Solo el 24% de las empresas en la región incluyen activamente estrategias enfocadas en la salud mental como parte de sus políticas de DEI, así lo reveló un reciente informe de Aequales. Este dato pone en evidencia la brecha existente entre la importancia de la salud mental y la limitada integración de recursos específicos en las empresas para abordar esta dimensión del bienestar.
El estudio de Aequales, cuyo contenido orientará el cuestionario del próximo Ranking PAR 2025, destaca la necesidad de una mayor alineación estratégica para implementar de manera efectiva las iniciativas DEI en Latinoamérica. El reporte subraya cómo la «fatiga DEI», un agotamiento provocado en los equipos por la carga emocional de estas iniciativas, se ha convertido en un reto para el 77% de los líderes empresariales, según datos de Gartner. Esta fatiga es producto de la constante adaptación a cambios sin una dirección clara, lo que ha generado frustración y desinterés entre el personal.
Aun cuando las empresas reconocen la importancia de avanzar en políticas de equidad y diversidad, solo el 8% de los líderes empresariales se sienten preparados para abordar estos desafíos. Este nivel de desalineación puede tener efectos profundos en la moral y el compromiso del personal, afectando el éxito y la sostenibilidad de las iniciativas. Sin embargo, el informe también resalta que algunas empresas avanzadas en la región están implementando enfoques innovadores, utilizando datos y adaptando sus estrategias a cada contexto para asegurar resultados positivos.
Un enfoque integral para el bienestar
El bienestar integral, que abarca la salud física, mental, social y financiera de los colaboradores, es fundamental para las organizaciones modernas. Pese a los avances en políticas de bienestar, muchas empresas todavía aplican enfoques rígidos en temas como maternidad y paternidad, limitando la flexibilidad y excluyendo necesidades emergentes. Este enfoque limitante no es suficiente para enfrentar la diversidad de una fuerza laboral moderna.
De acuerdo con Mercer, el 78% de las empresas en Latinoamérica está construyendo programas equitativos de beneficios en línea con los objetivos de DEI. Sin embargo, solo una cuarta parte integra la neurodiversidad y la salud mental en sus estrategias de manera adecuada. Esto muestra un rezago importante, ya que la salud mental afecta directamente la productividad y el ambiente laboral.
Desafíos y adaptaciones para Latinoamérica
Implementar estrategias DEI efectivas en Latinoamérica implica adaptar políticas globales a realidades locales. En esta región, políticas de diversidad universales pueden perpetuar desigualdades si no se ajustan a las necesidades específicas de cada país y sector. Industrias como la financiera o la minera, por ejemplo, requieren enfoques de DEI únicos, basados en los desafíos socioeconómicos y culturales que enfrentan.
Para que las empresas puedan adoptar políticas de valor compartido que promuevan la inclusión y equidad de manera genuina, es necesario entender y responder a las particularidades locales, priorizando el crecimiento sostenible y el bienestar de sus colaboradores.
El informe de tendencias de Aequales, publicado en capítulos y disponible en su totalidad el 6 de diciembre en su web, destaca la importancia de que las organizaciones sean resilientes, adaptables y proactivas en sus enfoques de DEI. Estas tendencias serán decisivas en el 2025, especialmente para las empresas que buscan ser referentes de sostenibilidad y equidad en la región.