Bióloga del Centro de Ciencias Pesqueras de Alaska asegura que los daños en la especie se deben a las olas de calor registradas en el 2018 y 2019. Los cangrejos de las nieves necesitan temperaturas bajas para sobrevivir.

Alaska Fishing
Durante este año solo se registró 1.900 millones de crustáceos.

Por Stakeholders

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El Departamento de Pesca y Caza de Alaska, EE.UU., decidió cancelar la recolección de cangrejos de las nieves del mar de Bering, a fin de salvar su especie. 

«Los esfuerzos ahora deben dirigirse a la conservación y la reconstrucción dada la condición de la población», señaló la entidad.

La decisión se tomó luego que el número de crustáceos se redujera en un 84% en el último año, según la estimación de un estudio realizado por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Y es que de los 11.700 millones de cangrejos que había en el 2018, se pasó a tener solo 1.900 millones en el 2022.

¿La razón? El cambio climático. Para la bióloga marina del Centro de Ciencias Pesqueras de Alaska, Erin Fedewa, las impactantes cifras son el resultado de las olas de calor registradas en el 2018 y 2019.

«El hábitat de agua fría que necesitan estaba prácticamente ausente, lo que sugiere que la temperatura es realmente el culpable clave de esta disminución de la población», explicó.

Fedewa aclaró que la sobrepesca no es un factor importante en la disminución de la población de cangrejos de las nieves.

«La pesca sólo elimina los machos adultos de gran tamaño, alegó, para acotar que hemos visto estos descensos en todos los tamaños de cangrejo de las nieves, lo que realmente sugiere que hay algún factor ambiental ascendente en juego», dijo.

Por otro lado indicó que los crustáceos también están bajo un mayor estrés metabólico en aguas más cálidas, lo que significa que necesitan más energías para mantenerse vivos.

Cabe mencionar que los cangrejos de las nieves jóvenes necesitan temperaturas bajas para esconderse de su principal depredador, el bacalao del Pacífico. Las temperaturas en las regiones donde suelen vivir los ejemplares juveniles saltaron de 1,5 grados Celsius en 2017 a 3,5 Celsius en 2018, en tanto estudios indican que 3°C podría ser un umbral importante.







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