Por Stakeholders
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Para el analista Julian Kettle, de la consultora Wood Mackenzie, lograr la transición energética representa “un enorme desafío, pero hay que hacer hasta lo imposible para conseguirlo”.
Durante su participación en la conferencia “Retos y oportunidades de la transición energética para los metales”, que se realiza en el marco de PERUMIN 35, el especialista señaló que la COP26 no logró demasiado en descarbonización.
“Con la COP27 ya en ciernes, los mineros pueden esperar una presión creciente para alinearse significativamente con un escenario de calentamiento de 1,5 grados”, añadió.
En su presentación expuso que la penetración de las ventas de vehículos eléctricos (EV) alcanzará el 70 % en 2030 y se espera que China aumente su cuota de ventas de estos vehículos del 3 % en 2020 al 30 % en 2040, convirtiéndose en el mayor mercado del mundo.
Agregó que la generación eólica y solar se duplicará con creces en el mundo en los siguientes años. En ese sentido, sostuvo que la generación, la transmisión, el almacenamiento y el uso de la energía con bajas emisiones de carbono no pueden lograrse sin los metales.
La industria metalúrgica tiene el enorme desafío de desarrollar proyectos pese a ciertas dificultades como los plazos de entrega, los dividendos de los inversores y el cumplimiento de las normas ESG (cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza).
Kettle refirió que las inversiones en el sector deben acelerarse de forma agresiva. Las empresas mineras deben invertir para ayudar a suministrar suficiente cobre, cobalto, níquel y otros metales necesarios para el cambio a un mundo con bajas emisiones de carbono.
Satisfacer las futuras necesidades de suministro implicará invertir en países que presentan un riesgo ESG significativo, pero, para ello, los políticos deben entender que los mineros tienen que invertir, indicó en su presentación en la Cumbre Minera, desde Arequipa.
