Por: Florentino Mayurí Molina
Director del Instituto para la Calidad de la Educación
Desde los inicios del presente siglo hasta la actualidad, la educación superior en nuestro país ha venido experimentando importantes cambios, a pesar de la precaria ubicación en cuanto a calidad y desarrollo científico en el marco comparativo con otros países. La tendencia al crecimiento de las instituciones universitarias no ha corrido en paralelo con el mejoramiento cualitativo que debían tener en el contexto de una sociedad cambiante y globalizada. Nos encontramos, sin duda, ante una realidad en que la creciente complejidad de las demandas ha forzado a multiplicarse, careciendo en su mayoría, de estándares mínimos de calidad. En apretada síntesis, los retos de la educación superior universitaria peruana son:
- Priorizar el aprendizaje del estudiante universitario, promoviendo la producción del conocimiento antes que el memorismo y reproducción pasiva de los contenidos. Esto implica desarrollar a la luz de las teorías de las neurociencias y las inteligencias múltiples el desarrollo del talento, para que el estudiante aprenda a aprender y a pensar, a resolver problemas y tomar decisiones. Se impone el paradigma de estimulación y desarrollo de los pensamientos crítico, reflexivo, creativo y complejo.
- Participar en los diversos sectores productivos como universidad – empresa involucrando en forma progresiva y sostenida la investigación + desarrollo + innovación, incentivando la calidad de la investigación en función de generar emprendimiento juvenil asociativo y con apoyo multisectorial.
- Plantear la pertinencia de los perfiles del egresado, relacionados con la producción del conocimiento y las demandas de las organizaciones y las empresas, comprometidos con el desarrollo socioeconómico, educativo y cultural a nivel local, regional y nacional.
- Abordar la influencia de las nuevas tecnologías de información y la comunicación para canalizar el flujo de la información científica en el mejoramiento de la calidad de los trabajos de investigación.
- Participar en las más importantes redes académicas, accediendo al intercambio, con instituciones científicas de relevancia internacional.
En cuanto a la formación en valores:
- Fortalecer la formación humanística.
- Profundizar en el ámbito universitario la educación en valores y la cultura de paz, comprometidos con la dignidad humana, eje fundamental para neutralizar las interacciones que propenden a la violencia, la delincuencia y la criminalidad.
La presente reflexión, tiene la intención de promover un espacio para la discusión constructiva, identificando y profundizando los nuevos retos que refuercen el concepto de calidad, pertinencia y autonomía