Parte del problema es que no tenemos suficiente información ni transparencia para saber qué tan bien librado está [Repsol], dice la exministra del Ambiente.

Por Stakeholders

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El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) impuso una multa en primera instancia por 1087.933 UIT, equivalente a S/ 5′004,491.8, a Refinería La Pampilla S.A.A. de Repsol, tras incumplir con la identificación de las zonas afectadas por el derrame de crudo ocurrido el pasado 15 de enero.

Según el organismo adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), tras el vertido iniciaron los trabajos de supervisión y se “ordenó de manera inmediata” que la compañía proceda con la identificación de las zonas afectadas. Sin embargo, según la entidad, Repsol no acreditó el cumplimiento de la medida. 

Por ello determinó “la responsabilidad administrativa” de la empresa y decidió imponer la referida multa en el marco de los procedimientos administrativos sancionadores iniciados contra Repsol. 

OEFA también señaló que se han iniciado otros cuatro procedimientos administrativos sancionadores por incumplimiento de la medida administrativa de limpieza de la bahía de las Áreas Naturales Protegidas y en otras áreas marinas, limpieza del hidrocarburo sobrenadante en la zona del mar de Ventanilla y presentación de información falsa en el Reporte Preliminar de Emergencias Ambientales, entre otros motivos.

De igual modo, informó que ordenó a la Refinería La Pampilla S.A.A. 16 medidas administrativas, respecto de las cuales se ha evidenciado el incumplimiento de 7 de ellas.

Como consecuencia de dicho incumplimiento y en función del procedimiento de ejecución de actos administrativos, se ha impuesto a la empresa 6 multas coercitivas por un monto total de 2 millones 760 mil soles, las cuales a la fecha se encuentran pagadas.

El pasado 15 de enero, unos 11.000 barriles de petróleo de la refinería La Pampilla, operada por Repsol, cayeron al mar peruano y comenzó un vendaval de culpas y responsabilidades. Seis meses después, tanto el impacto real a nivel medioambiental como el panorama de miles de personas afectadas sigue siendo incierto.

«La situación está atascada», alertó la organización ambiental Oceana Perú, respecto al bloqueo que considera que existe al no tenerse un informe oficial del daño ocasionado por «el peor desastre medioambiental de la historia reciente» del país, como lo catalogó la ONU.

La fuga afectó 112 kilómetros cuadrados de mar y litoral peruano, y las imágenes de aves cubiertas de crudo, peces muertos, playas sucias y la desesperación de los pescadores y los trabajadores del mar ocuparon titulares y portadas, pero poco a poco el ruido se fue apagando.

El derrame ocurrió en pleno inicio del verano peruano y, por tanto, dañó gravemente la actividad turística de decenas de localidades, algo que dejó miles de afectados, entre pescadores, personal de hostelería y vendedores ambulantes.

Las autoridades peruanas han elaborado un padrón de perjudicados que incluye a 10.186 personas y, en cumplimiento de un acuerdo firmado con el Gobierno, Repsol ha entregado hasta el momento dos adelantos de compensación, por 3.000 soles (unos 760 dólares) cada uno, a cerca de 6.000 personas, mientras que está gestionando un tercer pago.







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