Carlos Barrientos Gonzales, gerente general de PETROPERÚ, habla en esta entrevista sobre el estado de avance del Proyecto Modernización Refinería Talara (PMRT), además de otros puntos como la emisión de bonos en el mercado internacional a comienzos de 2021. La megaobra energética inició su construcción en el 2014 y, según lo previsto, operará a finales de este año.
POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe
¿Por qué es tan importante culminar con el proyecto de la nueva refinería de Talara?
La importancia radica en que vamos a tener una refinería con última tecnología y una capacidad de producción 50% adicional a la anterior (95 mil barriles por día). Eso nos permite poseer una seguridad energética ante cualquier eventualidad a causa de un factor externo. Esta es una de las ventajas más resaltantes. La otra es la oportunidad de contar con productos más amigables con el ambiente.
En un primer momento vamos a manufacturar productos de hasta 50 partes de azufre por millón. Al 2023, aproximadamente será de hasta 10 partes de azufre por millón, lo que representa un beneficio a favor del ambiente y de todos los peruanos. Estamos yendo a combustibles mucho más ecoamigables y eso va en tendencia con lo que sucede en el mundo. Nos estamos alineando a lo que se debe en cuanto a estándares mundiales.
En la actualidad, ¿en qué porcentaje está avanzado el proyecto?
A la fecha estamos por encima del 94%, lo que es un avance importantísimo. Ya estamos en la etapa final y esperando que, de acuerdo a todo lo programado y el esfuerzo que estamos haciendo, el inicio de operaciones se dé en el mes de noviembre del presente año.
¿Cuánto de retraso ha significado la pandemia en el desarrollo del proyecto?
Hubo un retraso bastante significativo porque la fecha estimada del inicio de operaciones estaba programada para el segundo trimestre de este año, más o menos por estas fechas. Hay una demora de alrededor de seis a siete meses.
Antes de que empiece la pandemia trabajaban cerca de 9 mil personas en la construcción y obviamente tuvo que detenerse. Reiniciar una obra de esta magnitud de un día para otro no es fácil, dada la cantidad de personal. En la actualidad, contamos con cerca de 7 mil personas en obra.
¿Hubo implicancias en la inversión inicial?
Por supuesto que sí. La inversión ha tenido costos adicionales por esta paralización y la inversión actual de la nueva refinería Talara es de 4999.8 millones de dólares, más los costos financieros.
¿Qué resultados han obtenido con la colocación de bonos por mil millones de dólares?
Efectivamente, salimos al mercado internacional para obtener estos mil millones de dólares que es del último tramo que nos faltaba para concluir la nueva Refinería Talara. La emisión fue todo un éxito. Hemos tenido demanda, en algún momento, de hasta 2,5 veces. Reabrimos un bono anterior que teníamos con una tasa de interés mayor y conseguimos una más competitiva. Ha sido muy importante porque no tiene garantía del Estado peruano y lo segundo es que es un mensaje claro de confianza al país, a la empresa y al proyecto. Fue bastante intenso y los inversionistas siempre preguntaban por el proyecto, los resultados, las proyecciones, entre otros aspectos. Que hayamos tenido más del doble de demanda y una tasa bastante competitiva nos da muy buenas señales.
¿Entonces lo anterior reafirma la sostenibilidad económica del proyecto?
El negocio como tal es autosostenible. Es importante saber que la compañía PETROPERÚ se auto sostiene. Nosotros vivimos de las ventas que generamos. Somos una empresa en todo el sentido de la palabra y tenemos que ir a pelear galón por galón a la calle, al mercado. Con esas ventas y márgenes es que pagamos nuestros gastos, costos e inversiones.
No dependemos del presupuesto nacional. Es algo fundamental. Asimismo, vale hacer hincapié en que somos una de las empresas que más aporta al Estado a través de tributos.
Sucede a veces que se piensa que el presupuesto público aporta al funcionamiento de PETROPERÚ, ¿qué sucede al respecto?
Hay una desinformación ahí. Las personas creen que los impuestos que pagamos como ciudadanos van, entre otros destinos, a la refinería o a PETROPERÚ y eso es totalmente falso. Ninguno de los tributos de los peruanos va hacia la refinería o la empresa. Más bien es al revés, con lo que nosotros generamos, contribuimos al fisco.
¿Planean emitir más bonos en los próximos meses?
No en este momento. Con el millón que obtuvimos completamos ya el financiamiento de la refinería, así que por ese lado no deberíamos tener un bono adicional, salvo una inversión distinta. Estamos evaluando varias cosas, pero todavía paso a paso. Claro, teniendo en cuenta que estamos bajo un panorama estable, con lo que significa el inicio ya del proceso de vacunación. Justamente, la reactivación mundial se evidencia en el precio internacional del crudo, por ejemplo. Hay países que están vacunando más rápido, es así que el mundo comienza a ‘mirar’ hacia una normalidad que ayuda a que todas las actividades se reactiven.
¿Cómo ha sido el relacionamiento con los grupos de interés del PMRT?
Dentro de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el proyecto tiene una estrategia de gestión social aprobada. Se viene cumpliendo en todo su sentido. Muchas iniciativas ya se han desarrollado. Hemos enfocado nuestros esfuerzos en salud, educación, en fin, varios aspectos que estamos trabajando. Además, en plena pandemia también sumamos esfuerzos.
Hace poco, en diciembre, donamos el Hospital Modular Talara que llegó oportunamente para la segunda ola que experimenta el país por el nuevo coronavirus. Hay muchas iniciativas por el lado de gestión social que son parte de la responsabilidad que tenemos, especialmente porque desarrollamos una obra tan grande.
¿En qué posición de la industria sitúa el proyecto al Perú a nivel latinoamericano?
Sin duda somos un referente. Este proyecto va a marcar la pauta en cuanto a tecnología en la región. En ese sentido, hace poco acabamos de recibir un reconocimiento a nivel internacional de la Hydrocarbon Processing. En relación con tecnología y complejidad, es uno de los mejores proyectos no solo de la región, sino que diría que estamos en un buen ranking en el mundo. Es un motivo de orgullo esta nueva refinería.