Los habitantes y usuarios de una edificación son pieza fundamental a la hora de implementar un proyecto de construcción sostenible, por lo que es importante contar con certificaciones que aseguren el bienestar y sostenibilidad de los espacios laborables.
POR RENZO ROJAS
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La sostenibilidad en el sector construcción trasciende aspectos como solo abordar la buena administración de recursos o la búsqueda de eficiencia energética en una edificación. Tiene que ver también, además de un menor impacto negativo en el medio ambiente, con un impacto positivo a nivel social y económico. Así lo refiere Ana Lucía Granda, gerente general de LEAF y directora del Perú Green Building Council (Perú GBC).
Los habitantes y usuarios de una edificación son pieza fundamental a la hora de implementar un proyecto de esta naturaleza. Es así que apostar por una construcción sostenible es hacerlo de gran manera por el desarrollo sostenible del planeta, ya que contribuye al logro de muchos objetivos al respecto.
“Las construcciones sostenibles están alineadas con 16 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Tiene que ver con equidad social, ahorro de agua, ciudades sostenibles, entre otros. Por ejemplo, en alimentación las certificaciones LEED o WELL promueven el uso de una buena nutrición para sus ocupantes. No estamos hablando solamente de un edificio sostenible, sino también de promover una vida sostenible”, señala Granda.
En esa línea, las certificaciones se convierten en valiosos instrumentos que garantizan, de acuerdo al tipo de ellas, criterios que a la vez aseguran el bienestar y sostenibilidad de los espacios. Desde una oficina hasta un edificio en su totalidad, las certificaciones son factibles. Los beneficios están a la vista, ya que hay evidencia de los esfuerzos a favor de la lucha contra el cambio climático. Ella sostiene que desde LEAF han coadyuvado a mitigar 11 mil toneladas de CO2 desde que iniciaron sus operaciones, en el año 2017. Pero, además, influyen en otros aspectos directamente relacionados a los negocios de una organización.
“Las certificaciones ayudan muchísimo en la marca de una empresa, marketing. En la actualidad, los millennials apuestan por aquellos temas que tienen relación con la sostenibilidad. Ellos están muy a la expectativa. Si el mercado es la venta o alquiler de oficinas, retail, etc., tener una certificación de sostenibilidad detrás de tu marca te hace súper potente”, sostiene la representante del Perú GBC.
Ambientes saludables y reconfortantes
Sin embargo, gestionar sosteniblemente el agua o contar con un sistema de reciclaje no es lo único que debe importar a los empleadores. El interior de un ambiente también es esencial. Milagros Rosselló, Director Project Management de Colliers International Perú, menciona que en el país aún muchos no tienen en claro las ventajas que implica el poseer oficinas sostenibles y certificadas.
“La mitad del día muchas personas la pasan en una silla trabajando. Así como un colchón al dormir debe ser de la mejor calidad, de la misma manera la silla de un empleado debe tener el mayor confort. Hay una serie de repercusiones que quizá sean imperceptibles, pero la verdad son muy importantes”, subraya.
Los detalles son cruciales. Milagros Roselló manifiesta que el confort de una oficina influye en el desempeño de una persona. De esta manera, la disminución o aumento de temperatura tiene relación con la productividad de un empleado. “Una oficina sostenible o certificada, tomando en cuenta varios aspectos, tiene muchos beneficios. Si les das a las personas un ambiente adecuado de trabajo, ellos tendrán mejores horas de sueños. Asimismo, mejora la rentabilidad y la calidad a la hora de trabajar”.
Por su parte, Ana Lucía Granda da un contexto histórico. Refiere que en los años 80 y 90 eran conocidos los edificios “enfermos”, dado que las personas que asistían a estos lugares adquirían algún tipo de malestar por la contaminación visual o sonora presente, sumándose a ello el mal diseño. Las consecuencias eran ostensibles en las migrañas o alergias de los trabajadores.
“En el caso de los edificios ‘enfermos’, las personas llegan a ser solo el 70% de productivas. Hay que tener mucho cuidado con los habitantes y usuarios. Hay que protegerlos contra cualquier cosa que les pueda pasar. Una persona feliz, saludable y comprometida con la empresa, siempre va a rendir mucho más”, expresa. Agrega que la productividad puede aumentar en un 38% con buenos ambientes interiores.
No hay pretexto para no invertir. Volviendo al ejemplo de contar con buenos asientos, Rosselló indica que la concentración es más efectiva en estas condiciones. Si una persona puede añadir 15 minutos a su tiempo total de trabajo efectivo, a lo largo del año resultan ser horas que repercuten positivamente en la compañía.
“Si inviertes en sillas ergonómicas, de una buena marca y certificada, recuperas esa inversión en un año pero tienes los beneficios por los siguientes diez años. Este tipo de sillas tiene una duración de ese tiempo y significa que a la larga va a ser más económica. Si compras sillas sin estas condiciones, probablemente hagas ese gasto tres veces en ese lapso de tiempo”, detalla.
Pandemia: de vuelta a las oficinas
La crisis sanitaria ha llevado al trabajo remoto a ser la primera modalidad a la hora de ejercer las labores. Aunque el Estado peruano ha dispuesto de esta posibilidad hasta julio del 2021, muchos centros de labores están volviendo a acoger a sus ocupantes después de más de cerca de siete meses. El regreso a las oficinas representa retos, pero también la oportunidad para ofrecer buenos ambientes interiores, por lo que las certificaciones se suman a este propósito. Por consiguiente, medidas preventivas en relación con el nuevo coronavirus como el distanciamiento social o calidad del aire son puntos que se deberán tener en cuenta.
La representante de Colliers International Perú considera que “lo que ha hecho esta coyuntura es acelerar muchas tendencias que ya se venían dando en el mercado. Muchas de las decisiones que se están tomando en la pandemia tienen relación directa con las certificaciones, queramos o no. La purificación del agua, del aire, la ventilación, la posición solar, la manera cómo te sientas, etc. Estas tendencias ya eran adoptadas en otros países, no tanto en Latinoamérica hasta ahora”.
En ese sentido, Ana Lucía Granda también confirma lo anterior: “La mayoría de los sistemas de certificación han sacado una nueva actualización basándose en lo que es calidad ambiental interior considerando el tema del COVID -19. Van desde aspectos básicos como el protocolo de seguridad para ver cómo se responde en caso de un sismo o incendio, hasta de cercanía de personas, protocolo de lavado de manos y más”.
Para Milagros Rosselló, las personas valoran más el espacio en el que conviven, ya que la pandemia las ha situado permanentemente en sus viviendas por mucho tiempo. Estos detalles están influyendo en el sector laboral. Afortunadamente, también cobra cada día más conciencia lo importante que es proveer ambientes adecuados.
“Hay mayor preocupación. En el contexto de la pandemia lanzamos un servicio sobre retorno seguro. Hemos ejecutado como 12 mil metros cuadrados de este servicio en los 6 o 7 meses de pandemia. Tenemos la expectativa de que mucha gente va a querer este tipo de solución por lo mismo que se ha extendido la posibilidad de trabajo remoto hasta julio del siguiente año”, finaliza.