El planeta enfrenta una crisis sin precedentes, no solo en términos de cambio climático, sino también en cuanto a la violencia contra quienes luchan por protegerlo. Un nuevo informe de Global Witness revela cifras impactantes: al menos 177 defensores de la tierra y el medio ambiente fueron asesinados el año pasado, una persona cada dos días. Estas sombrías estadísticas, que elevan el total de asesinatos desde 2012 a 1.910, subrayan la creciente amenaza que enfrentan quienes se dedican a la causa ambiental en todo el mundo.
Global Witness resalta el papel fundamental de los activistas en la lucha por la justicia climática, pero también señala que entre 2015 y 2022, al menos 1.390 defensores fueron asesinados, lo que refleja un clima cada vez más peligroso para quienes se atreven a desafiar a las industrias destructivas y a los gobiernos intransigentes.
América Latina en riesgo
El 88 % de los homicidios de defensores del medio ambiente registrados en 2022 ocurrieron en América Latina. El informe señala a Colombia como el país con la tasa más alta de homicidios de defensores del medio ambiente en el mundo el año pasado, con un total de 60 muertes, más del tercio de todos los asesinatos registrados.
A pesar de que en Colombia se ratificó un acuerdo regional en el 2022 destinado a proteger a estos activistas, la cifra casi duplica los asesinatos de 2021, lo que subraya la gravedad de la situación en el país.
Otros países latinoamericanos con tasas alarmantes de asesinatos incluyen a Brasil (34 asesinatos), México (31) y Honduras (14). Filipinas también reportó un total de 11 asesinatos. Además, el informe destaca que las comunidades indígenas, que representan solo el 5 % de la población mundial, sufren un desproporcionado 34 % de los asesinatos.
La Amazonía: Un foco peligroso
La Amazonía se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos para los defensores del medio ambiente, con 39 asesinatos en el 2022, representando el 22 % de las muertes a nivel mundial. Estos incluyen el asesinato del periodista británico del Guardian, Dom Phillips, y el experto en pueblos indígenas, Bruno Pereira, quienes perdieron la vida mientras exploraban territorio indígena en Brasil. Desde 2014, al menos 296 defensores han sido asesinados en la Amazonía.
Un llamado urgente
Una tendencia preocupante que revela el informe es la impunidad que rodea a estos asesinatos. La falta de investigaciones adecuadas y la inacción de los gobiernos perpetúan el ciclo de violencia. Además, el informe destaca casos de criminalización de activistas, donde los marcos legales diseñados para protegerlos se utilizan para perseguirlos.
A medida que el mundo se enfrenta a la crisis climática, este informe sirve como un llamado urgente. Los defensores del medio ambiente son guardianes fundamentales de nuestros bosques y ecosistemas. La comunidad internacional debe tomar medidas concretas para proteger a estos valientes activistas y garantizar que se haga justicia por los asesinatos ocurridos. La supervivencia del planeta depende de ello.
Las conclusiones de este estudio llegan en un momento crucial. En noviembre, los líderes mundiales se reunirán en los Emiratos Árabes Unidos para la COP28, una reunión importante para evaluar el progreso en la implementación del histórico Acuerdo de París de 2015.
La lucha por la protección del medio ambiente se ha vuelto peligrosa en todo el mundo, con un alarmante aumento en los asesinatos de defensores. Es esencial que los líderes mundiales tomen medidas decisivas en la COP28 para abordar esta crisis y garantizar que los que defienden la tierra y el medio ambiente no tengan que pagar con sus vidas por su valiente trabajo.