Stakeholders dialogó con Verónica Melzi, gerente de Fundación Belcorp, acerca de los programas que vienen implementado para fomentar el empoderamiento económico de la mujer a través del emprendimiento. A la fecha, han invertido más de 16.5 millones de dólares y más de 31 mil mujeres se han visto beneficiadas.
POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe
Fundación Belcorp tiene 16 años. A lo largo del tiempo, ¿cuál es la visión que tienen de la mujer como agente de cambio en la sociedad?
El propósito de Fundación Belcorp es impulsar el potencial de la mujer para transformar la sociedad. Creemos que la mujer tiene un rol muy importante, en el sentido de que puede generar un impacto muy positivo en la sociedad; generar impactos muy importantes para acortar brechas sociales. Esto se alinea con el propósito de Belcorp, que es impulsar belleza para lograr la realización personal. Este propósito significa sacar lo mejor que tiene la persona dentro de sí misma para que ella pueda alcanzar sus metas y lograr sus sueños. En esa línea, a través de los programas de la fundación buscamos que las mujeres puedan primero fortalecerse como personas, tener metas, soñar y creer que pueden lograr lo que se propongan. Para ello, les proporcionamos las herramientas para que lo puedan hacer. Nosotros creemos que el emprendimiento femenino es una poderosa vía para la realización personal, y una forma en la que las mujeres logran transformar sus vidas y las de sus comunidades.
Respecto al empoderamiento económico de las mujeres, el cual trabajan en sus programas, ¿a qué nivel de impacto nos estamos refiriendo en este aspecto?
Hoy en día solo el 50% de la población de las mujeres en América Latina participa de la actividad económica, mientras que en los hombres es un 80 %. Si la mujer se incorporara masivamente a la economía, el PBI de la región crecería en un 34 %.
Eso de por sí es un dato importante que muestra el impacto que puede tener la mujer a nivel macroeconómico, pero en realidad el impacto va más allá, ya que las mujeres controlan entre el 50% y 70% de los gastos del hogar. Hay múltiples estudios que comprueban y señalan que si la mujer tiene más recursos, esos se traducen en mejor educación y salud para sus hijos. Entonces, invertir en la mujer no solo es hacerlo en ella, significa hacerlo en alguien que es un agente de cambio poderoso a nivel social.
Tenemos en la actualidad 4 intervenciones en América Latina: un programa de becas que brinda acceso a niñas y mujeres jóvenes a educación de calidad; “Grandes Mujeres”, que capacita a emprendedoras en autoconocimiento, liderazgo personal, relaciones interpersonales y otras habilidades para gestionar con éxito sus vidas y sus negocios; y los dos nuevos programas “Emprendiendo Avanzamos” y “Mujeres sin Límites”, enfocados en potenciar el emprendimiento en la región. Con “Emprendiendo Avanzamos”, desarrollamos las habilidades para el emprendimiento de adolescentes mayores de 15 años, próximos a salir del colegio, de forma que se familiaricen con este mundo de oportunidades y puedan considerarlo como una alternativa de vida más adelante.
A lo largo del programa, los beneficiarios desarrollan habilidades y estrategias como liderazgo, visión de futuro, plan de vida, trabajo en equipo, etc., que son de suma importancia para su futuro, ya sea que decidan emprender un negocio propio o trabajar de forma dependiente. En el Perú, venimos trabajando este programa en 6 escuelas de Piura, donde beneficiamos a 2200 estudiantes adolescentes, hombres y mujeres. Este programa busca trabajar en tres ejes: el desarrollo del liderazgo (habilidades blandas), gestión de micro emprendimientos (plan de marketing, presupuesto,…) y equidad de género. En esto último, lo que estamos buscando es romper ciertos estereotipos; sobre todo, aquellos vinculados al tema productivo, a vincular a las adolescentes mujeres con negocios que tradicionalmente son más vistos como masculinos, como los relacionados con tecnología, por ejemplo. La idea es romper mitos y estereotipos. Va a ser interesante el próximo año ver los resultados.
“Mujeres sin límites” es otro de los programas que busca empoderar económicamente a la mujer. ¿En qué se diferencia de “Emprendiendo avanzamos” y cuál es su finalidad?
En cuanto a mujeres adultas en Perú y en Colombia estamos piloteando un programa nuevo llamado “Mujeres sin límites”. Su objetivo es acelerar el crecimiento de los negocios de las mujeres emprendedoras que provienen de sectores vulnerables y ya tienen un micro emprendimiento, que suele ser muy pequeño; en muchos casos, atendido únicamente por ellas. La mayoría no tiene a ni una persona de apoyo dentro del negocio, salvo que tengan el soporte de algún familiar. Hicimos un proceso de convocatoria para seleccionar a las 60 mujeres de entre 25 y 55 años que participarían en este programa en Perú. Ya hemos graduado a 30 mujeres y tenemos a otras 30 que se van a graduar en noviembre. Este programa tiene distintos componentes, trabaja primero la capacitación, porque siempre es importante desarrollar ciertas habilidades y conocimientos en las mujeres. Pasa también por trabajar las habilidades blandas, plan de vida y relaciones positivas, todas estas centrales para fortalecer la autoconfianza de las emprendedoras, componente clave para el éxito de sus negocios.
Trabajamos en que reconozcan sus fortalezas, así como también que vean cuáles son sus oportunidades de mejora y se tracen un plan para superarlas. Mediante el programa se plantean metas, personales y de negocio, y comienzan a trabajar en hacerlas realidad. Luego de la capacitación, las beneficiarias han tenido un acompañamiento en sus negocios, que contribuya a que ellas puedan aplicar lo que aprendieron en el aula. Asimismo, tuvieron el acompañamiento de algunos mentores voluntarios de Belcorp, quienes complementaron los temas tratados en clases. Al finalizar el programa, las emprendedoras que muestran el mayor compromiso, que ponen en práctica lo aprendido y demuestran potencial para seguir creciendo, reciben un capital emprendedor para implementar mejoras o innovaciones en sus negocios.
“Emprendiendo Avanzamos”, “Mujeres sin Límites” y aún tienen más programas. Finalmente, ¿qué sensaciones les viene dejando el trabajo con estos grupos de mujeres?
Con cada uno de estos programas aprendemos muchísimo de las participantes. Personalmente, trabajar el tema del emprendimiento femenino es muy enriquecedor. Estas mujeres tienen muchos sueños, muchas ganas, y absorben todo lo que se les enseña con la mejor disposición. Hemos encontrado mujeres luchadoras que tienen muchísimas ganas de salir adelante y que de hecho ya han logrado mucho. Hay algunas que ya han tenido una farmacia o una bodega por 25 años, otras que recién están empezando y que tienen un gran futuro por delante.
Lo que el programa hace es darle a estas emprendedoras más alas, es decirles: “confía en lo que tú puedes lograr”. Eso las empodera muchísimo. Ellas tienen a través de los programas espacios donde pueden compartir con otras mujeres emprendedoras, sus retos y sus sueños, se retroalimentan muchísimo y crecen. Considero que los programas les dan a ellas eso, muchas energías, alas para cumplir sus sueños.