Los estándares internacionales sobre derechos humanos suelen estar diseñados para ser aplicados en cualquier contexto global, lo que dificulta su aplicación directa en la realidad local de las empresas peruanas. Por ello, se requieren cada vez más guías y herramientas locales y sectoriales que sirvan de apoyo.
Un panorama complejo para la implementación
El tejido empresarial peruano, compuesto principalmente por microempresas (entre 1 y 10 trabajadores), presenta un panorama desafiante para la adopción de estándares internacionales. Las grandes empresas, que representan apenas el 0.5 % del total, son las que mayormente se adhieren a estos estándares por iniciativa propia o del mercado.
Sin embargo, la Conducta Empresarial Responsable1 no solo implica abordar los riesgos en las actividades propias, sino también en la cadena de suministro. Esto significa que las empresas deben influir en sus socios para que también respeten los derechos humanos. El reto consiste en ¿cómo hacerlo en un contexto con alta informalidad?
El desafío se agudiza en zonas con informalidad superior al 90 %, como Cajamarca o Puno. La probabilidad de incumplimiento normativo por parte de algunos proveedores dificultaría la aplicación de estándares en toda la cadena.
Un camino desafiante pero con beneficios
A pesar de las dificultades, las empresas multinacionales ya vienen aplicando estos estándares internacionales y obteniendo beneficios como la mejora de la reputación y la imagen corporativa; la reducción de riesgos operativos y legales; el acceso a nuevos mercados y clientes; el fortalecimiento de las relaciones con stakeholders; y una mayor fidelización de empleados y clientes.
«La Conducta Empresarial Responsable no solo implica abordar los riesgos en las actividades propias, sino también en la cadena de suministro».
Conscientes de estos beneficios, gremios empresariales locales han venido realizando diversas acciones para acelerar esta implementación. Por ejemplo, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía- SNMPE está próxima a publicar una Guía de debida diligencia en derechos humanos para sus asociados, la cual constituye un esfuerzo sustantivo en la promoción del respeto y promoción de derechos en el sector minero energético.
Anticiparse a los cambios y prevenir conflictos
En el Perú, es crucial que las empresas adopten estándares internacionales de forma proactiva, incluso si no son obligatorios, para anticiparse a futuras regulaciones, pues la historia nos muestra que los estándares de hoy se convierten en las regulaciones del mañana.
Las áreas de sostenibilidad y sociales son claves para impulsar la aplicación de estos estándares, ya que promueven un enfoque preventivo que incluye la identificación de brechas entre el actuar de la empresa y las percepciones de la población y como correlato, la implementación de medidas de prevención y mitigación de impactos, según corresponda.
La ola de la prevención
Diversos especialistas en conflictividad social coinciden en que la aplicación de estándares internacionales como la Debida Diligencia en derechos humanos es una herramienta invaluable para prevenir conflictos, en tanto permiten identificar y abordar problemas antes de que estos escalen, además de favorecer la confianza y la construcción de un futuro sostenible para todos.
Soy testigo directa de cómo las empresas cada vez más están dispuestas a escuchar a los grupos de interés con el ánimo de abordar las brechas en la identificación de afectaciones de una manera temprana, y subirse así a la ola de la prevención.
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1 La Conducta Empresarial Responsable es un concepto incorporado en las Líneas Directrices de la OECD sobre Empresas Multinacionales definido como el comportamiento que busca evitar y abordar las consecuencias negativas de las operaciones de las empresas sobre las personas, el medio ambiente y la sociedad. https://mneguidelines.oecd.org/RBC-LAC-scope-and-activitiesSpanish.pdf