Por Stakeholders
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En un hito histórico para la conservación del ecosistema marino, el Consejo de Ministros aprobó la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau (RNMTG), abarcando una extensión de 115 675,89 hectáreas frente a los departamentos de Tumbes y Piura. Esta reserva, catalogada como una de las zonas con la más alta biodiversidad de todo el litoral peruano, promete ser un nuevo motor de desarrollo económico y social para la región.
El anuncio fue realizado por el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, quien destacó la importancia de proteger un ecosistema que representa el 1,5 % del mar tropical del Perú y el 0,14 % del área marina total del país. La RNMTG nace con la categoría de Reserva Nacional y una zonificación diseñada para potenciar el turismo y las actividades económicas en ambas regiones, garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria y el respeto a la cultura local.
Esta iniciativa responde no solo a compromisos ambientales internacionales, sino también al clamor de organizaciones de pescadores que ven en la conservación de la biodiversidad una oportunidad para el desarrollo sostenible. José Carlos Nieto Navarrete, jefe del Sernanp, destacó que la creación de esta reserva es un paso adelante en el cumplimiento de los compromisos para la conservación de áreas marinas, contribuyendo así a la Meta del 30 x 30, del Marco Global sobre diversidad biológica.
Una fuente de biodiversidad
La Reserva Nacional Mar Tropical Grau alberga una rica biodiversidad marina, siendo fuente de sustento alimenticio para el país. De las 35 principales especies de peces desembarcados por la flota pesquera artesanal peruana, 24 tienen como regiones de origen a Piura o Tumbes, lo que fortalece la seguridad alimentaria de las comunidades locales. Además, la protección de prácticas ancestrales de pesca artesanal y la salvaguarda del Patrimonio Cultural de la Nación son aspectos esenciales de esta medida, beneficiando a más de 9500 pescadores artesanales agremiados.
La creación de esta reserva no solo implica un compromiso con la conservación, sino también con la reactivación económica de la zona norte del país. Se estima que el avistamiento de ballenas en Piura y Tumbes genere ingresos anuales por S/ 18 000 000, a los que se sumarán los recursos económicos derivados de servicios ecosistémicos como la provisión de alimento, recreación y turismo.
Esta iniciativa, fruto de un trabajo conjunto entre diversos actores, promete ser un ejemplo de cómo la conservación ambiental puede impulsar el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales. La creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau marca un nuevo capítulo en la protección de nuestros valiosos ecosistemas marinos.
