Los residuos orgánicos como la cáscara de huevo, frutas, verduras, restos de café o infusiones, hojas secas o verdes pueden reciclarse y son útiles para hacer compostaje, un abono natural que luego podrá ser usado como fertilizante para las áreas verdes y jardines de las ciudades.
Todos los días generamos este tipo de residuos en casa o centros de trabajo, a los cuales podemos darle otro tipo de valor y así evitar que al momento de descomponerse emitan gases relacionados con el calentamiento global.
Realizar este proceso es sencillo y se puede realizar en casa. A continuación, el Ministerio del Ambiente (Minam) comenta los pasos para elaborarlo:
– Tener un recipiente, puede ser un balde o una maceta.
– Colocar papel picado en el fondo del recipiente.
– Cortar las cáscaras de las frutas y vegetales en pequeños tamaños, a fin de que la descomposición sea más rápida y fácil.
– Mezclar los residuos orgánicos con el papel y, si se puede, colocar también un poco de aserrín. Si la mezcla aún se mantiene húmeda, colocar más papel picado.
– Tapar el recipiente y mezclar los residuos contenidos cada cuatro días. Esperar por lo menos unos 50 días para que el abono esté listo para usar. Evita usar huesos y/o alimentos cocinados con aceite entre los residuos para compostaje.