Por Stakeholders

Lectura de:

Roberto Dongo-Soria
Docente de EPEC – UPN

El año pasado fue publicado el Digital Vortex 2019[1], en el que se hace un análisis global de más de 1,200 compañías de diferentes sectores identificando la velocidad, impacto y predictibilidad de los cambios que se han venido dando en los últimos años.

Según el estudio, durante el 2019 el 75% de las compañías entrevistadas manifestaron que tenían definida una Estrategia Digital, esto mostró una clara mejora si lo comparamos con el 2017 cuando sólo el 54% la tenían. Sin embargo, sólo el 22% considera que su estrategia es articulada a nivel compañía y el 53% menciona que tiene una estrategia fragmentada. Y lo que más llama la atención, es que sólo el 5% de los procesos de transformación lograron o superaron los objetivos esperados.

Aún en la actualidad muchas compañías no tienen claro en qué consiste realmente la Transformación Digital. Esto no se trata sólo de llenar las paredes con post its, tampoco de cambiar las oficinas a un formato open space poniendo un play station, ni mucho menos de automatizar los procesos que se vienen aplicando desde hace varios años.

Es necesario entender que la Transformación Digital no es una meta (no tiene un final definido) sino una nueva forma de pensar, de trabajar y de relacionarse en una compañía.
Hay componentes que posibilitan una compañía digital, entre ellos podemos considerar los siguientes:

  1. El cliente siempre es el centro de sus decisiones: en alguna de las compañías en las trabajé en todas las salas de reuniones había un letrero que decía ¿Qué se llevaron nuestros clientes de esta reunión? Muy potente el mensaje
  2. Propósito claro: ¿qué valor le estás generado a tus clientes? ¿por qué te eligen a ti y no a tu competencia? Toda la organización debe tenerlo claro.
  3. Decisiones rápidas: no hay parálisis por análisis, pero se basan en datos – Data Driven Company.
  4. No tienen miedo a cometer errores: ‘equivócate rápido y barato’; es más, hacen públicos los errores para que otras personas no se vuelvan a equivocar con lo mismo.
  5. Cultivan talento: se preocupan por incentivar el desarrollo de sus colaboradores, esto es fundamental.
  6. Empoderan a sus colaboradores: les dan libertad para crear y proponer nuevas ideas.
  7. Cuestionan constantemente: ponen a prueba su modelo de negocio, no esperan que la competencia reaccione, sino que ellos compiten consigo mismos.
  8. Cultura Lean Agile: en lugar de automatizar sus procesos vigentes, primero evalúan si éstos generan valor, luego los mejoran y recién después los automatizan; nunca al revés.
  9. Metodología Squads: los colaboradores trabajan en equipos multidisciplinarios para encontrar soluciones, no existen silos organizacionales entre áreas.

Cabe señalar que este modelo sólo funciona si los líderes de la organización están alineados y lo fomentan; el reto está planteado. Ahora esperemos la publicación del Digital Vortex 2020 para analizar de qué manera ha afectado la pandemia este proceso de cambio.


[1] https://www.imd.org/contentassets/d4b328f064c844cd864a79369ba8405a/digital-vortex.pdf







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