El presente informe aborda la situación actual de las energías renovables en el país y sus avances registrados hasta el momento. Los especialistas consultados coinciden en que el potencial peruano es enorme en el sector; empero, es necesario optimizar los mecanismos de su promoción para una mayor implementación.
Por Renzo Rojas
rrojas@stakeholders.com.pe
Cuando en diciembre de 1997 se adoptó el Protocolo de Kioto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), muchos países asumieron el compromiso de combatir la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI).
Posteriormente, Perú se unió a esta causa para evitar que nuestro planeta siga deteriorándose y la vida se haga inviable. Sin embargo, asumir un compromiso implica también actuar de una manera coherente y eficiente en pos de lo que se busca, de la finalidad común. En este escenario, las Energías Renovables (ER) tienen un rol primordial en la tenaz lucha por conservar la Tierra.
Las energías renovables en el contexto peruano
Perú ha tenido un aumento en la producción eléctrica de los últimos años. Según información del Ministerio de Energía y Minas (Minem), esta ha pasado de 4,426 Gigavatio-hora (GWh) en agosto del 2018 a 4,710 GWh en el mismo mes del 2019 (Ver cuadro 1).
De este modo, generar nuevas fuentes de energía es una constante; no obstante, paralelamente este propósito nos exige también ser responsables con el medioambiente. Es así que las ER se erigen como las fuentes ideales e inagotables para no solo cuidar el planeta, sino para abastecer a todos los peruanos de electricidad en sus hogares.
Juan Martín Angulo Escudero, docente del curso de Renewable Energy de ESAN, se refirió al protagonismo que han tenido las ER – convencionales y no convencionales – en los últimos años, especialmente con el ingreso del gas natural en el
panorama energético.
“Si bien la generación eléctrica a partir del gas de Camisea ha alcanzado una posición importante, se nota también que la generación a partir de otros recursos renovables, tales como el sol y el viento, ha empezado a aparecer en el mapa de generación. En la actualidad, el 5.8% de la generación eléctrica proviene de fuentes renovables no convencionales tales como el biogás, bagazo, solar y eólico, lo que sumado a la generación hidroeléctrica (48.7%) alcanza un total de 54.5% a partir de renovables”, señaló.
Por otro lado, Brendan Oviedo, presidente de la Sociedad Peruana de Energías Renovables (SPR), abordó cuáles son las fuentes de ER más importantes que tenemos y el potencial del territorio peruano para seguir promoviéndolas en los próximos años.
“Las fuentes de ER de generación de electricidad son la eólica, el viento, la solar, la geotermia que usa el calor de la tierra, la motriz que aprovecha la marea del mar, la hidroeléctrica pequeña que es hasta 20 megavatios y la biomasa; esas son las 5 fuentes de ER reconocidas en la ley. El potencial que tiene el Perú es eólico en el centro y norte, y solar en el sur del Perú que es enorme.
Tenemos también una capacidad hidroeléctrica sustantiva y geotérmica que está en el sur”, manifestó.
En este sentido, las estadísticas permiten observar que en el país las ER tienen una presencia considerable gracias al rol que cumplen en gran parte las centrales hidroeléctricas. No obstante, diversificar esta producción es una tarea que debe de aunar y guiar los esfuerzos del Gobierno, porque, como vemos, hay mucho por aprovechar en cuanto al uso de las ER no convencionales como la eólica y la solar. Angulo Escudero departió sobre lo imprescindible que es tener una matriz energética de fuentes renovables.
“El Perú cuenta con los recursos necesarios para regresar a contar con una matriz energética donde las renovables predominen, teniendo la capacidad de reducir la generación de gases del efecto invernadero y alinearnos a la tendencia global de cambiar la matriz energética hacia una más amigable con el ambiente”, sostuvo.
Buscando un norte para las energías renovables El Estado tiene un rol primario en la promoción de las ER en el país. Si bien es cierto que, según el Índice de Atractivo de Energía Renovable por País (RECAI) de la consultora EY Perú, somos el quinto destino más atractivo para invertir en ER a nivel regional, se debe trabajar aún más en su uso dado el potencial que tiene el Perú. Hace 5 años, el Minem realizó el Plan Energético Nacional 2014 – 2025 con miras a desarrollar el sector eléctrico; sin embargo, hay puntos a observar en su elaboración ya que, en lo que respecta a las ER, este se cimentó en precios de la primera subasta de las mismas. En relación a esto, Brendan Oviedo consideró que al no haber un planeamiento correcto, no existe tampoco un objetivo claro.
“Considero que no es un plan, más bien es un diagnóstico. Si uno entra en detalles, esta información toma en cuenta datos de la primera subasta de las ER que fue en el 2010. En la primera el precio del megavatio-hora (MWh) de la energía solar estaba alrededor de 200 dólares, mientras que la eólica en 80 dólares.
En enero del 2016, la cuarta subasta evidenció una disminución sustancial de los precios (más del 100%), pero este plan que es del 2014 acogió datos de la primera; por lo tanto, no hay una meta clara”, enfatizó.
Desde otro ángulo, el docente de ESAN señaló que el Estado tiene proyectado al 2030, como parte de su visión del sector, llegar al 15% en el uso de energía solar y eólica en todo el territorio nacional. Además, señalizó la importancia de contar con un marco legal competente para fomentar las ER en todos los espacios, como es el de las actividades del empresariado.
“El Estado tiene la intención de desarrollar las energías renovables, pero hace falta materializar estas intenciones en acciones concretas. Reforzar la legislación referente a la promoción de las ER, así como la ley para reconocer la potencia firme de la energía solar y eólica, son de suma importancia para poder alcanzar la visión al 2030. A esto se debe sumar un marco legal que promueva el uso de energías renovables a empresas para su autoconsumo”, relató.
A mediados de este año, el Minem instaló la Comisión Multisectorial de Reforma del Subsector Eléctrico (CRSE) a través de la Resolución Suprema Nº 006-2019-EM para revisar ciertos aspectos en el mercado eléctrico, entre ellos el de las ER. En ese contexto, entre sus actividades se prevé recibir comentarios y aportes desde distintos campos, como el académico y el de la sociedad civil. El presidente de la SPR habló sobre esta comisión.
“En junio de este año se creó esta comisión, la cual está destinada en principio a elaborar el primer plan energético del Perú a mediano y largo plazo. Ya ha habido reuniones y se han listado los objetivos para ese periodo; sin embargo, en ninguno de ellos se muestra expresamente que este proceso consiste en la elaboración de un plan. Sin un plan, no hay una forma de que el mercado evolucione de manera ordenada”, apuntó.
Igualmente, indicó que ya han mantenido reuniones con esta instancia del Estado y otros actores del sector para dilucidar sobre la importancia de las ER en el país. Hasta el momento, algunas de las normas que enmarcan a las ER son el Decreto Legislativo N0 1002 (2008), referido a la promoción de las ER para la generación de electricidad, y el Decreto Supremo N0012 – 2011 – EM, reglamento de la generación de electricidad con ER.
Una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los peruanos
Los beneficios que tienen en un país implementar las ER son diversos y fundamentales para aportar al desarrollo económico.
Su despliegue, como mencionamos en el primer párrafo de este artículo, también ayuda a luchar ante los problemas ambientales, en el que las fuentes no renovables de producción eléctrica afectan a largo plazo el equilibrio del planeta. Tanto así es la envergadura de su importancia, que en la Conferencia Europea de Berlín del 2004, la Unión Europea se propuso llegar al 2020 con el empleo de un 20% de energías renovables en todo el continente.
A puertas de cumplir dos décadas en el siglo XXI, países como Portugal, Noruega e Islandia son algunos de los que cuentan con una matriz energética relevantemente renovable.
A nivel nacional, hay que recalcar que las ventajas de las ER incluyen resarcir aquellas brechas que tienen algunas poblaciones, como es la de electrificación rural. Por ejemplo, cuando hablamos de ampliación de la frontera energética, entendemos por esta, extender la electricidad a las comunidades que más lo necesitan, pero de manera responsable y sostenible.
En ese sentido, es imperante que haya una diversificación crucial de la matriz eléctrica, para que en cuestión de costos y mantenimiento, los usuarios puedan gozar de las mejores condiciones. Oviedo reflexionó al respecto.
“Si nosotros dependemos del petróleo, puede suceder lo que en Arabia Saudita, que el barril de este se eleve y se vean afectados los costos. Imaginemos que el Perú tiene casi 50% de generación hidroeléctrica y lo mismo en diésel, imagínate a cuánto va a subir el sector eléctrico si el barril se dispara a 200 dólares. Entonces, de lo que se trata es que desde el punto de vista geopolítico el país se independice eléctricamente, a pesar de que en el Perú existe cierta independencia energética. Hay que observar qué recursos tenemos para diversificar nuestras matriz”, aseveró. Asimismo, añadió que hay que dar prioridad a recursos energéticos como el eólico y el solar, ya que “son infinitos y no tienen costo” y los cuales “evidentemente son vitales para el desarrollo sostenible y el cambio climático, porque nosotros tenemos ya que hacer una transición hacia una economía sostenible”. Actualmente, frente a estos dos tipos de recursos, continuó, “no hay otra tecnología que pueda competir, ni la hidroeléctrica ni la térmica”.
En esa misma línea, Juan Martín Angulo rescató la contribución que las ER tienen en el cierre de estas brechas. Si bien al inicio la instalación de sistemas de generación eléctrica de ER tiene un precio alto, luego este irá disminuyendo, porque con el tiempo solo se deberá costear su mantenimiento.
“Luego de instalado el sistema, el recurso renovable es de libre disposición, por lo que el costo de operación será mínimo, no habiendo costo por el uso de recurso, solo por mantenimiento de los equipos. Estas características, hacen que la generación eléctrica a partir de recursos renovables sea una gran alternativa para la electrificación rural, permitiendo, con un poco de ayuda inicial, disponer de energía eléctrica a un bajo costo de operación”, explicó.
En esta finalidad, en el año 2012, a través de la Ley N° 29852, se creó el Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) para abastecer a las poblaciones más necesitadas de energía menos contaminante. También existe el Plan Nacional de Electrificación Rural 2016 – 2025 (PNER) para cerrar estas brechas. En síntesis, hay muchas acciones, pero estas deben alinearse y acoger a las ER para originar un verdadero impacto en la vida de los peruanos.