El cambio de un modelo lineal a uno circular implica varios retos que necesitan del compromiso de todos los actores en el país, tal y como quedó demostrado en el V Foro Internacional de Economía Circular, organizado por la Unión Europea en el Perú. Por ello, impulsar el rol del sector privado al respecto es importante debido a su rol en la economía, y también a su capacidad para generar bienestar en todos los peruanos.
Equipo de Stakeholders
De acuerdo con la Municipalidad Metropolitana de Lima, solo en la provincia capitalina se generaron casi 4 millones de toneladas de residuos sólidos municipales en el 2020. La cifra resulta de un incremento constante de hace más de cinco años en la región y también refleja el panorama a nivel nacional, por lo que se hace urgente acelerar los esfuerzos para la transición de una economía lineal a una circular en todo el país.
Es importante resaltar que incorporar un modelo circular a las diferentes actividades económicas va más allá del reciclaje o de la valorización final de los residuos. Es todo un ciclo que requiere visualizar desde el inicio el diseño de un producto, por ejemplo, hasta su uso posterior por parte de los consumidores. En esa línea, su óptimo desarrollo trae consigo una serie de beneficios para absolutamente todos las personas y todo tipo de organizaciones, especialmente a las empresas.
Milagros Verástegui, directora general de Educación, Ciudadanía e Información Ambiental del Ministerio del Ambiente, señaló que la economía circular es un modelo de desarrollo que propone mantener el valor de los bienes y servicios el mayor tiempo posible. Es fundamental, sobre todo, en un contexto en el que los desafíos ambientales, derivados del modelo económico presente y pasado, exigen la transición del modelo productivo del Perú hacia una economía circular.
“Es un enfoque y el único cambio de timón en un contexto de crisis climática”, dijo la representante del Minam, quien participó como panelista en el V Foro Internacional de Economía Circular, organizado por la Unión Europea en el Perú.
La especialista mencionó que hay que tomar en cuenta que se proyecta para el año 2050 una población mundial de casi 10 billones de personas. De seguir bajo un modelo lineal, prosiguió, se sabe que van a ser necesarios los recursos de tres planetas para satisfacer las necesidades de los seres humanos.
De esta manera, es indispensable establecer un modelo circular desde una perspectiva integral, como se mencionó anteriormente. Verástegui se mostró de acuerdo en tanto a contemplar al modelo en distintas fases en el desarrollo de un producto, pero también dijo que se debe generar un marco en el que exista articulación entre todos los actores de las cadenas productivas.
“Se piensa (en la economía circular) desde los residuos, pero se tiene que pensar desde el diseño para que sea sostenible, tiene que haber una simbiosis industrial, en reparar y llegar a cero residuos. (…) El modelo nos va a dar varios beneficios, en la economía de los procesos, allí hay conceptos importantes de eficacia y eficiencia de cómo se producen las cosas y ello significa la alianza entre la empresa privada y la academia y no solo el sector público”, explicó.
Sector privado es clave
La articulación entre el ámbito público y el privado es esencial para el logro de metas como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en los que en definitiva la economía circular ocupa un lugar central. En ese sentido, las empresas tienen un rol tan igual de importante como el del Estado por la envergadura de sus actividades, y sus beneficios se convierten también en ventajas para los peruanos.
Jesús Salazar, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, explicó en el evento la percepción que vienen teniendo las empresas del gremio sobre la economía circular en el día a día de sus operaciones. A través de una encuesta, se halló que casi el 77% de ellas vinculan la economía circular directamente con la sostenibilidad. El 41% aseguró incluirla en su estrategia empresarial, mientras que un 32% aún se encontraba investigando al respecto.
“Hasta hace unos años atrás, cuando uno hablaba de sostenibilidad, generalmente se relacionaba con el tema ambiental. Hoy no, se entiende que es un conjunto”, destacó Salazar.
Los porcentajes permiten tener buenas expectativas acerca de cómo van interiorizando las compañías la sostenibilidad. Según este mismo sondeo, las motivaciones corporativas, del porqué apostar por la economía circular, se pueden encontrar en el mayor entendimiento de que les ayuda a mejorar las estrategias de sostenibilidad, ahorrar costos y optimizar su reputación. Además, entre sus beneficios se perciben ventajas competitivas, buena imagen y reputación, y también ahorro de costos.
Por otro lado, este enfoque circular representa no solo ventajas en la estructura de las propias empresas, sino que también brinda enormes oportunidades para mancomunar actividades sectoriales y hacer más grande los impactos positivos al medio ambiente y la sociedad. Precisamente, aquí es donde aparecen los parques ecoindustriales para generar sinergias entre diversos rubros en favor de la sostenibilidad.
Andrea Serrudo, coordinadora de Operaciones y Comunicaciones de Parques Eco-Industriales – PEI, explicó en qué consisten estos espacios: “Son una comunidad de negocios manufacturera que comparten servicios dentro de una propiedad común. Los miembros buscan mejorar el desempeño ambiental, económico y social a través de la colaboración en la administración de los aspectos ambientales y de recursos”.
En el país, si bien todavía existe un largo trecho por recorrer en su implementación, ya se vienen ejecutando acciones concretas para avanzar en el tema. Un claro ejemplo son los resultados que viene obteniendo esta iniciativa que cuenta con el soporte del Ministerio de la Producción (PRODUCE), la ONU y la Cooperación Suiza en Perú.
“Se han desarrollado varios talleres de capacitación con actores del sector público, privado y la academia. Se tiene una Hoja de Ruta en temas normativos de Parques Industriales, así como se ha modificado el Reglamento del Sistema Nacional de Parques Industriales (SNPI) para incluir conceptos de sostenibilidad”, subrayó Serrudo.
Competitividad y articulación
En la actualidad, una de las razones por las que las empresas también deben fijarse retos en torno al desarrollo sostenible pasa por la competitividad de estas. El acceso a los mercados internacionales es cada vez más exigente en términos de sostenibilidad, es así que el factor economía circular es vital para las cadenas de valor que son cada vez más analizadas a nivel global.
De este modo, en el tiempo, ha recobrado también mucha importancia algunas certificaciones que garantizan el correcto actuar en aspectos ambientales y sociales de las compañías que quieran ingresar a nuevos mercados. Jorge Barrientos, especialista del Departamento de Comercio Sostenible de PROMPERÚ, detalló en el foro que estos sellos aseguran a organizaciones internacionales que el producto final viene de un proceso de producción amigable con los ecosistemas y los stakeholders.
“Por ejemplo, somos uno de los principales exportadores de espárragos. Cuando lo hacemos a un destino como es Europa, no solo estamos exportando el producto, sino también dentro de este el agua que se utilizó y todas las contaminaciones que está asociado al proceso. Esta es la importancia de poder tener esos sellos, etiquetas que permiten justamente impulsar la circularidad y la sostenibilidad”, mencionó.
Barrientos agregó que el uso indiscriminado de materias primas lleva a un gran impacto en los recursos mismos y las personas; aunque no se note, este se puede ver plasmado en el comercio y sobre todo a nivel internacional.
En todo este escenario promisorio, el Estado también cumple una función primordial para alcanzar las metas propuestas en economía circular en el país. Su papel es clave mediante políticas públicas para impulsar el desarrollo de sistemas que potencien, por ejemplo, a las empresas a crecer e ingresar a otros mercados. Justamente, en este fin debe trabajar con ellas para generar las condiciones adecuadas en el tema, tal como lo sostuvo Ladeja Godina Košir, fundadora y directora ejecutiva de Circular Change (Eslovenia).
“Así como es importante la gobernanza pública es también la gobernanza de red. Si queremos trabajar hojas de ruta para la Economía Circular necesitamos estos agentes de transición, que pueden coordinar actividades.Tenemos que trabajar con los negocios, los mercados, con la academia, con la ciencia”, enfatizó.
Para ella, la creación de una hoja de ruta, como la aprobada para el sector industria en el 2020, es un primer paso para el Perú. Sin embargo, es fundamental también que se pueda alcanzar un cambio de mentalidad al repensar los valores, al nutrir el diálogo, y al intercambiar prácticas para así pasar de la hoja de ruta a un plan de acción con resultados tangibles.
Plataforma “Perú País Circular”
Durante el V Foro Internacional de Economía Circular, organizado por la Unión Europea en el Perú y ministerios como el del Ambiente, se lanzó la plataforma “Perú País Circular”. Esto significa una gran oportunidad para la economía circular en el país, ya que hará posible acelerar la transición de una economía lineal a una circular de la mano del sector público, gremios empresariales, academia y organismos de cooperación internacional.
El origen de la iniciativa radica en el Pacto Peruano por una Economía Circular firmado en julio de 2021, el cual contó con el apoyo de la Unión Europea y el Reino de los Países Bajos. A más de un año de su gestación, representantes del sector público indicaron que esta será una organización de colaboración y promoción de la economía circular con un enfoque territorial.
“Se incorpora a todos los actores con énfasis en empresas y MIPYMES, regiones y localidades. Al 2030, se busca tener un horizonte común, ser sostenible y ser una organización referente en economía circular. Contempla enfoques como diversidad, gradualidad, innovación, territorialidad y sostenibilidad”, se mencionó.