Francesca Mayer, CEO de Peru Green Building Council, habló con Stakeholders sobre cómo esta organización viene impulsando el movimiento de construcción sostenible, generando alianzas e impactando en la creación de políticas y proyectos públicos que incentiven el interés en todos los sectores y ciudades del país.
POR DAVID RODRÍGUEZ ANDARA
drodriguez@stakeholders.com.pe
Durante los últimos 10 años, el Peru Green Building Council viene promoviendo la definición de construcción sostenible como aquella construcción que se diseña, construye y opera buscando el beneficio para las 3 Ps: las personas, el planeta y la prosperidad económica.
Así lo señala Francesca Mayer, CEO de Peru Green Building Council, quien comenta que diversas estrategias de eficiencia energética, hídrica, y un correcto manejo de materiales y recursos han sido los principales actores de las construcciones sostenibles a nivel global.
“Certificaciones como LEED y EDGE respaldan también estos conceptos, y han sido los principales impulsores del movimiento. Sin embargo, hemos visto un cambio en el enfoque del movimiento desde hace un par de años, que se ha intensificado ahora con la pandemia de COVID-19. El enfoque de este tipo de edificaciones se ha tornado hacia el beneficio, en términos de salud y bienestar general, para las personas que ocupan dichas construcciones”, refiere.
¿Cuáles son los principales beneficios y ventajas que traen los proyectos de construcción sostenible para un país?
Los beneficios de las construcciones sostenibles son muchísimos, desde los ahorros energéticos e hídricos para los usuarios, así como los beneficios en la salud y bienestar, y hasta la mejora de la imagen de las empresas que desarrollan edificios verdes. Sin embargo, los beneficios para el país son los más importantes.
Si hablamos de estrés en los recursos hídricos y energéticos en las ciudades, las edificaciones sostenibles brindan una excelente oportunidad para aliviarlo. Al consumir cada vez menos recursos, las redes públicas pueden asignar dichos recursos a comunidades y poblaciones que los requieran con mayor urgencia. La incorporación de techos verdes, así como materiales con bajas emisiones tóxicas, tienen un gran impacto en la mejora de la calidad del aire de las diferentes ciudades. Asimismo generan decisiones más informadas y educadas sobre la selección y disposición final de elementos de construcción y residuos, que nos ayudan a tener ciudades más limpias y ordenadas.
Como estos ejemplos, se pueden citar muchísimos más. Hay diferentes estrategias en diferentes proyectos que brindan diversos beneficios para los diferentes sectores del país.
¿Qué opinión le merece el desarrollo que ha ido experimentando la construcción sostenible en el Perú?
El desarrollo de la construcción sostenible en el país ha sido lento. Sin embargo, considero que hemos llegado a un punto en el que me atrevo a decir que cualquier profesional del rubro de la construcción cuenta con al menos con los conceptos básicos de lo que es un edificio verde.
Un momento determinante para el crecimiento del movimiento fue el lanzamiento del Bono Mi Vivienda Sostenible, programa de incentivos económicos desarrollado y lanzado por el Fondo Mi Vivienda en el año 2017. Previo a este programa, las iniciativas y soluciones de construcción sostenible estaban más enfocadas en el sector comercial y principalmente ubicadas en la ciudad de Lima. Hoy, se puede encontrar edificaciones sostenibles de todo tipo, desde oficinas y centros comerciales, hasta edificaciones multifamiliares, parques, ¡y hasta ciudades!
Como Peru GBC, impulsamos el movimiento de la construcción sostenible, generando alianzas e impactando en la creación de políticas y proyectos públicos que han incentiven el crecimiento del movimiento en todos los sectores y ciudades del país.
¿Qué acciones específicas se deben poner en marcha para migrar a un modelo de construcción sostenible en el Perú, que además sea parte de la estrategia de desarrollo del país en la era post pandemia?
Una excelente estrategia, y guía, es la de alinear nuestros esfuerzos a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas. Considero que el Objetivo #17 es el más importante: Alianzas para Lograr los Objetivos. Hay tanta información, soluciones, e innovación en el movimiento que es difícil estar al día al 100% con el movimiento. Es muy importante identificar en qué somos deficientes y apoyarnos en alianzas con organizaciones y/o empresas que sean líderes para complementarnos y realmente generar un cambio.
Cuando hablamos de construcción, hay ciertos ODS que se alinean más a las diversas estrategias que podemos desarrollar. Sin embargo, es importante reconocer que el sector construcción es uno de los más grandes del país y del mundo. El impacto es transversal a los 17 y si nos dejamos guiar por ellos, definitivamente tendremos proyectos más sostenibles, con un impacto verdaderamente holístico y duradero en el tiempo.
¿Cuál es el principal reto que tienen hoy día los arquitectos y constructores en este importante tema?
Luego de muchos años, existe aún una gran falta de conocimiento sobre el tema. Si bien hay muchísima información; empresas, proyectos, proveedores, entre otros, hay aún todo un mundo de soluciones por descubrir. Este desconocimiento lleva al gran mito del sector construcción: las edificaciones sostenibles, o verdes, cuestan más.
Realmente, una edificación sostenible no necesariamente tiene porque costar más. Este incremento de costo va a depender de en qué momento se toma la decisión de ser o no sostenible, si es que se opta por una certificación internacional o no, finalmente, que tan sostenible se quiere ser. Hay una gran diferencia entre diversos proyectos sostenibles, sin desmerecer ninguno, aquellos que cuentan con más estrategias y soluciones sostenibles incorporadas, generan los mayores ahorros y beneficios para sus usuarios. De igual manera, son estos edificios los que quizás puedan incurrir en costos adicional durante el proceso de diseño y construcción. Sin embargo, los ahorros durante la etapa de operaciones realmente hacen que la inversión valga la pena.
Quizás el mayor enemigo de las edificaciones sostenibles en el país sea nuestra propia mentalidad cortoplacista. Solemos enfocarnos en el cuanto me cuesta, casi nunca pensamos en cuanto me va a costar durante toda su vida útil.
¿Qué certificaciones de construcción sostenible se aplican en el país?
Si bien existen más de 87 sistemas de certificación en el mundo, en el país se utilizan 6: LEED, EDGE, WELL, SITES, Mi Vivienda Sostenible (exBono Mi Vivienda Sostenible), y las ISOs correspondientes a procesos de construcción y/o ahorro energético (ISO 14001 e ISO 50001).
LEED y EDGE son dos de los sistemas de certificación más populares en el país y en el mundo. Ambas certifican los procesos de diseño y construcción de las edificaciones y aseguran dejar las pautas y lineamientos para una correcta operación y mantenimiento de dichas edificaciones. Entre ambas, contamos con más de 130 proyectos certificados y 200 en proceso, de todo tipo, distribuidos por todo el país.
La certificación SITES se enfoca en desarrollos urbanos y proyectos de paisajismo. La certificación WELL se enfoca en los elementos de salud y bienestar de las edificaciones y su impacto en las personas.
La certificación Mi Vivienda Sostenible, del programa Mi Vivienda Verde del Fondo Mi Vivienda, al igual que LEED y EDGE certifican el diseño y la construcción de proyectos, en este caso solo residenciales. Como factor adicional, usuarios que desean comprar una unidad de vivienda en estas certificaciones reciben un bono y una tasa preferencial.
¿Cómo funciona el proceso para certificar como sostenible a un proyecto de construcción?
El proceso de certificar un proyecto es bastante sencillo, en teoría. Los equipos de proyecto trabajan con profesionales conocidos como “consultores” quienes los acompañan durante todo el proceso de diseño y construcción para asegurarse de que se cumpla con los diferentes requerimientos de certificación.
Los diferentes sistemas de certificación cuentan con diversos requerimientos, algunos más exigente que otros. Por ejemplo, la certificación LEED tiene toda una categoría llamada “Energía y Atmósfera” en la cual se busca disminuir el consumo energético del proyecto mediante diversas estrategias. Se trabaja un modelado energético para simular el consumo de la futura edificación e identificar oportunidades de mejora, ya sea con estrategias de diseño o implementación de equipamiento, como paneles solares, equipos de aire acondicionado eficientes, entre otros. Los consultores se encargan de esta identificación y evaluación. Ellos guían a los equipos de proyecto a tomar las mejores decisiones para lograr cumplir con los puntajes deseados, así como ahorros y resultados deseados.
Como Peru GBC trabajamos con todas las empresas de consultoría del país. Nos aseguramos de hacerle seguimiento a sus proyectos, ver debilidades en la implementación de los sistemas de certificación en el país, identificar oportunidades de mejora, y seguir capacitándolos y trayendo novedades. Si bien representamos a varios de los diversos sistemas de certificación en el país, no somos los responsables de otorgan los certificados finales. Somos promotores y educadores.
¿Cuántos proyectos se encuentran certificados en Perú y en qué zonas y sectores se ubican?
Entre LEED y EDGE contamos con más de 130 proyectos sostenibles certificados. El programa Mi Vivienda Verde, cuenta también con una gran cantidad de proyectos residenciales certificados, distribuidos por todo el país.
Las últimas cifras presentadas por el Fondo Mi Vivienda nos hablan de más de 300 proyectos multifamiliares certificados y 60,000 usuarios (familias) beneficiados con los bonos y tasas preferenciales.
¿Cómo ha sido hasta ahora la aplicación del Código Técnico de Construcción Sostenible en el país?
Desde su lanzamiento en el 2015, el Código Técnico de Construcción Sostenible ha sido voluntario, lo que ha dificultado su implementación. El documento original se trabajó mediante un comité multidisciplinario del cual formamos parte, así como el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, liderando, otros ministerios y entidades relevantes del sector construcción.
Al día de hoy, nos encontramos brindándole apoyo al MVCS para la actualización del documento y lanzamiento de la versión 2. Esta versión será un poco más aterrizada a la situación actual de la construcción sostenible en el país. Buscará también la obligatoriedad en ciertos sectores, lo cual será una pieza clave en el impulso del movimiento en los próximos años.
No obstante, algunas Municipalidades ya están pidiendo que se cumpla con la versión vigente como parte de sus programas de incentivos a edificios verdes. Miraflores fue el caso en el año 2018 y ahora, con la nueva versión a puertas de lanzarse, varias municipalidades con las que estamos trabajando también lo están contemplando.
¿Cree usted que las enseñanzas que nos ha dejado esta pandemia acelerará aún más el impulso de la construcción sostenible en el Perú?
Hay quienes dicen que la pandemia nos ha cambiado la manera de pensar sobre la sostenibilidad, hay quienes creen que no. Lo que definitivamente podemos percibir, es que hay una mayor concientización sobre el impacto que tenemos como ciudadanos en nuestro medio ambiente y salud. Si pensamos en los primeros días de confinamiento; en los cielos azules, calles y ríos limpios, y aire fresco, creo que todos queremos vivir en ciudades así. La vuelta a la normalidad nos lo impide, sin embargo se puede decir que “hemos visto la luz”, sabemos cómo podrían ser las cosas si hacemos las cosas bien, y el impacto que tendría en nuestras vidas.
El tema de la calidad ambiental interior es clave para el movimiento de construcción sostenible desde hace varios años. Hoy, todos buscamos espacios sanos y seguros. Hoy pensamos dos veces sobre nuestro espacio de trabajo, de descanso y diversión. Tener esas preocupaciones presentes, de manera constante, nos permitirá tomar mejores decisiones sobre nuestras edificaciones.