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Circularidad de pequeños negocios acelera transición hacia un modelo económico sostenible
Más del 99 % del tejido empresarial está conformado por micro y pequeñas empresas (mypes) en el Perú. La incorporación de la economía circular en sus operaciones o la promoción de emprendimientos basados en este enfoque pueden impulsar a gran escala la sostenibilidad en el país.
El Perú avanza en su transición hacia una economía circular de la mano con un sector privado más consciente de la importancia de este enfoque. El rol que cumplen las empresas es esencial, y es por ello que se ha contemplado una planificación. Prueba de ello son las tres hojas de ruta sectoriales para la industria, la pesca y acuicultura, y agua y saneamiento aprobadas desde el sector público.
Marcos Alegre, profesor de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico (UP), señala que en los últimos años ha sido visible la adopción de la economía circular en el empresariado del país. Resalta a las grandes compañías vinculadas a sectores de la exportación o con políticas corporativas de sostenibilidad.
“Especialmente la de ámbitos como agricultura, textil, alimentos, plásticos y bebidas lideran la implementación de prácticas circulares”, menciona.
Abordar este enfoque implica el cambio del modelo económico de un país, por lo que las empresas, protagonistas del mercado, son indispensables. Marina Yzú, gerente de Sostenibilidad de la SNI, explica que existe un proceso nacional de transición que se viene dando junto con estas.
“Un gran paso ha sido brindar conocimiento sobre lo que es economía circular. Más allá de la implementación, podemos decir hoy en día que hay una gran parte de los empresarios que conocen este concepto, lo comprenden cada vez mejor”, indica.
La especialista, en esa línea, agrega que en la actualidad existen casos de éxito en lo que se refiere a la implementación de los principios de la economía circular dentro de los procesos productivos, principalmente desde la industria manufacturera.
Micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes)
De acuerdo a Produce, más del 99 % del tejido empresarial corresponde a las mypes. Este porcentaje refleja lo sustancial que es que desarrollen la circularidad en sus operaciones. Marcos Alegre detalla que tanto estos negocios, como los emprendimientos de base, han tenido una adopción más lenta y enfrentan retos relevantes.
“Las mipymes enfrentan obstáculos como la falta de acceso al financiamiento, el retraso en la modernización de sus tecnologías y el desconocimiento de los beneficios originados por la implementación de los enfoques de economía circular”, subraya.
Marina Yzú comparte la perspectiva de que la incorporación de la circularidad en ellas representa un desafío, sobre todo para aquellas que buscan consolidarse en el mercado. La inversión, en ese sentido, no solo consiste en recursos financieros, sino también en tiempo y nivel de análisis de los procesos productivos.
“Sin embargo, estos cambios pueden tener un gran impacto en estos negocios. De forma más inmediata, muchas veces, que para una empresa muy grande”, remarca.
El catedrático de la UP destaca que algunas han demostrado un gran sentido de la innovación al incorporar la economía circular en sus modelos de negocio. Por ejemplo, existen en el mercado mipymes de elaboración de calzados y prendas a partir de mermas textiles, muebles fabricados con retazos de madera, piezas de construcción con plástico reciclado, mermeladas a partir de mermas de frutas, etc.
Milagros Bernales, asesora sénior empresarial en TechnoServe Perú, indica que son, justamente, estos tipos de emprendimientos quienes pueden valorizar residuos que tal vez no son identificados por el gran sector industrial.
“Es así que están surgiendo nuevas ideas, aquellas innovadoras respecto a emprendimientos basados en economía circular”, dice.
Estos modelos de negocio se centran en la circularidad de los residuos. Al integrarse a la cadena de valor de una gran empresa, figuran beneficios económicos y, por supuesto, ambientales para ambas partes.
Retos y nuevos mercados
Marcos Alegre reitera que uno de los retos que enfrentan los negocios en crecimiento es el desconocimiento. En esa línea, Milagros Bernales señala que la informalidad es una seria desventaja en el tema, ya que conlleva a no reconocer los beneficios de la formalidad y, por ende, la economía circular.
“En el país hace falta seguir trabajando en el desarrollo de capacidades, en relación a que las empresas entiendan lo importante que es ser formal. Por ejemplo, es necesario entender temas de rentabilidad, si sus procesos son eficientes en logística, en recursos humanos. Así tomarán mejores decisiones. Los que venimos trabajando dentro del ámbito, el enfoque siempre es lograr la formalidad”, plantea Milagros Bernales.
Lo cierto es que la economía circular implica significativas ventajas competitivas para grandes y pequeñas empresas. En estas últimas, el ingreso a nuevos mercados de exportación es una de las oportunidades para su escalabilidad, siempre dentro de los márgenes de la formalización.
Si la economía circular apunta a la transformación del modelo económico, es evidente que también atiende a las exigencias del mercado, tanto nacional e internacional. Marina Yzú hace hincapié en que Perú forma parte de una cadena global de suministros, configurándose así como un actor estratégico en las exportaciones. Vale recordar el megapuerto de Chancay como una ventana que impulsará aún más la salida de productos del país.
“Hay un mercado que demanda que se apliquen los principios de la economía circular como modelo. Para poder atenderlo, se requieren productos y servicios más sostenibles. Para las pymes también representan oportunidades comerciales en un futuro no muy lejano”, acota.
A propósito, la gerente de la SNI dice que desde el gremio, en alianza con otras entidades como Produce, han venido promoviendo la articulación entre mipymes y compañías tractoras mediante varias ediciones de la Rueda de Negocios Sostenibles. En estos espacios, los negocios pueden ofrecer a grandes empresas su oferta de productos o servicios sostenibles.
“Vamos por la sexta edición en este año. Se vienen concretando relaciones comerciales en torno a esta cadena de valor. Estamos cerca de llegar a un monto de intención de negocios de más de un millón de euros”, explica.
Por otra parte, Milagros Bernales indica que tanto para un negocio que busca implementar en sus operaciones la circularidad, así como para aquellos que nacen con el propósito de basar su modelo de negocio en este enfoque, es fundamental identificar qué residuos se están generando y las oportunidades para su aprovechamiento.
“El primer paso en ambos casos es partir desde este proceso de identificación”, remarca.
Asimismo, para aquellos emprendimientos que surgen dentro del ámbito circular, añade, es vital la comunicación de su modelo de negocio para que la integración a una cadena de valor genere un impacto de mayor alcance.
“Cuando hablamos de economía circular, se trata de vincular a todos los actores de la cadena de valor. Implica al grande y al pequeño”, finaliza.