transparencia tributaria, composición de la junta directiva, entre otros.
Cada uno de estos pilares y criterios, de no ser adecuadamente integrados en las operaciones de cada empresa, podrían representar un riesgo económico o de reputación -el que a su vez derivaría directamente en un riesgo financiero- para las empresas, y por ende, para los inversionistas.
Independientemente de la performance bursátil ligada a los estados financieros de cada compañía, la performance ligada a los criterios ASG puede representar pérdidas u oportunidades de rentabilidad importantes para toda compañía. Las compañías que decidan no adoptar programas ASG en sus operaciones, se ven expuestas a serios riesgos ambientales, sociales y de gobernanza. Y por consecuencia, estos potenciales riesgos podrían representar a su vez, serios golpes financieros para las empresas, que se reflejarían directamente en su rentabilidad bursátil y estados financieros.
Un escándalo de proporciones en el Wells Fargo Bank de los Estados Unidos, terminó golpeando seriamente la reputación de la empresa, cuando se descubrió que sus empleados bancarios establecieron miles de cuentas corrientes, ahorros, y tarjetas de crédito sin autorización de sus clientes, obedeciendo únicamente al temor y la presión establecida en el banco por aumentar el número de cuentas sin interesarles la forma como se establecían las mismas.
En septiembre del 2016, el banco fue multado con US $185 millones y sus acciones llegaron a sufrir 23% de pérdida. La compañía de ratings de crédito, Equifax, sufrió un revés del 36% en sus acciones el año 2017 al descubrirse serias fallas en sus sistemas de protección de la identidad de sus usuarios. A su vez, las acciones de Facebook sufrieron una caída del 40% y la compañía fue expulsada del prestigioso S&P ESG Index en el 2018 por violaciones en su programa de resguardo de la privacidad de sus usuarios.
Inversionistas cuentan hoy con muchas herramientas de análisis para poder filtrar en sus carteras de inversión a las compañías del mercado mejor posicionadas para capear los inevitables temporales, o aprovechar las tendencias del mercado y consumidor que favorecerán a las empresas que mejor incorporen los criterios ASG.
Para ilustrar el crecimiento explosivo de carteras de inversión ASG, el año 2016 acumuló US $22.8 trillones en todo el mundo, en el 2018 saltó a US $30.6 trillones, en el 2020 hubo otro salto a US $37.8 trillones y se proyecta un crecimiento a US $53 trillones para fines del 2025. Esta tendencia es realmente significativa, ya que ilustra la trayectoria en la que nos encontramos.
Muchos estudios recientes han demostrado que las empresas de baja calificación ASG experimentan más volatilidad y riesgo bursátil que sus pares con calificación ASG más alta. A su vez, los índices de inversiones ASG siguen aumentando y solamente las empresas de más altas calificaciones ASG son incluidas.