La medida provocó una fuerte respuesta de la compañía pronunciándose abiertamente sobre la necesidad de anteponer sostenibilidad a rentabilidad.

Por Stakeholders

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Según Financial Times, el estado de Florida, EE.UU., reemplazará a BlackRock como administrador de 2 mil millones de dólares en fondos del Tesoro estatal por priorizar sostenibilidad ante  rentabilidad. Esta medida se produce después de que su actual gobernador, Ron DeSantis, liderara una resolución para evitar que los fondos de pensiones del estado consideren los principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) para guiar la inversión.

BlackRock es el administrador de activos más grande del mundo y ha declarado abiertamente sobre la necesidad de considerar el cambio climático en las decisiones de inversión bajo la dirección del director ejecutivo Larry Fink.

Diferentes organismos internacionales consideran la importancia de dejar la dependencia a los combustibles fósiles, como petróleo y carbón, debido a que contribuyen con el calentamiento del planeta en vez de acelerar la adaptación e innovación de tecnologías limpias, con menor impacto para la humanidad y el planeta, es por ello que hacen un llamado a las inversiones ESG, también denominadas inversiones responsables.

Por otro lado, líderes republicanos en Florida y otros lugares, están en contra de las inversión ESG, aludiendo que las corporaciones se centran en preocupaciones “injustificadas” sobre el cambio climático, reduciendo la exposición a empresas de petróleo y gas poniendo en riesgo el rendimiento económico

Inversiones ESG podrían estancarse

De acuerdo con el Global Carbon Atlas, después de China, Estados Unidos es el segundo país más contaminante del mundo. Solo entre las dos naciones producen casi la mitad de todo el dióxido de carbono del planeta, considerando este panorama, las inversiones en ESG además de contribuir con la mitigación del cambio climático, sino que aumentan la resiliencia de las empresas ante las interrupciones del mercado y las incertidumbres derivadas de la pandemia y de la crisis climática.

Inversiones responsables en la mira

BlackRock ha sido el objetivo más frecuente en el ataque ESG de los republicanos, pero también han ido tras los bancos. En octubre, los fiscales generales estatales republicanos exigieron que Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y Wells Fargo entreguen información sobre su participación en la Alianza Bancaria Net-Zero de la ONU, que pide a los miembros que se comprometan a descarbonizar sus portafolios.

En otro caso, un grupo de fiscales generales republicanos solicitó a la Comisión Reguladora de Energía Federal que no renovará la autorización de la compañía de inversión Vanguard Group Inc., para comprar acciones de servicios públicos, alegando que las actuales políticas del administrador de capital sobre el cambio climático podrían conducir a mayores costos de energía para los consumidores.







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