Por Stakeholders

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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) impulsa en Cajamarca el Modelo Justa, una estrategia que busca fortalecer la gobernanza local para responder frente a la violencia contra las mujeres, y adoptar acciones y diseñar políticas para combatir este flagelo.

El modelo se replica en los gobiernos locales de Cajamarca, Cajabamba y Cachachi. Como parte de esta alianza, el PNUD viene realizando una serie de investigaciones de campo con el propósito de presentar un modelo de intervención adaptado a cada territorio. Como comenta Elena Sánchez, lideresa de Cajamarca, se debe “utilizar la interculturalidad como elemento de encuentro”.

Los diálogos se han iniciado tanto con instituciones locales clave que día a día atienden a las mujeres sobrevivientes de violencia, así como con familiares y testigos en esta ruta compleja del acceso a la protección y justicia.

Además, se han recogido historias transformadoras y se ha aprendido de la mano de grupos de lideresas que vienen forjando comunidades más igualitarias. Estos encuentros han buscado recoger los compromisos, acciones, aspiraciones y propuestas de parte de actores locales frente a una problemática que nos interpela diariamente. De esta manera, se intercambiaron también ideas para maximizar el alcance del Modelo Justa.

«Para eso, la articulación con la Instancia Provincial de Cajamarca será clave y permitirá repensar y tomar acción frente a la violencia a través del diseño e implementación de herramientas de gestión local para abordar las violencias basadas en género», subrayó.

Por su parte, en la provincia de Cajabamba existe una base sólida de organizaciones de mujeres y de instituciones que tienen en común el propósito de eliminar la violencia.

Durante los encuentros, el grupo de mujeres cuidadoras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables señaló la importancia del trabajo de cuidados y de la crianza respetuosa y no violenta para construir familias seguras y afectivas. 

Asimismo, la Instancia Provincial de Cajabamba facilitó un diálogo con propuestas para incorporar el enfoque intercultural y el trabajo con rondas campesinas para la atención de casos de violencia desde un enfoque de derechos humanos.

La autonomía económica es una ruta para romper el ciclo de la violencia, porque se encuentra relacionada con el acceso a oportunidades para las mujeres. Como parte de la visita de reconocimiento a lideresas se sostuvo un valioso encuentro con artesanas del caserío de Rollobamba, distrito de Cachachi. Las lideresas con generosidad compartieron su sabiduría ancestral, así como la importancia de promover el talento local para conseguir una mayor independencia.

De esta manera se ha empezado esta ruta, como un primer paso que recogerá las voces de los territorios y elaborará un diagnóstico sobre la situación actual de la violencia basada en género en los tres territorios. Dicho documento será la base para evidenciar la problemática a través de un espacio de debate entre candidatos y candidatas en el marco de las Elecciones Regionales y Municipales de 2022.







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