Por Ángel Guillén
Director Analytics APOYO Consultoría
Quizá el mayor reto que afronta la humanidad en los próximos años es el deterioro ambiental y el cambio climático. De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), estamos muy cerca del punto de no retorno. Un aumento de la temperatura promedio por encima de los 2 °C iniciaría un ciclo de destrucción de los ecosistemas naturales y humanos irreversible.
Uno de los conocimientos que más se ha desarrollado en los últimos años es la ciencia de datos. La inteligencia artificial ha dado un salto exponencial gracias al incremento de las capacidades computacionales y a una sociedad cada vez más digitalizada que genera una fuente inagotable de información, usada por los algoritmos para replicar con mayor precisión los patrones y comportamientos humanos.
El mayor de nuestros retos requiere de todas nuestras capacidades. Las aplicaciones derivadas de la ciencia de datos pueden ser herramientas de gran utilidad para diseñar, implementar y monitorear las políticas ambientales de mitigación y adaptación frente el cambio climático.
El diseño de las políticas contra el cambio climático requiere evaluar ex ante tanto su impacto como su costo económico y social. Medidas muy agresivas en el corto plazo o que no priorizan las poblaciones más vulnerables pueden causar un gran malestar social. En ese sentido, el uso de big data y modelos de analítica avanzada permiten replicar con mayor precisión el comportamiento de los múltiples sectores de la economía y priorizar el set de políticas ambientales de mayor beneficio social.
La buena implementación de las políticas ambientales suele estar amenazada por los cambios de autoridades o la escasez de recursos humanos. Una solución a este problema es la digitalización y automatización de los procesos usando algoritmos RPA (Robotic process automation), empleados actualmente por muchas empresas para tener un soporte a la gestión eficiente, estándar y consistente en el tiempo.
Finalmente, las acciones de monitoreo permiten tomar medidas correctivas oportunas. En el ámbito climático, el mayor reto se encuentra en las medidas contra la deforestación: escasos recursos y millones de hectáreas por supervisar. Algoritmos de reconocimiento de imágenes satelitales para detectar a tiempo los focos de deforestación son una herramienta de monitoreo indispensable.
Las aplicaciones de la ciencia de datos para las medidas de adaptación frente al cambio climático son aún más relevantes en países en desarrollo y con ecosistemas vulnerables, como es el caso peruano. Si bien las simulaciones del impacto del cambio climático realizadas por el IPCC muestran las grandes cifras del costo económico y social, es necesario profundizar el análisis de los impactos a ecosistemas y espacios territoriales más delimitados como son las cuencas o los valles productivos.
La implementación de las medidas de adaptación de última milla requiere de una gran capacidad de integración de datos para la toma de decisiones. La información de las estaciones meteorológicas debe estar integrada con la información de la producción agrícola y con las señales de precios de mercado. A partir de estos datos, se pueden crear soluciones de inteligencia agroclimática que usan algoritmos predictivos para optimizar la producción tomando en cuenta los contrastes del tiempo.
La lucha contra el cambio climático puede tener una gran ayuda de la ciencia de datos y esta solo podrá seguir desarrollándose en una sociedad sostenible, la simbiosis es necesaria.