Erik van Eekelen, director del programa BwN III de EcoShape, destaca cómo las Soluciones Basadas en la Naturaleza están transformando la ingeniería tradicional al integrar procesos ecológicos en el diseño de infraestructura resiliente y sostenible.

Construir con la naturaleza: una mirada desde los Países Bajos al futuro de la infraestructura sostenible

Por Osmaro Villanueva

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A medida que los retos climáticos se intensifican en todo el mundo, crece también la necesidad de repensar cómo se diseña y construye infraestructura. Frente a esta realidad, surge con fuerza un enfoque que ha ganado legitimidad desde los Países Bajos: las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN). Estas iniciativas buscan utilizar los procesos naturales como aliados en lugar de verlos como obstáculos, promoviendo una infraestructura resiliente, dinámica y sostenible.

Desde 2007, la fundación neerlandesa EcoShape ha liderado este movimiento con una fórmula poco común: la colaboración precompetitiva entre competidores naturales.

“Somos empresas que normalmente compiten por los mismos contratos a nivel mundial, pero decidimos unirnos para cambiar una visión limitada de la infraestructura”, explica Erik van Eekelen, director del programa Building with Nature (BwN) III de EcoShape.

“Vimos que los estudios ambientales eran reactivos y, muchas veces, obstaculizaban el desarrollo de proyectos. Estudiábamos durante 25 años el impacto negativo de una obra como la expansión del puerto de Rotterdam… pero nadie analizaba los beneficios ecológicos que podría traer.”

Esta reflexión dio origen a un modelo distinto, en el que ingenieros, contratistas, centros de conocimiento y ONG desarrollan en conjunto pilotos y herramientas que integren dinámicas ecológicas reales. Para Van Eekelen, este es un cambio cultural.

“No se trata solo de diseñar estructuras estáticas, como rompeolas, que son iguales sin importar el lugar. Las soluciones basadas en naturaleza se adaptan al contexto, incorporan las estaciones, la vegetación, la arena que se mueve… todo eso forma parte del diseño. Y eso lo hace desafiante, pero también poderoso”.

Una filosofía que cruza continentes

Perú no es ajeno a esta mirada. En noviembre de 2024, una delegación de expertos neerlandeses —entre ellos representantes de EcoShape— visitó Trujillo, junto al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, para evaluar las zonas afectadas por erosión costera en Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco.

La misión se enfocó en proponer intervenciones sostenibles inspiradas en casos exitosos como el del Sand Motor (Motor de Arena) en los Países Bajos, una solución que simula un banco de arena para restaurar ecosistemas costeros a largo plazo.

Construir con la naturaleza: una mirada desde los Países Bajos al futuro de la infraestructura sostenible
Erik van Eekelen, Director BwN III Program de Ecoshape.

Van Eekelen detalla: “La solución no es construir un muro. El Sand Motor, por ejemplo, es una intervención que deposita arena en una zona específica y deja que el mar la distribuya naturalmente. La naturaleza hace su parte. No todo es concreto: hay que respetar la dinámica natural”.

Este enfoque dialoga incluso con las raíces del Perú. “Los incas ya lo hacían. Su ingeniería del agua era avanzada porque comprendían los ecosistemas. No industrializaban, adaptaban”, reflexiona Van Eekelen. “Y eso es lo que necesitamos hoy. No imponer, sino aprender de la naturaleza y trabajar con ella”.

Más que ingeniería: una forma de pensar

Uno de los elementos clave de las SbN es la aceptación de la incertidumbre. Van Eekelen recuerda las palabras de su profesor de mecánica de fluidos: “Podemos calcular la fuerza que se generará cuando mueva esta caja de agua, pero nunca podremos saber qué camino tomará cada partícula de agua. Ese es uno de los grandes secretos de la naturaleza”. Esta lección, aparentemente simple, cambió su forma de ver la ingeniería.

“Como ingeniero, me enseñaron a diseñar soluciones ante problemas concretos. Pero entendí que siempre habrá algo más grande que no comprendemos del todo”, confiesa. “Por eso, en lugar de resistirnos, debemos cultivar, fomentar y trabajar con esas fuerzas naturales. Eso me inspira a contradecir a quienes creen que solo se pueden construir estructuras técnicas, sin alma. Yo creo que podemos diseñar soluciones técnicas que también generen vida.”

En un contexto global donde los desastres naturales y los efectos del cambio climático se acentúan, las SbN no son solo una tendencia, sino una necesidad. Permiten proteger activos estratégicos —como carreteras, puertos o ciudades—, y al mismo tiempo, regenerar ecosistemas, reducir emisiones, mitigar inundaciones y crear beneficios sociales duraderos.

El desafío de la escalabilidad

Uno de los principales retos para masificar estas soluciones radica en cambiar la mentalidad dominante. “En infraestructura tradicional se busca lo estático, lo predecible. Pero el mundo no es estático. Un camino puede construirse sobre un paisaje cambiante, y aun así cumplir su función”, afirma Van Eekelen.

Este paradigma exige una nueva forma de diseñar políticas públicas, capacitar a profesionales y repensar las prioridades presupuestales.

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La colaboración intersectorial es vital en esta transición. Por eso EcoShape trabaja desde una fase precompetitiva, es decir, antes del proceso de licitación de una obra. “En esta etapa, nos sentamos todos los actores: empresas, Estado, consultores, ONG. Así generamos soluciones que no están pensadas solo para ganar un contrato, sino para maximizar el valor público y ambiental de una intervención”, explica el ingeniero neerlandés.

Esta lógica se vuelve especialmente relevante en países como Perú, donde existen regiones altamente vulnerables a la erosión costera, la desertificación o las inundaciones. En este contexto, Van Eekelen insiste en que las SbN pueden convertirse en un eje estratégico para la inversión pública: “No se trata de hacer más costoso un proyecto, sino de hacerlo más inteligente y duradero. Lo natural no es lo opuesto a lo técnico. De hecho, pueden ser grandes aliados”.

Un cambio inevitable

En una era de transformaciones globales, las Soluciones Basadas en la Naturaleza se proyectan como una brújula para una ingeniería del futuro, sensible al entorno, respetuosa de los ecosistemas y generadora de bienestar colectivo.

“La naturaleza es más poderosa de lo que comprendemos. No podemos controlarla completamente, pero sí podemos colaborar con ella”, concluye Van Eekelen. “Construir con la naturaleza no es una moda, es una necesidad urgente. Y cada país, cada comunidad, tiene el poder de adaptarla a su realidad”.

Con experiencias como la de Trujillo y la apertura al diálogo técnico-científico, el Perú tiene la oportunidad de convertirse en un referente latinoamericano en infraestructura sostenible, construida no contra el ambiente, sino junto a él.

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