En Quispicanchi, solo hay un CEBA para atender la demanda educativa de jóvenes y adultos de sus 12 distritos. Esta situación se replica en otras provincias a nivel nacional. 

Por Stakeholders

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Con el regreso a clases, es común enfocarse en los estudiantes que retornan a las aulas para continuar su formación académica. Sin embargo, hay un sector olvidado que son los miles de jóvenes y adultos con serias limitaciones para acceder a los programas que les permita culminar su educación básica. Esta situación se acentúa en el interior del país, por ejemplo, en la provincia de Quispicanchi en Cusco, donde el último Censo de población reporta a más de 11 mil peruanos en condición de analfabetismo y solo existe un Centro de Educación Básica Alternativa (CEBA) en el distrito de Urcos, de acuerdo con cifras del ESCALE del Ministerio de Educación.    

Ruth Anastacio, gerente de operaciones de la Fundación Dispurse, sostiene que la carencia de habilidades básicas en lectura y escritura no solo perpetúa la exclusión de miles de personas, especialmente mujeres, del acceso a oportunidades de aprendizaje básico, sino que también obstaculiza el progreso económico y social de estas comunidades. 

“El Estado tiene una oferta limitada para atender a la población en condición de analfabetismo. Pese a la persistencia de los programas de alfabetización que impulsa el Ministerio de Educación, los adultos no logran matricularse o terminar sus estudios por los horarios poco flexibles. Por ello, debemos impulsar la educación comunitaria y el uso de la tecnología para brindar una oferta educativa que pueda adaptarse al ritmo de vida de los adultos”, agrega. 

¿Qué debemos hacer?  Anastacio añade que es necesario desarrollar estrategias más flexibles que se adecuen realmente a las posibilidades y las necesidades de la población adulta, principalmente para los que residen el área rural donde la incidencia de analfabetismo es la más alta, de un 12% frente al 3,5% en zonas urbanas. Además, sostiene que sin una inversión adecuada en programas educativos se perpetúa un ciclo de desigualdad que limita el potencial de desarrollo individual y colectivo. 

Frente a esta problemática, la Fundación Dispurse busca contribuir con programas gratuitos que apoyen a las comunidades rurales, actualmente vienen trabajando en Apurímac, Cajamarca y Cusco. En esta última región, el distrito de Andahuaylillas ha sido incorporado como miembro de la Red Mundial de Ciudades de Aprendizaje de la UNESCO,  por el trabajo sostenido de sus autoridades, con el apoyo de Dispurse, en la alfabetización y la educación comunitaria de su población, como herramientas que impulsan el desarrollo local. 

Asimismo, a través del aplicativo FOCUS, los adultos pueden estudiar de acuerdo a su disponibilidad de tiempos y en cualquier lugar en el que se encuentren, incluso en zonas con difícil acceso o conectividad. De esa manera, promueve espacios de lectura para sostener el aprendizaje de la lectoescritura e impulsa escuelas comunitarias abiertas para el desarrollo de la continuidad educativa.







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