Por: Mariana Rodríguez Risco
Presidente de la Asociación Empresarios por la Educación
Desde hace doce años, la Asociación Empresarios por la Educación ha sumado algunos de estos esfuerzos empresariales, trabajando programas en escuelas públicas en zonas rurales, muy en línea con el Proyecto Educativo Nacional al 2021 y que apuntan al Objetivo de Desarrollo Sostenible No. 4: la igualdad de oportunidades en el acceso a una educación de calidad para todos.
Sin embargo, la realidad es que no se cuenta con información completa e integrada acerca de este importante ecosistema de apoyo a empresarial a la Educación. No se conoce a ciencia cierta en que escuelas se están dando las intervenciones, con qué objetivos, por cuanto tiempo, cuál es el impacto que están teniendo etc. Tampoco se conoce el monto total de los recursos económicos privados que se están canalizando cada año a la mejora de la educación.
¿Como asegurar entonces, que todo este esfuerzo y recursos se canalicen de la manera más efectiva y eficiente a cerrar las brechas de calidad en la Educación, en el menor tiempo posible?
En Empresarios por la Educación creemos que la respuesta está en la capacidad que tengamos de articular y comprometer a todos los actores de este ecosistema; en alinear y enfocar sus esfuerzos hacia las iniciativas de mayor impacto que respondan a las diferentes prioridades de las regiones del país, con una visión de largo plazo.
Un buen ejemplo de ello es el caso de la Región Ica. En el 2009, Empresarios por la Educación logró convocar a un número de empresas a sumarse a iniciativas educativas, con un mismo objetivo, con un mismo plazo de intervención, y que llegase a un mayor número de escuelas en la región. Hoy en día, Ica es la tercera región más competitiva en educación a nivel nacional según el Índice de Competitividad Regional (INCORE 2018). Un resultado que solo fue posible gracias a la unión y la articulación de los esfuerzos individuales. Éxito que no se hubiera conseguido si cada empresa hubiese actuado por su cuenta.
Los Empresarios con la camiseta puesta por la Educación, somos capaces de actuar con verdadero desprendimiento. Somos capaces de ir más allá de dar visibilidad a nuestra marca y logos. Somos capaces de unir esfuerzos con nuestros competidores para apoyar a la educación, allí donde más se necesita, con las iniciativas que logren los mejores resultados.
Un esfuerzo unificado a favor de la educación es clave para responder a los desafíos del Siglo XXI como un país competitivo. Es hora de ponerse la camiseta por la Educación.