¿Qué resultados destacan como producto de los programas de voluntariado corporativo de ISA ENERGÍA?
En nuestro caso, el impacto se evidencia en resultados concretos y medibles en las zonas de influencia. Solo en 2024, beneficiamos a más de 40 000 personas a través de proyectos y campañas sociales; realizamos charlas comunitarias para más de 7500 personas en 210 comunidades de ocho regiones del país, e impulsamos una campaña de salud que alcanzó a más de 3400 personas en Piura, Lambayeque y Lima.
¿Cuál es el enfoque con el que desarrollan cada una de las iniciativas?
Nuestros voluntariados se suelen desarrollar en el marco de programas sociales ya establecidos, como Huertos en Línea y Jardines de Vida, lo que garantiza que generen capacidades instaladas y no acciones aisladas. Asimismo, contamos con alianzas para el desarrollo de estas actividades. Por ejemplo, en voluntariados con Perú Champs. Esto asegura un impacto real, sostenido y alineado con las necesidades de las comunidades.
¿Cómo se vincula el concepto de voluntariado con la estrategia de sostenibilidad de la compañía?
El voluntariado es un componente central de nuestro Plan de Gestión Social y se desarrolla en las áreas de influencia de nuestras operaciones de transmisión eléctrica, donde generamos impacto directo. Cada iniciativa contribuye al desarrollo y bienestar de las comunidades, articulándose con nuestros cuatro ejes estratégicos de sostenibilidad: educación y formación, emprendimiento y productividad, infraestructura y acceso a servicios y operaciones sostenibles.
Estos ejes están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con un enfoque de largo plazo: generar valor compartido y fortalecer ecosistemas comunitarios en las áreas donde operamos. De esta forma, el voluntariado está alineado con nuestro negocio de infraestructura eléctrica y la permanencia de largo plazo en los territorios.
¿Qué pasos previos desarrollan a la implementación de algún programa?
El diseño e implementación de los voluntariados se fundamenta en diagnósticos participativos, análisis de riesgos y oportunidades sociales y se enmarca en el modelo de gestión social de ISA y sus empresas, “Conexión Desarrollo”, que define objetivos, metas e indicadores para cada intervención.
Además, mantenemos mecanismos permanentes de escucha, incluyendo canales exclusivos de atención y presencia directa en subestaciones, que nos permiten monitorear cambios en las comunidades y ajustar los programas cuando es necesario. Los proyectos que acompañan el voluntariado, como Huertos en Línea, Jardines de Vida, campañas de salud, responden a problemáticas ya identificadas y que se abordan de manera sostenida, no como acciones puntuales de un solo día.
¿Qué aporte identifican en las alianzas que establecen con otras organizaciones al momento de las intervenciones?
Las alianzas son un componente central de nuestro modelo de intervención. Trabajamos con organizaciones especializadas como INGEC y Misha Rastrera, que aportan conocimiento técnico y presencia territorial.Estas colaboraciones permiten complementar nuestras capacidades con metodologías de educación, salud, desarrollo productivo y agricultura sostenible, potenciando el impacto de iniciativas como Huertos en Línea, Jardines de Vida. Gracias a estas alianzas, nuestras intervenciones son más consistentes, sostenibles y adecuadas al contexto de cada comunidad, evitando esfuerzos aislados y fortaleciendo el valor social generado.
Medir el nivel de impacto es un reto constante en los programas de voluntariado. ¿Qué estándares o lineamientos orientan las mediciones que realizan desde ISA ENERGÍA?
En ISA ENERGÍA contamos con un sistema de medición basado en metodologías estandarizadas y verificables. Utilizamos los estándares GRI para reportar nuestras acciones sociales y asegurar comparabilidad. Además, aplicamos la herramienta de Retorno Social de la Inversión (SROI) para cuantificar el valor social generado y evaluar la efectividad de nuestras intervenciones.
Toda esta información se integra en nuestras memorias corporativas bajo políticas de gestión social, ambiental y de riesgos, lo que garantiza transparencia y confiabilidad en los datos reportados.
“Solo en 2024, beneficiamos a más de 40 000 personas a través de proyectos y campañas sociales”.

¿Cuál es la ruta que siguen con los voluntariados que buscan una contribución en particular?
En voluntariados específicos también se registran indicadores detallados; por ejemplo, en la experiencia de voluntariado “Transformo el futuro con las 7R’s” no se contabilizaron horas de dedicación y voluntarios, sino también los productos educativos generados, permitiendo reportes de valor y resultado.
¿Qué áreas temáticas y de territorio abarcan los programas que han venido ejecutando a lo largo del tiempo?
Nuestros programas de voluntariado abarcan educación, desarrollo local y acción ambiental, con iniciativas tanto en Lima como en nuestras zonas de operación en el norte y sur del país.
Es el caso del voluntariado “Transformo el futuro con las 7R’s” que fortaleció aprendizajes sobre economía circular, creatividad y participación comunitaria en dos jornadas presenciales. Este contó con la participación de 27 escolares de primaria, creación de proyectos sostenibles y feria ambiental con familias. Además, en Chiclayo, los voluntarios de la Subgerencia de Transmisión Norte reforzaron el equipamiento del Centro de Salud de Cerropón, habilitando un nuevo espacio para el tamizaje de neonatos y consultas de pediatría.
¿Resaltaría alguno que haya coadyuvado al cuidado del ambiente o a la armonía de este con comunidades?
En el ámbito ambiental, iniciativas como Murales que Conectan promueven la sensibilización ambiental y la mejora de infraestructura. En Arequipa, voluntarios de la Subgerencia de Transmisión Sur trabajaron con una artista local para crear un mural combinando arte, innovación y promoción de conciencia ambiental. En Lima, el Voluntariado Verde renovó y reforzó la infraestructura del proyecto Jardines de Vida, impulsando prácticas de agricultura sostenible en zonas vulnerables.
¿Cuál diría que es el principal desafío para mantener la motivación de los colaboradores?
El principal reto es mantener una participación voluntaria que no dependa solo de esfuerzos espontáneos, sino que se sostenga en el tiempo. Para ello, trabajamos con un enfoque que conecta el voluntariado con el propósito del negocio y con los ejes de sostenibilidad. En 2025 participaron 53 trabajadores, alcanzando 277 horas de voluntariado, lo que demuestra una cultura fortalecida.











