Por Stakeholders

Lectura de:

Peter Yamakawa
Decano de ESAN Graduate School of Business

Un reciente estudio de las consultoras Consumer Truth e InTarget indicó que el 79 % de los consumidores peruanos está dispuesto a comprar más a las empresas y marcas que han sido solidarias en esta coyuntura de pandemia. La razón de ello se debe a que en este difícil 2020 algo que se ha necesitado es la empatía y unión entre todos (personas, organizaciones e instituciones públicas) para salir delante de esta crisis nunca antes vista.

De esta forma, fue muy valorado que organizaciones de distintos rubros (mineras, pesqueras, cementeras, entre otras) donaran plantas de oxígeno o materiales de bioseguridad al personal médico de diversas regiones del país.

También se reconoció a aquellos negocios como San Antonio que, pese a verse muy perjudicados con las restricciones para operar, no ejercieron despidos masivos y se preocuparon por su personal. En el caso de ESAN, recibimos el agradecimiento de la comunidad por nuestras conferencias gratuitas sobre temas utilitarios en negocios, así como por la donación de equipos de protección que fueron destinados al personal médico y las fuerzas armadas de Lima y regiones.

Retos y perspectivas

De cara al 2021, y aún en medio de la pandemia, es necesario que las organizaciones continúen con su apoyo a la comunidad pues estamos lejos de terminar con esta emergencia sanitaria. Si bien resulta comprensible que existan recortes presupuestales por menores ventas, no se puede perder de vista que sin las personas, las empresas no son nada. Por ello, es necesario hacer un esfuerzo por continuar con donaciones o servicios de libre acceso al público.

Si bien los recursos son más limitados, la asociatividad puede ser una alternativa interesante para maximizar esfuerzos. Por ejemplo, si se quisiera producir más equipos de bioseguridad, las empresas de tecnología o universidades pueden poner a disposición sus equipos de fabricación 3D, otras compañías pueden donar los materiales para la fabricación de los implementos y las empresas del rubro de transporte se encargarían de la logística.

Otro ejemplo de colaboración que podría darse es que empresas o instituciones del mismo rubro se unan para campañas particulares. En el caso de la educación, las universidades podrían juntarse para ofrecer asesorías de negocios aprovechando a sus profesores y las plataformas tecnológicas que poseen.

Por un mejor futuro

A manera de cierre, dentro de los distintos análisis que se han hecho sobre cuánto cambiará el mundo de los negocios a raíz de la pandemia, un aspecto muy importante es el propósito de marca. En esta línea, en la nueva normalidad, las organizaciones que no logren construir vínculos cercanos con su público objetivo y no gocen de una buena reputación, estarán condenadas a desaparecer en el largo plazo. Atrás quedaron las épocas donde la rentabilidad y las ventas eran los únicos indicadores a considerar en los balances de fin de año.

La sociedad cambió y resulta importante que las organizaciones se preocupen por sus procesos y analicen el impacto que causan en el medio ambiente y en las mismas personas. El cuidado del planeta, la generación de un buen clima laboral, el tener condiciones de trabajo justas y el comprometerse con luchas sociales, son aspectos fundamentales para que un negocio esté a la altura de lo que demandan las personas del siglo XXI.







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.