Por Jorge López-Dóriga
Director Global de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE
Desde el 2008, en el país se celebra el “Día del Guardaparque Peruano”, como reconocimiento a la labor que realizan para proteger y preservar las áreas silvestres, y los sitios históricos y culturales, convirtiéndose en el principal promotor para la difusión, el control y el apoyo a la investigación con el fin de conservar nuestra naturaleza.
Estos hombres y mujeres, que con gran esfuerzo y dedicación resguardan nuestras 77 áreas naturales protegidas, incluso hasta con su propia vida, deben ser considerados los héroes de la conservación porque son los primeros en defender esos lugares biodiversos que aún quedan en el planeta.
Actualmente, este importante grupo de 550 guardaparques realiza su loable labor en un área que corresponde al 17% de nuestro territorio, no solo controlando que no se cometan delitos ambientales, sino también promoviendo actividades sociales y recreativas que, con el tiempo, crean lazos entre las comunidades locales y el Estado.
Estamos en la era de la Revolución Natural y Perú tiene una gran ventaja sobre el resto del mundo: posee el oro verde. Nuestro trabajo es ayudar a empoderar a las comunidades nativas para que obtengan recursos sostenibles y formales en su canasta familiar; y para lograr esto, el rol del guardaparque es sin duda fundamental, pues vela para que no se siga deforestando la selva.
Estamos muy orgullosos también de que el SERNANP nos haya otorgado, como primera empresa peruana, el Sello de “Aliados por la Conservación” que garantiza que el manejo que llevamos adelante en el abastecimiento del fruto de nuestro producto BIO AGUAJE, se realiza de una manera sostenible, favoreciendo económica y socialmente a las comunidades, que se han convertido así en nuestras proveedoras permanentes.
En esta línea, ayudar a conservar los Humedales de Loreto como el Abanico del Pastaza o la Reserva Nacional Pacaya Samiria, es una misión que hemos interiorizado en AJE. Estas áreas contienen más del 40% del carbono retenido del Perú, lo que las convierte en espacios vitales para la lucha contra los efectos del cambio climático, siendo además unas de las zonas con mayor biodiversidad en el mundo.
El trabajo del guardaparque no es fácil y merece todo nuestro respeto y apoyo, visibilizando siempre su función. Somos agentes de cambio y tenemos la responsabilidad de priorizar las necesidades de la Madre Tierra, conservando su biodiversidad y respetando este planeta que nos brinda el aire, el agua, los alimentos y el suelo, vitales para nuestra existencia.