
Cada año, cerca de 1,3 millones de personas mueren en el mundo debido a accidentes de tránsito, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Perú, la situación también es crítica: se reportan aproximadamente 3.000 fallecidos anuales, siendo las principales causas la imprudencia de los conductores, la conducción en estado de ebriedad y el incumplimiento de medidas básicas, como el uso del cinturón de seguridad.
Particularmente preocupante es este último factor. Según el Touring y Automóvil Club del Perú, la baja percepción de riesgo entre los pasajeros —especialmente aquellos que se ubican en la parte trasera del vehículo— contribuye al desuso del cinturón. «Ocho de cada diez pasajeros en la parte posterior no lo utilizan», precisó Gabriela Goñi, gerente general de la asociación, durante el lanzamiento de la campaña «Cinturón Abrochado, destino asegurado».
Concientizar sobre el uso del cinturón de seguridad
La iniciativa tiene como objetivo revertir esta realidad mediante una alianza estratégica con plataformas de movilidad como Cabify, Didi, InDrive y Uber. A través de estas apps, los usuarios recibirán mensajes de alerta que les recordarán la importancia de abrocharse el cinturón sin importar dónde se sienten en el vehículo.

El compromiso de las partes incluye no solo promover el mensaje preventivo, sino también garantizar que todos los vehículos cuenten con cinturones operativos y capacitar a los conductores para incentivar su uso. Además, se incorporarán preguntas relacionadas al uso del cinturón en las encuestas de satisfacción, a fin de medir el impacto del mensaje en los hábitos de los usuarios.
Desde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, el director de la Dirección de Seguridad Vial, Pedro Olivares, destacó que la seguridad vial no debe ser responsabilidad exclusiva de los conductores. «Es una tarea compartida, donde el compromiso del pasajero también es crucial», señaló.

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Aunque la campaña cuenta con el respaldo de las principales apps de transporte, la invitación sigue abierta a más actores. «Convocamos a todas las plataformas y servicios de movilidad a unirse. Esta causa nos concierne a todos», enfatizó Goñi.
La campaña se implementará entre abril y junio de 2025. Al término de este periodo, se evaluarán sus resultados y se compartirán públicamente los aprendizajes.
En un país donde la siniestralidad vial sigue cobrando miles de vidas al año, iniciativas como esta nos recuerdan que la seguridad no debe depender únicamente del Estado o las empresas: es una construcción colectiva. Usar el cinturón no debería ser un acto de consciencia posterior a una tragedia, sino un hábito cotidiano, tan natural como cerrar la puerta al salir de casa. Porque cada clic del cinturón puede significar una vida salvada. La pregunta no es quién debe hacerlo, sino por qué aún no lo hacemos todos.
