Por Stakeholders
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Stakeholders conversó con Fabiola Muñoz, coordinadora del Proyecto InverClima, para saber más sobre el impacto del programa Red MIC: Mujeres, Inversión y Clima, pionero en América Latina, que va dirigido a aquellas mujeres que realizan actividades vulnerables al cambio climático y que necesitan del acceso a financiamiento en condiciones adecuadas para enfrentar este problema global.
Por Jimmy Leonardo
jleonardo@stakeholders.com.pe
¿Cuál es el rol de las empresas con la preservación del medio ambiente y el empoderamiento femenino?
El rol de la empresa privada es clave en este tema. No se puede pensar en una transición climática justa si es que el sector privado no participa activamente. Dentro de este grupo la gestión del conocimiento es importante. En ese sentido, es fundamental el compromiso entre todos los integrantes y componentes.
La aspiración es que la empresa privada pueda potenciar a sus mujeres, a las jóvenes y velar más de cerca por el cambio climático.
¿Qué puntos en común encuentra entre las mujeres, las finanzas y el clima?
Empoderamiento de las mujeres Las mujeres que realizan actividades vinculadas con recursos naturales son las más vulnerables frente al daño climático. El cambio de la temperatura modifica los ecosistemas en los que viven y afectan sus cultivos, hogares y estilo de vida. Entonces, adaptarse al cambio climático implica usar determinadas prácticas o tecnologías que requieren de financiamiento.
Los créditos para personas en el campo tienen tasa de interés altas que dificultan sus acciones. Entonces, hay una clara vinculación en acceder al financiamiento en oportunidad y con condiciones accesibles para la adaptación al cambio climático.
¿Que el proyecto RED MIC esté liderado por mujeres lo hace un espacio seguro de trabajo y comunicación?
La idea de que las mujeres participen en el espacio de la red ayuda a fortalecer redes de comunicación y articulación entre mujeres. Cada una trabaja en su propio lugar, ya sea en el campo, empresa o proyecto.
Si alguna estuviera sufriendo acaso, encontraría un espacio con quien compartir para ayudarla a enfrentar problemas de violencia de género. Generar espacios seguros para que las mujeres compartan experiencias y temores.
¿La adición de mujeres indígenas benefició al proyecto de forma superlativa?
Cuando iniciamos el proyecto lo pensamos como un espacio de mujeres de distintas disciplinas que trabajaran en el sector financiero y que buscaran capacitarse sobre cambio climático. En la búsqueda, surgió la idea de conectarnos con mujeres que realmente estuvieran realizando actividades vulnerables al cambio climático: vinculadas a la conservación de los bosques, agricultura, etc.
Fue así que tuvimos contacto con una red de mujeres de la Amazonía, ellas tenían un origen distinto, trabajan en el campo. En ese sentido, descubrimos que teníamos que aprender de las mujeres que enfrentan retos día a día y lo que podíamos compartirles eran igual de importante para ellas.
Así se llegó a la conclusión que la red debía ser integrada por todo tipo de mujeres con una diversidad de ópticas para enriquecer el trabajo. La asimetría está presente y eso hace que los conocimientos se nutran más en el proyecto.
¿Cuáles son las metas a corto y largo plazo para Red MIC?
Tenemos tres metas a corto plazo. Primero, convocar un mayor grupo de mujeres del que somos ahora para implementar la organización en sus distintos comités. Segundo, tener líneas de acción para desarrollar capacidades. Por último, establecer los criterios para una convocatoria de proyectos que existen, buscar comisiones justas y ayudar a las gestoras de estos.
El proyecto tiene una vocación de largo plazo. No existe un espacio que vincule el sector financiero con el cambio climático y en particular a las mujeres de distintas realidades, somos pioneras en Latinoamérica. Esperamos participación masiva y a través de sus experiencias contribuir al tema de inclusión financiera.
