Eduardo Galdós Bendezú, jefe HSE de Fenix, cuenta a Stakeholders cómo la compañía ha logrado obtener una huella hídrica directa de cero mediante el empleo de agua de mar. Gracias a las innovadoras iniciativas puestas en práctica, también han obtenido el Certificado Azul otorgado por la Autoridad Nacional del Agua (ANA). 

Por Stakeholders

Lectura de:

Eduardo Galdós Bendezú – Jefe HSE de Fenix

¿Qué importancia tiene el agua como recurso fundamental para sus operaciones?

El agua es clave en nuestras operaciones y es la razón por la cual nuestra central termoeléctrica está ubicada en un punto estratégico para tener acceso al agua de mar. De esta manera, evitamos el uso de agua continental (agua dulce) en nuestra operación, logrando una huella hídrica directa de cero. Cabe señalar que un tercio de nuestra energía es generada con vapor de agua.

Usamos el agua de mar para el enfriamiento de nuestros equipos y para la producción de agua desmineralizada, que nos sirve para nuestro proceso de generación eléctrica, y de agua potable, como parte de nuestro compromiso social con nuestra comunidad vecina en Chilca

En ese sentido, en lugar de restar agua, sumamos agua para la comunidad y mantenemos nuestras operaciones de manera más eficiente.

¿De qué manera el tema de gestión del agua se inserta en la estrategia de sostenibilidad de su empresa y cuál ha sido el impacto en la comunidad?

La gestión hídrica es estratégica para Fenix, pues de esta depende gran parte de nuestra operación y de nuestra relación con la comunidad, y esta visión está desde nuestros orígenes. 

El diseño de nuestra central incluyó la construcción de una planta desalinizadora de US$ 4 millones, la cual tiene una capacidad de desalinización de 2500 m3 diarios: 500 m3 para la generación de energía eléctrica y hasta 2000 m3 para el abastecimiento de agua potable destinada a la población.

Es así como, desde una mirada de valor compartido, nace nuestro programa de responsabilidad social “Agua de Mar que Transforman Vidas”, y desde hace 8 años producimos y entregamos gratuitamente agua potable a la Municipalidad de Chilca. Solo en el 2022, fueron entregados de manera gratuita más de 379 mil m3 de agua potable, beneficiando a alrededor de 8 mil vecinos de la población local.

El impacto más potente y visible de esta iniciativa es con la población infantil. Las enfermedades diarreicas se redujeron significativamente porque ahora la población tiene agua de calidad para su consumo.

¿Qué acciones concretas viene realizando su empresa en relación con el manejo y medición de la llamada Huella Hídrica?

Usar agua de mar nos hace una empresa con huella hídrica cero. En este sentido, nos enfocamos en la optimización del uso de agua en nuestros procesos que permitan generar beneficios para nuestra operación. 

Además del uso de agua de mar para la generación de energía, contamos con un sistema de condensado que nos permite recuperar el agua de la humedad del ambiente, aprovechar su buena calidad para luego ser transformada en agua desmineralizada. 

En el 2022, el 75.5% del total de agua desmineralizada que utilizamos para generar un tercio de nuestra energía fue producida con agua de condensado, y el restante con agua de mar. Esta innovadora iniciativa nos ha permitido generar ahorro de costos y flexibilizar nuestra operación al no depender únicamente del proceso de desalinización de agua de mar. 

También implementamos una planta de tratamiento de agua residual doméstica (PTARD), la cual usamos para el riego de nuestras áreas verdes.

Gracias a estos innovadores proyectos hemos obtenido el Certificado Azul otorgado por la Autoridad Nacional del Agua (ANA), con quien tenemos participaciones activas como parte de nuestro compromiso de seguir esforzándonos en los procesos de optimización.

¿Qué planes específicos ha puesto en práctica su empresa para el manejo eficiente de aguas residuales derivadas de sus procesos de producción?

Nuestra central térmica cuenta con un diseño que sigue los altos estándares del Banco Mundial para asegurar el manejo adecuado de nuestras aguas industriales, que básicamente es el agua de mar que enfrió nuestros equipos.  Con relación a los efluentes domésticos de la planta, en lugar de evacuarlos al mar, los procesamos a través de nuestra Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Domésticas (PTARD), para luego usar esa agua en el riego de las áreas verdes de la planta. Así, evitamos el uso de agua adicional.

¿Cuáles han sido los resultados obtenidos hasta ahora con esos planes?

Dando este doble uso al agua, ahora tenemos una gran cantidad de áreas verdes en la planta térmica, y por el lado del manejo del efluente industrial no tenemos ninguna variación respecto a comunidades del ecosistema marino en esa zona. Esto es frecuentemente fiscalizado por la autoridad ambiental.

¿Qué deben considerar las empresas peruanas para lograr una gestión eficiente del agua?

Siempre es posible optimizar procesos para tener un manejo más eficiente del agua. Nosotros ya contamos con una Huella Hídrica 0 y hemos encontrado otras formas de seguir optimizando procesos. Es recomendable hacerlo desde el diseño de las operaciones y considerando elementos que puedan generar valor compartido con la comunidad.







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