Estas especies de peces ornamentales se han adaptado a una gran variedad de hábitats y muestran una multitud de formas y diseños
Las rayas, peces disco, carachamas, apistogramas y corydoras son algunas de las 500 especies nativas de peces ornamentales que habitan en los ríos de la Amazonía peruana, y que son una muestra de la diversidad acuática y reflejo de la enorme riqueza biológica de nuestro país.
Así lo destacó el Ministerio del Ambiente (Minam) que precisó que estas especies de peces ornamentales se han adaptado a una gran variedad de hábitats y muestran una multitud de formas y diseños, razón por la cual tienen un gran potencial económico, por la demanda creciente en mercados mundiales.
Carachama, estrella de la Amazonía
De este grupo de peces destaca la carachama que es una de las especies de río más consumidas por la población de la Amazonía peruana. La pesca intensiva debido a su alta demanda, sumado a la contaminación de ríos y cochas amenazan a esta especie.
De aspecto poco agradable a simple vista, este pez prehistórico similar al bagre es protagonista de la tradicional gastronomía amazónica peruana, sobre todo en el famoso caldo o sopa de carachama, considerado un suculento potaje reparador de energías. Ello responde a su extraordinario valor nutricional, dado que contiene proteínas, vitaminas A, C, E y B12, así como minerales como fósforo, hierro y yodo que lo convierten en un poderoso aliado en la lucha contra la anemia y la desnutrición.
Su singular nombre alude a la ausencia de costillas y espinas, lo que permite aprovechar al máximo su deliciosa carne, cuya versatilidad se puede apreciar en guisos, sudados y otros potajes al vapor. Por ello es preferido entre muchos otros peces y muy consumido en el ámbito rural de las regiones Amazonas, Loreto, San Martín, Huánuco, Ucayali y Madre de Dios.
Amenazas a especies
Sin embargo, el Minam advirtió que a pesar de la capacidad de adaptación de los peces ornamentales, existen numerosas amenazas en esos ambientes acuáticos que ponen en riesgo su existencia, tales como la deforestación, el cambio de uso de suelo, la sobre explotación de recursos y la contaminación.
Así lo revela el estudio titulado “Línea de base de los peces ornamentales con fines de bioseguridad en el Perú”, elaborado por la Dirección General de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente (Minam), abarcando el período 2015-2019 y que presenta el estado de las comunidades biológicas de dichas especies, sus amenazas y riesgos, así como las consecuencias de una posible liberación al ambiente de peces genéticamente modificados y las circunstancias socioculturales en torno a la pesca ornamental.
Asimismo, evidencia que una parte de esa diversidad (especies raras o únicas), tiene gran importancia socioeconómica para los pobladores locales, quienes las aprovechan selectivamente para su comercialización en el mercado de mascotas.
“Los pescadores de orilla (pishiñeros) mantienen las técnicas y artes de pesca tradicionales de peces ornamentales en la Amazonía, que son bastante selectivas y, con manejo adecuado, pueden ser muy sostenibles”, afirmó el director de Diversidad Biológica del Minam, José Álvarez.
El especialista agregó que la pesca de peces ornamentales en el Perú es una importante actividad económica que involucra a comunidades pesqueras, empresas exportadoras y al importador en el exterior.
“El aprovechamiento de este recurso renovable es un ejemplo del potencial que tiene nuestra biodiversidad para contribuir al desarrollo del Perú, especialmente en zonas con población vulnerable, como la Amazonía”, acotó.
Por último, el Minam indicó que la “Línea de base de los peces ornamentales con fines de bioseguridad en el Perú” fue presentada oficialmente el 13 de diciembre de este año. Esta publicación permitirá orientar las acciones más apropiadas para la evaluación del riesgo ante una posible liberación al ambiente de peces ornamentales genéticamente modificados. Esta se enmarca en la Ley N° 31111, que modifica la Ley N° 29811, la cual establece la moratoria al ingreso y producción de organismos vivos modificados (OVM) en el territorio nacional.
Con información de Andina