Por Stakeholders
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El Perú siempre ha sido un país sumamente atractivo para el turista de todo el mundo. Por su patrimonio cultural, su diversidad natural y geográfica, su gastronomía y tantas otras características únicas, nuestro país es un destino extraordinario por donde se le mire.
El turismo es un sector que genera puestos de trabajo, es inclusivo pues emplea a miles de mujeres, a diversas profesiones y a emprendedores sin distingo de ningún tipo y tiene la capacidad de dinamizar economías locales y regionales.
Sin embargo, no basta que el Perú sea un destino con todas las maravillas que podamos imaginar. Hoy los intereses de los turistas son mayores de los que pueda ofrecer un país por más amplia que sea su oferta. El turista actual es uno mucho más consciente y busca que el dinero que invierta en su viaje tenga un impacto más directo en el destino que visita; por ello, no debemos dejar de lado esa perspectiva.
Es así como surge el turismo regenerativo, el cual va más allá del concepto de turismo sostenible, pues propone que en un viaje “exista un balance neto positivo como resultado de la actividad turística y así transformar a las personas y al planeta”. Dicho de otra manera, no solo busca no hacerle daño al destino, al medioambiente ni a las comunidades, sino que tiene un escalón superior dado que entrega un mayor valor agregado al buscar hacer el bien y aprovechar el potencial de los destinos turísticos para crear efectos positivos, profundizando en generar mejores condiciones medioambientales e impactar positivamente en la calidad de vida de los pobladores del destino.
Para el Perú es importante enfocarnos en el concepto de turismo regenerativo porque nos encontramos entre los 7 países más megadiversos del planeta. No somos un destino cualquiera, somos un país con una diversidad impresionante y es nuestra obligación cuidarlo para futuras generaciones; no obstante, somos muy vulnerables al cambio climático, y es ahí donde debemos poner nuestra mirada tomando previsiones. Debemos ser conscientes de que el clima y el turismo van de la mano. El clima es determinante para la toma de decisión de un viaje de vacaciones; ya sea para un destino de sol y playa, o de nieve y montaña, el clima es fundamental. El clima puede determinar el inicio de las vacaciones, su duración y su calidad. Por ello, nuestro enfoque debe centrarse en tomar acciones y mitigar los efectos negativos del cambio climático.
Somos un país con enorme potencial en materia turística, pero no llegamos aún en cifras de visitantes a competir con otros países de la región como Colombia, Argentina, República Dominicana o Brasil. Tenemos un enorme potencial de crecimiento, pero estamos muy lejos de ser un país como España que en 2023 recibió a más de 85 millones de turistas (siendo ese su año récord), o Italia con 61 millones, por poner solo dos ejemplos de países con muchísimo desarrollo y planificación turística.
«Somos un país con enorme potencial en materia turística, pero no llegamos aún en cifras de visitantes a competir con otros países de la región».
Otro de los desafíos que viene de la mano con el turismo regenerativo es trabajar de la mano -realmente- entre sector público y privado; y también entre los propios privados, así como entre el propio sector público, buscando el desarrollo coordinado y el beneficio común.
En ese contexto, debemos ofrecer el destino Perú como un destino exclusivo con enfoque en sostenibilidad y en turismo regenerativo, visiones que generen una experiencia única y de alta calidad en el viajero; pero para ello debemos empezar a sensibilizar y a educar, no solo en mitigar los efectos del cambio climático, sino también poder medir la emisión de gases con efecto invernadero. Debemos anticiparnos y prevenir los daños al entorno, así como proteger el ecosistema y biodiversidad del destino. Debemos trabajar ordenadamente entre los distintos sectores y enfocarnos en aspectos propiamente de gestión de los negocios del sector turístico alineándolos con el concepto de turismo regenerativo. Veamos más allá del corto plazo, busquemos dejar un beneficio al país y a las comunidades, pensando siempre en nuestras próximas generaciones.
