Woman holds credit card against switched laptop paying for communal utilities via online system

Derechos humanos

¿Qué retos persisten para la inclusión financiera en el Perú?

A pesar del avance en acceso y calidad del sistema financiero, la frecuencia en el uso de los productos y servicios es un desafío latente en el país.

Por Renzo Rojas

Lectura de:

El porcentaje de peruanos y peruanas que tienen oportunidad de acceder a un sistema financiero formal ha aumentado en los últimos años en el Perú. Así lo demuestran estudios realizados como el Índice de Inclusión Financiera (IIF) de Credicorp. Sin embargo, persisten en el país retos vinculados al uso que hace la población de este sistema, que conlleva a abordar los niveles de desconfianza y la informalidad entre los obstáculos.

Para Gonzalo Manrique, economista sénior del Instituto Peruano de Economía (IPE), el país ha mejorado en términos de inclusión financiera, sobre todo considerando el boom de las billeteras digitales. De acuerdo a la tercera Encuesta Nacional de Capacidades Financieras, el 54 % de las personas que ahorran dejan dinero en billeteras digitales como Yape, Plin o Bim.

“Gran parte de peruanos las usan para realizar transacciones en establecimientos y en provincias. Considero que han tenido un impacto muy significativo sobre la inclusión financiera, especialmente en este último año”, señala Manrique.

Gonzalo Manrique – Economista sénior del Instituto Peruano de Economía (IPE)

La fácil usabilidad de estas aplicaciones representa también la apertura a otras operaciones financieras. El especialista señala que el mayor uso de billeteras digitales hace posible que se opte por una cuenta bancaria, lo que facilita y aproxima a acceder a otros productos y servicios financieros.

No obstante, y a pesar de lo que podría ser un buen panorama, en el Perú queda un largo camino en inclusión financiera. En comparación con otros países, existe una tarea pendiente, específicamente, a nivel de uso de estos productos y servicios. Según el IIF, el país está en penúltimo lugar en cuanto al indicador de uso de un total de 8 países. Solo supera a Bolivia.

“Hay una mejora importante, pero como país aún presentamos algunas brechas con respecto a otros pares de la región. Chile nos lleva la delantera en términos de personas que tienen cuenta en el sistema financiero; en cuanto a porcentaje de quienes acceden a créditos”, explica Gonzalo Manrique.

Los desafíos pendientes

Pedro Grados Smith, director de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima, comparte la expectativa de una mejora en inclusión financiera en el Perú tomando en cuenta el puntaje promedio del IIF últimamente, aunque también reafirma que los desafíos en el tema son enormes. Hace hincapié en las brechas entre las zonas urbana y rural.

“Al considerar las dimensiones de acceso, uso y calidad percibida, la diferencia es significativa entre Lima y el resto del Perú. Las zonas rurales requieren de un trabajo focalizado debido a factores vinculados con la pobreza, así como en términos de acceso al sistema financiero. En base a lo expuesto, los principales desafíos son el de acceso a servicios financieros que debe ir de la mano con una mejora de la educación financiera”, argumenta.

No se puede hablar de inclusión financiera sin conectividad. Por ello, en términos de acceso, prosigue Pedro Grados, se debe mejorar la conexión a Internet en todo el Perú para el uso de plataformas virtuales, y así generar la participación de los habitantes rurales en el sistema.

“En términos de uso, tanto por el lado del activo como del pasivo de las instituciones financieras, se debe mejorar la educación financiera a todo nivel, empezando por los colegios. El tema de calidad deberá de ser monitoreado por la SBS”, afirma.

Pedro Grados Smith
Director de la Escuela de Posgrado
de la Universidad de Lima

A nivel de uso, es sustancial abordar el nivel de confianza que existe por parte de la población. Gonzalo Manrique indica que muchas personas aún no confían en los bancos para canalizar o ahorrar su dinero. Menciona que datos de años anteriores mostraban que un gran porcentaje de desconfianza hacia las instituciones financieras provenían de los niveles socioeconómicos D y E.

“Es un gran reto superar la desconfianza en el sistema financiero”, dice.

Otra explicación al porqué existe un bajo uso de productos financieros, radicaría en que muchas personas no tienen los ingresos suficientes para ahorrar. Al respecto, un último informe del INEI detalla que más del 87 % de peruanos expresaron no acceder al sistema financiero por no contar con un excedente en sus ingresos mensuales.

“Sin capacidad para ahorrar, no tienes interés por buscar una institución financiera o un crédito. Ahí estarían los principales retos desde el lado de la demanda”, puntualiza el economista del IPE.

Informalidad, una tara para la inclusión financiera

El estudio titulado El mercado de créditos informales en el Perú pone de manifiesto un problema que obstaculiza en demasía la inclusión financiera: la informalidad. Con una tasa de más del 70 % en el mercado, Perú es uno de los países de la región donde la informalidad es un grave problema.

El experto de IPE señala que, de acuerdo a los hallazgos de esta investigación, se calculó que cerca de 580 mil familias peruanas (8 % de hogares urbanos) habían accedido a un crédito informal.

“Nos damos cuenta también, en este sector informal, que las personas no se fijan tanto en las tasas de interés y las condiciones. Lo que más les importa es la velocidad y el hecho de que no les piden requisitos”, remarca.

«El crecimiento del PBI es una condición necesaria, pero no suficiente para mejorar las condiciones de vida de la población de cualquier país».

En perspectiva, el estudio revela que son los hogares con menos recursos económicos los que optan por préstamos informales para el pago de deudas, la inversión en negocios y los gastos de subsistencia. Se identificó, además, que el 22 % de estos créditos eran bajo la modalidad “gota a gota” (frecuencia de pago diario). Sin ser la última desventaja, casi la mitad paga una tasa de interés anualizada de 500 % a más.

“Hacia eso hay que apuntar, facilitar la velocidad con la que un banco puede brindar préstamos formales. Encontramos también que una de las razones de este escenario está asociado a normativas que pueden parecer buenas en el papel, pero en realidad son contraproducentes. Por ejemplo, establecer un tope a la tasa de interés”, subraya Manrique.

Con educación

Combatir esta desconfianza e informalidad desde la demanda requiere una educación financiera, claramente. En ese sentido, Pedro Grados ve como importante que en 2023 se haya aprobado la Ley 31900 que incorpora contenidos sobre educación financiera, tributaria, entre otros, al currículo nacional de la educación básica.

“Es un paso adelante para el logro de un país más integrado y sin pobreza”, comenta.

Y es que la inclusión financiera debe ser entendida de manera transversal al crecimiento y desarrollo económico de un país. Gonzalo Manrique indica que un sector financiero eficiente permite que el dinero circule entre varios actores del sistema financiero de una forma rápida.

“Entonces, lograr una mayor inclusión financiera, va a contribuir a que el Perú comience a crecer mucho más rápido. El problema del crecimiento actualmente es que estamos en un contexto de crisis política y de fenómenos como El Niño”, arguye.

El director de la Universidad de Lima indica que muchos estudios demuestran que el principal factor que contribuye con la reducción de la pobreza es el crecimiento económico. Por consiguiente, la inclusión financiera es un elemento crucial.

“El crecimiento del PBI es una condición necesaria, pero no suficiente para mejorar las condiciones de vida de la población de cualquier país. Por lo expuesto, se requiere de otros factores adicionales al crecimiento y uno de ellos es precisamente la inclusión financiera”, finaliza.




Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.