Medio ambiente - Cambio climático

Cambio climático pone en riesgo seguridad energética en el Perú

La dependencia de generación eléctrica en fuentes hidráulicas y térmicas en más de un 90 % pone en jaque la seguridad energética del país, especialmente ante un posible aumento en la escasez de precipitaciones para el periodo 2034 – 2064.

Por Renzo Rojas

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No queda duda de que las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) han ganado terreno debido a su eficiencia desde el punto de vista financiero y su impacto ambiental positivo. Para el caso peruano, estas aún se encuentran en desarrollo y se espera mejorar su aprovechamiento, ya que el potencial es enorme y el país enfrenta las consecuencias negativas del cambio climático.

Según cifras del COES, en el 2023, las fuentes hidroeléctrica y termoeléctrica (gas natural, diesel, carbón, entre otras) representaron cerca del 93 % de la producción del SEIN, mientras que la eólica y solar cerca del 6 %. En los últimos años, si bien hubo un aumento para la incursión de las ERNC, la diversificación de la matriz energética no ha sido significativa. En el 2016, la participación de las dos primeras fuentes mencionadas era de más del 97 %; es decir, en poco menos de una década esta dependencia se ha reducido solo en un 4 % en promedio (ver Gráfico1).

Esta concentración de generación en dos fuentes pone en riesgo la seguridad energética del país, sobre todo ante la amenaza del cambio climático. Frente a ello, urge diversificar la matriz con un mayor protagonismo de otras fuentes. Así lo señala Alfredo Vivanco, presidente de Perú Renovable: “Es importante para Perú dado que actualmente contamos con, aproximadamente, 40 % de penetración térmica que, si bien puede considerarse como una fuente de transición, tecnologías como la eólica y solar son más eficientes, produciendo a menor costo”.

Alfredo Vivanco – Presidente de Perú Renovable

Vulnerabilidad climática

Si bien hay que reconocer al gas natural como un recurso valioso para financiar la transición con energía barata, si queremos una economía descarbonizada no se puede depender de una o dos fuentes. Vale recordar que el gas natural, aunque en menor porcentaje que los combustibles fósiles, tiene una huella de carbono, indica José Luis Ruiz Pérez, director de Maestrías y Programas de la Escuela de Gestión Pública de la UP

Desde el lado de las fuentes hidráulicas, el especialista añade que “son una forma de producción de energía limpia pero que podría verse amenazada ante sequías generadas por el cambio climático. En ese sentido, es importante tener un portafolio de fuentes de energía más diversificado que pueda redundar en un menor impacto ambiental y un menor costo de generación”.

El Perú presenta una importante vulnerabilidad climática, entiéndase esta como el grado de susceptibilidad que tiene el territorio nacional frente a los efectos negativos del cambio climático. Informes del Tyndall Center de Inglaterra han revelado que el país es el tercer más vulnerable en el mundo, solo detrás de Bangladesh y Honduras. Las consecuencias se han visto en los últimos años con el Fenómeno de El Niño o la desglaciación.

Frente a este escenario, Pedro Gamio, exviceministro de Energía y consultor, sostiene que es clave esta diversificación para también responder a la hoja de ruta que se han planteado todos los países del mundo con el fin de reducir sus emisiones contaminantes, y así detener el aumento de la temperatura promedio del planeta.

“Perú, más que ser un gran emisor de Gases de Efecto Invernadero (GEI), es uno de los 10 países que paga la cuenta mayor por los impactos del cambio climático. Entonces resulta estratégico el crecimiento descentralizado, que es otra virtud de las renovables, y con menor contaminación”, explica.

Alfredo Vivanco menciona que el cambio climático representa un desafío para la seguridad energética en Perú, tanto a nivel de producción de energía como de infraestructura. En el primer aspecto, detalla que se depende, en gran medida, de la energía hidroeléctrica. Ante la irregularidad de precipitaciones, hay una mayor vulnerabilidad.

En una publicación del Senamhi del 2021, denominada Atlas de Hidrología superficial del Perú, se señala que para el periodo 2034 – 2064 se ha proyectado que “las sequías hidrológicas serán más intensas, frecuentes y prolongadas y se proyecta también un aumento significativo en la frecuencia de sequías hidrológicas de corta duración”.

“Por otro lado, fenómenos climáticos extremos como inundaciones, deslizamientos y elevación del nivel del mar pueden poner en riesgo las infraestructuras de generación y transmisión, sobre todo aquellas ubicadas en la costa”, añade Vivanco.

Energías solar y eólica: baratas y resilientes

La realidad da cuenta de que durante el 2023 las centrales hidroeléctricas vieron reducida su capacidad. Asimismo, se tuvo que acudir a la quema de diesel para responder a la demanda eléctrica. Esto es más contaminante, costoso y apremia a que se involucre más en la matriz energética fuentes renovables como la solar y la eólica.

“Los proyectos hidroeléctricos existentes son una forma de producción de energía limpia, pero que podría verse amenazada ante sequías generadas por el cambio climático. Es importante tener un portafolio de fuentes de energía más diversificado que pueda redundar en un menor impacto ambiental y un menor costo de generación”, asegura José Luis Ruiz Pérez.

José Luis Ruiz – Director de Maestrías y Programas de la Escuela de Gestión Pública de la UP

¿Por qué apostar por las ERNC? Alfredo Vivanco subraya que una de las ventajas de las energías eólica y solar es que son fuentes con menor exposición a la variabilidad climática, pudiendo ofrecer generación más estable y predecible, respaldando así la seguridad energética nacional.

“Pueden satisfacer la creciente demanda de electricidad de manera sostenible y diversificada, reduciendo la dependencia de fuentes vulnerables a la variabilidad climática y, por ende, mejorando la resiliencia del sistema energético. Además, presentan complementariedad entre sí (solar produce más de día y eólica, generalmente, durante la noche) y con fuentes convencionales, contribuyendo a la estabilidad del sistema eléctrico”, argumenta.

Por su parte, Pedro Gamio señala que se ha llegado a niveles de generación eléctrica en base a diesel en casi un 20 %, por lo que hoy más que nunca se necesita de ambas fuentes: “En estos próximos tres años van a ser las tecnologías que van a ayudar a que el país no incremente sus costos de la generación eléctrica, y se ayude así al desarrollo de la minería, agroindustria, al crecimiento de la economía general”.

Marco regulatorio adecuado

Es indispensable que se propicien las condiciones adecuadas para un mayor protagonismo de las ERNC. Al respecto, José Luis Ruiz Pérez arguye que se debe resolver el dilema de la tarificación para que energías intermitentes entren a abastecer a la red sin un requerimiento de potencia, entre otros pendientes.

“También limitar progresivamente hasta eliminar los subsidios a los combustibles fósiles”, afirma.

Es fundamental la aprobación de un reglamento que considere la separación de potencia y energía para lograr una mayor cuota en la matriz de las fuentes solar y eólica. Pedro Gamio indica que una vez se dé luz verde a esta normativa se van a desarrollar una mayor cantidad de proyectos en base a energía solar.

“Están tan baratas estas tecnologías que no necesitan de las subastas RER. Podría justificarse esto con la bioenergía y la geotermia que todavía no han avanzado mucho en el Perú. Se debe aprobar la norma que reconozca potencia a la energía solar. Por sus costos tan competitivos esta va a salir adelante”, explica.

Pedro Gamio – Exviceministro de Energía y consultor

Otro punto a considerar es contar con una reglamentación que regule el desarrollo de la generación distribuida en las diferentes etapas en el país, así lo menciona César Rivasplata, presidente de la Asociación Peruana de Energía Solar y del Ambiente: “Esto en base a la ley de Energía Renovable, que teniendo ya más de 10 años de vigencia no se implementa”.

Mediante el Decreto Supremo que declaró de interés nacional la emergencia climática (2022), Perú se ha propuesto contar con una matriz energética con una participación del 20 % de ERNC al 2030. A poco más de cinco años, parece lejano cumplir con este objetivo de triplicar el porcentaje actual de las energías solar, eólica, geotérmica, entre otras. Las oportunidades están presentes en los recursos que tiene el país, aprovecharlas están en nuestras manos.

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“La energía solar actualmente es una gran oportunidad”

Cesar Rivasplata destaca el potencial de la energía solar en el sur del país, el cual representa una de las irradiancias en promedio más alta del mundo. Ello de por sí garantiza inversiones en el campo de aplicación de energía solar de una alta rentabilidad.

“Se evidencia en la región sur del Perú con los innumerables proyectos en aplicación de energía solar fotovoltaicas de plantas instaladas en Tacna, Moquegua y Arequipa”, precisa.

Ante la interrogante de si el potencial solar puede coadyuvar a enfrentar fenómenos como el friaje que afecta a poblaciones vulnerables, señala que este problema puede ser superado utilizando algún tipo de energía, en conexión con equipos apropiados para enfriar o calentar un ambiente: “La energía solar actualmente es una tremenda y gran oportunidad para solucionar esto”.

Agrega, entre otros beneficios, que actividades como la implementación de paneles solares implican oportunidades para la creación de fuentes de trabajo masivo. No obstante, manifiesta que, ante más proyectos solares, el Perú debe estar preparado para desarrollar una línea de transmisión apropiada: “Esta debe garantizar una capacidad de potencia adecuada en el sistema sin generar problemas de interferencia entre el abastecimiento de energía renovable y no renovable”.




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