Por Stakeholders

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Por: Hans Rothgiesser
Director Adjunto Revista Stakeholders


Al ingeniero en robótica y autor norteamericano Daniel H. Wilson le preguntaron en una entre-vista cuándo consideraba que llegaría el «robocalipsis», refiriéndose a ese evento en el que supuestamente la tecnología se rebelaría en contra de la humanidad y tomaría el control. Su respuesta fue que eso ya sucedió, que solamente nos toca adaptarnos. Y estamos adaptándonos.

De hecho, la tecnología ha invadido nuestra vida en todos los aspectos. Desde algo tan inocente y mundano como ir al cine, que ya no es lo que era antes. Una aplicación para celulares desarrollada por peruanos, Cinepapaya, irrumpió por ser exactamente lo que buscábamos: una forma de comprar entradas y combos de canchita con gaseosa desde el celular, mientras manejamos hacia el cine mismo. De esa manera, ya no hay que hacer colas frente a la taquilla y podemos salir de nuestras casas u oficinas un poquito más tarde. Y si el que opera el celular en el camino es alguien más que no sea el que está conduciendo el carro, tanto mejor.

A lo largo de los años, la limitante para desarrollar nuevas tecnologías en el Perú ha dejado de ser poco a poco un asunto de capacidades, para ser uno de financiamiento. Hay grupos en redes sociales y páginas webs que se pasan todo el tiempo reportando sobre cómo tal peruano fue capaz de hacer algo, como si eso fuese noticia. Ya no lo es, les cuento. Eso justamente ha sido parte del desarrollo del país de las últimas décadas. Por supuesto que es difícil y por supuesto que es meritorio tener compatriotas alcanzando logros sorprendentes. Pero la noticia ya no debería ser que un peruano tuvo la brillante idea de aprovechar el mundial e hizo un cómic al respecto. La noticia debería ser que lo hizo bien. Y que el producto final es excelente y ha sido colocado a una distribuidora internacional. Lo anterior es meramente anecdótico.

En ese sentido, ¿te incomoda cuando dicen que el Perú está en los últimos puestos a nivel mundial con respecto ciencia y tecnología? ¿Te molesta que en algunas industrias estemos tan atrasados? Pues la solución es sencilla. Haz algo al respecto.

De hecho, el actor norteamericano Michael Keaton, quien luego sería famoso por interpretar a Batman en la impe-cable película de Tim Burton de 1989, de joven fue a la Kent State University por dos años. Cuando lo invitaron en el 2018 para que diera un discurso a los estudiantes, insistió en que odia a aquellos que se quedan sentados esperando que otros hagan las cosas. Hoy en día, con la cantidad de opciones que tenemos y con el acceso a la tecnología disponible, cada uno de nosotros puede salir a solucionar los problemas sin esperar que nadie nos dé permiso.

Es en primera instancia un mero asunto de voluntad y de iniciativa. Esa quizás sea la mejor parte del mercado tecnológico de hoy en día. Básicamente, todo es posible. Lo que se necesita es que la idea esté bien limada y barnizada. Y que tenga financiamiento. Para lo primero hace falta prepararse, no más. Y estar abierto a críticas y a comentarios y entender que la idea que uno ha tenido no es inmaculada y divina, sino que tiene que ser adaptada a la realidad y a las opiniones de los técnicos que saben del tema. Para lo segundo hace falta un mercado de financiamiento mucho más sofisticado del que tenemos ahora. Que no le preste dinero al que habla más bonito o al que hace la presentación de PowerPoint más impresionante. Necesitamos que el dinero reconozca más eficientemente cuáles proyectos son buenos.

Por donde lo veamos, las fichas están ahí, esperando que alguien las use. Lo que necesitamos son jugadores.







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