Por Lucero Andaluz Llerena
Jefa de Sostenibilidad de RIMAC Seguros
El voluntariado siempre ha sido una parte muy importante de nuestra cultura corporativa. Cada año, un promedio de 1,500 de nuestros colaboradores participan activamente y se involucran en las distintas iniciativas ofrecidas por nuestro Programa de Voluntariado Corporativo.
En línea con nuestra estrategia de sostenibilidad, el Voluntariado RIMAC tiene como objetivo central contribuir con el bienestar y la prevención de las familias peruanas. Nuestras actividades incluyen intervenciones en comunidades vulnerables, con foco en la mejora de infraestructura y en el dictado de talleres de salud y prevención. A ello se suma la donación voluntaria de sangre que es otro de nuestros pilares de voluntariado. Cada año, cientos de nuestros colaboradores donan sangre para pacientes de hospitales públicos, como el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja y el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. La donación de sangre se complementa, además, con importantes donaciones en beneficio de organizaciones sociales enfocadas en salud y prevención como la Liga Peruana de Lucha Contra el Cáncer.
La pandemia nos sorprendió en un año con muchos planes para nuestro voluntariado corporativo. Teníamos programadas cerca de 20 actividades a nivel nacional, muchas de ellas llevándose a cabo por primera vez en algunas provincias. Pero lejos de lamentarnos, paralizarnos o amilanarnos frente a una de las peores crisis sanitarias y económicas de nuestra historia, buscamos la manera de reinventar nuestras iniciativas para seguir generando un impacto positivo y tangible a través de nuestro voluntariado.
Nuestro propósito, “protegemos tu mundo, impulsamos tu bienestar”, cobró así una especial importancia y reforzó el compromiso de nuestros colaboradores de contribuir con la salud y la prevención en el país.
Creamos dos iniciativas de voluntariado digital. La primera, llamada “Emprendimiento X”, se centró en contribuir con la reactivación económica de las Pymes, enfocándonos en nuestra cadena de valor. Formamos equipos multidisciplinarios de colaboradores que ofrecieron por varias semanas asesorías gratuitas a un número de nuestras principales Pymes proveedoras, apoyándolas en su proceso de reinvención para hacer frente a la pandemia.
El segundo voluntariado digital se llamó EducActiva y lo desplegamos junto a Aporta, el laboratorio de innovación social de BRECA. Esta iniciativa les brindó a nuestros voluntarios, la oportunidad de adoptar el rol de tutores, apoyando en la educación a distancia de los hijos e hijas de colaboradores de RIMAC en materias como Matemáticas y Comunicaciones. Definitivamente, los voluntariados digitales implicaron nuevos retos, como mantener la motivación y el compromiso de los voluntarios a pesar de la distancia. Sin embargo, fueron iniciativas muy enriquecedoras, eficientes y de alto impacto, por lo que hemos decidido conservar el voluntariado digital como una línea de acción permanente dentro de nuestro programa de voluntariado corporativo.
Por otro lado, la pandemia y el confinamiento afectaron exponencialmente la recolección de unidades de sangre en todo el país. Frente a esta situación, reforzamos nuestro compromiso con la donación voluntaria de sangre. En alianza con el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, fomentamos la donación a domicilio a través del “Donamóvil”, un vehículo acondicionado para la recolección de unidades de sangre con protocolos de bioseguridad. De esta manera nuestros colaboradores, así como sus familiares y vecinos, pudieron donar sangre de manera voluntaria, evitando los riesgos de acudir a un hospital.
Nuestro voluntariado también estuvo muy activo y solidario durante el año en cuanto a la recaudación de donaciones. Desde el inicio de la pandemia, nuestra compañía se alió con diversas organizaciones para contribuir con la prevención y cuidado de las familias peruanas, donando cerca de un millón de soles en alimentos, medicinas, vacunas, estaciones de bioseguridad, oxígeno y otro tipo de contribuciones para combatir la pandemia. Nuestros voluntarios se sumaron con un aporte de más de S/ 75,000 a través de distintas campañas internas, en favor de iniciativas como “Respira Perú” que contribuyó a llevar oxígeno a las zonas más golpeadas por el COVID-19 y salvar miles de vidas.
Todas estas acciones de nuestro voluntariado 2020, no implicaron, sin embargo, que dejáramos de lado el apoyo a las comunidades vulnerables en las que habíamos estado interviniendo presencialmente en años anteriores. Junto a nuestro aliado TECHO, redestinamos el presupuesto de las actividades programadas a la donación de nueve toneladas de alimentos y de miles de mascarillas y guantes para contribuir a la prevención del COVID-19. Asimismo, donamos cerca de 800 vacunas para reforzar el sistema inmunológico de los perfiles más vulnerables de estas comunidades, entre ellos adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Finalmente, nuestro voluntariado navideño, que históricamente es el de mayor participación en nuestra compañía, volvió a apadrinar a la comunidad “Minas 2000” de San Juan de Miraflores, la misma que habíamos visitado presencialmente en diciembre del 2019. Esta vez le brindamos a nuestros colaboradores distintas posibilidades de apoyo a distancia, incluyendo la donación de víveres, ropa y juguetes, estableciendo puntos de acopio en distintos puntos de la ciudad, gracias a voluntarios que ofrecieron sus propias casas para ello. El compromiso y espíritu solidario de nuestros colaboradores se puso nuevamente de manifiesto y logramos la mayor convocatoria para una actividad de donación de este tipo.
Como señalé al principio de este artículo, el voluntariado siempre ha sido una parte muy importante dentro de la cultura corporativa de RIMAC. Sin embargo, este año he sido testigo de hasta dónde puede llegar la voluntad de las personas por ayudar a su país en los momentos más críticos. La pandemia nos ha golpeado de diversas maneras a todos, pero ha sabido también sacar a relucir lo mejor de cada uno de nosotros. Estoy muy orgullosa de tener la oportunidad de liderar al equipo de voluntarios RIMAC, un grupo humano excelente que este y todos los años resalta por su compromiso con el Perú. Es nuestro rol como gestores de sostenibilidad seguir ofreciéndoles a nuestros colaboradores la oportunidad de canalizar su espíritu solidario a través del voluntariado corporativo, porque como decimos en RIMAC: