Por Stakeholders

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IPAE Asociación Empresarial organizó una sesión más del CADEx bajo el título “¿Qué tan viables son las propuestas de gobierno?”, donde tres especialistas analizaron la factibilidad de los ofrecimientos que vienen haciendo los candidatos con miras al próximo proceso electoral. Generación de empleo y sostenibilidad fiscal fueron los temas que se abordaron.

POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe

La factibilidad de los ofrecimientos que vienen haciendo los candidatos con miras al próximo proceso electoral, principalmente en los temas de generación de empleo y sostenibilidad fiscal, fue el foco principal del CADEx denominado “¿Qué tan viables son las propuestas de gobierno?”, el cual fue organizado por IPAE Asociación Empresarial.

En este evento, Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía, hizo una breve introducción al tema señalando algunos datos importantes. Por ejemplo, indicó que, según el INEI, se pasó de 8 a 5 millones el número de personas que aún cuentan con un empleo formal a raíz de la pandemia. Hizo hincapié en ciertas promesas de los aspirantes al sillón presidencial, como generar de 2 a 4 millones de puestos de trabajos, las cuales parecen que no responden a la realidad nacional.

“En el 2018, que fue nuestro mejor año en generación de empleo, se creció cerca del 4% y se sumaron 150 mil empleos formales, lo cual fue muy bueno”, comentó y reflexionó acerca de qué manera se iba a llegar a esa cifra que proponen.

Paola del Carpio Ponce, coordinadora de Investigación en la Red de Estudios para el Desarrollo, se refirió sobre la informalidad que impera en el país. Es necesario una hoja de ruta clara para saber qué acciones se van a ejecutar, en la que se considere aspectos como la baja productividad de las micro y pequeñas empresas (MYPES), y el problema de mantenerse dentro de los cauces de la formalidad.

“Se ha mencionado en los planes que se va a reducir la informalidad en un 20%. Es como una feria. ofrecen cinco, dos o tres millones de empleos. No es serio. Casi todo se está enfocando en hablar de empleo público, lo cual no es realista y sostenible, más bien es cortoplacista. Veo muy poco reconocimiento en los planes de lo fundamental que resulta la inversión privada para generar empleos que son de calidad”, sostuvo.

Más productividad en las MYPES

Respecto a cómo crear más trabajos entre los peruanos, Carpio Ponce dijo que hay que enfocarse mucho dentro del sector privado, ya que el 2% de las empresas más grandes generan alrededor del 64% de empleo formal. En contraparte, se calcula que la informalidad en empresas de 1 a 10 trabajadores es de un 87,3%. Para ella, la clave está en impulsar la productividad en este tipo de empresas, para que así haya más oferta laboral, y no tanto en incentivar más emprendedurismo porque acentúa lo que es el ‘enanismo’ empresarial.

“No hay algo muy específico en los planes sobre cómo hacer entrar a las empresas a las cadenas productivas, darles asistencias técnicas para que crezcan. Estos temas de la promoción de la productividad es difícil de ver en los planes de gobierno”, comentó.

A su turno, David Tuesta, director de PinBox Solutions para Latinoamérica y ex ministro de Economía, enfatizó nuevamente en que muchas propuestas no contemplan la realidad peruana y no toman en cuenta indicadores que reflejan la capacidad del aparato público para la generación de empleo.

“Hay un desbalance en las propuestas en el rol que puede cumplir el Estado en torno a la generación de empleo. No hacen un análisis claro de la situación fiscal en la que nos encontramos, por lo cual podemos observar que proponen generar puestos de trabajo con programas que van desde inversiones públicas de 15 mil millones de dólares cada año. Hay un serio problema. No solo sobre lo que significa el costo fiscal, sino también en la valoración del multiplicador keynesiano en las circunstancias actuales”, explicó.

Para él, es difícil que con solo programas que tienen una fuerte política de gasto, y que procuran originar más empleos a través del sector público, se logre el objetivo. En vez de ello, propone la flexibilización en ciertos puntos del régimen laboral que facilite la contratación dentro del sector privado. Por ejemplo, reducir algunos costos de contratación, los cuales pueden ser de manera temporal, o una disminución en las aportaciones a la CTS o Essalud.

Asimismo, mencionó que hay ‘mirar’ hacia rubros que tienen impactos significativos en la economía nacional. “Deberíamos apostar más por sectores orientados al exterior, como la minería o el agroexportador, por ejemplo. Ellos tienen la capacidad, en este siglo de materias primas, de tener un efecto multiplicador real. En vez de bloquearlo, deberían buscar incentivar a estas industrias para generar más empleo”, sostuvo.

Promesas y propuestas utópicas

Por otra parte, Macera fue contundente a la hora de hacer un balance de los planes que se relacionan con la sostenibilidad fiscal. “No hay un espacio de análisis sobre los costos de las propuestas y las maneras de financiarlas. Hay algunos que proponen nuevos ministerios o juntarlos”, subrayó.

En esa línea, contó que, de acuerdo a un cálculo que realizaron en el IPE, implementar un nuevo ministerio conlleva un costo aproximado de entre 30 a 40 millones de soles, y solo contemplando lo más básico. Ante estos desfases, Macera planteó la iniciativa de que organismos, como el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), solicite a los partidos un análisis fiscal de las propuestas.

Paola del Carpio coincidió con este requisito. Continúo apuntando a la suma diligencia que necesitan las medidas económicas para que respondan eficientemente a un crecimiento económico sostenible, así como a la pandemia que aún no tiene fecha de caducidad en el Perú. Además, se mostró muy asombrada y preocupada sobre destinar determinados porcentajes del PBI a ciertos sectores sin algún diagnóstico previo.

“Me ha sorprendido que no sea ni uno o dos, son como ocho los planes de gobierno que incluyen este tipo de medidas. Estamos hablando de un caso, por ejemplo, de 10% del PBI en educación y 6% de salud. Tratemos de entender lo que eso implica: normalmente en pre pandemia nuestros ingresos tributarios en porcentaje del PBI eran del 14%, eso lo sobrepasa. Es decir, simplemente se acabaría el Estado y eso es todo lo que habría. No podemos ser tan pocos realistas”, dijo.

La vocera de la Red de Estudios para el Desarrollo indicó que se debe mejorar la recaudación. Aunque hay algunas medidas en las propuestas, estas no poseen la claridad suficiente para su abordaje. La finalidad es mejorar la capacidad y calidad del gasto público desde el Estado, a la vez que los servicios que se brindan a los ciudadanos. Es indispensable poseer un sistema tributario más moderno, con transformación digital, y amigable con los usuarios.

Buscar consensos

Por otro lado, David Tuesta refirió que es esencial buscar consensos ante cualquier tipo de plan económico que se desee aplicar. Evocó el rol que ha tenido el Congreso en el último año y sugirió establecer un pacto con el siguiente, o en todo caso se debe esclarecer su influencia en este ámbito de decisiones.

“Considero que se debe hacer algo para que quede más claro el papel que tiene el Congreso, porque al final esto puede significar un serio problema a las políticas económicas que uno quiera poner en marcha. Uno quiere pensar que este Congreso será distinto. Las iniciativas populistas que hemos visto ahora van a seguir, quizá, en el siguiente Parlamento. Va a ser similar. Ahí hay un riesgo fiscal serio”, reflexionó.

Diego Macera culminó explicando que no bastan las buenas intenciones y, más aún, las promesas que no están acordes a la realidad. Es crucial actuar en aspectos que influyan directamente en un mejor crecimiento económico, por lo que también es importante fijarse en trabajar de la mano con el sector privado del Perú.

“Los grandes ausentes son el crecimiento económico y la inversión privada en estos temas. Lo ha sido en la discusión de políticas públicas en los últimos meses. No hay una mejor política de generación de empleo que el crecimiento económico. No hay ninguna forma de mejorar la recaudación tributaria o la sostenibilidad fiscal que con este”, finalizó.







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