ALFREDO DRAXL G.R.
Director Ejecutivo de Cidel
Postergar el inicio del año escolar es una medida prudencial e importante, pero debe ser acompañada por medidas complementarias que velen por el impacto en la formación y los aprendizajes de los estudiantes. Aún con sus locales cerrados, las Instituciones Educativas siguen jugando un rol fundamental en la difusión información y de actitudes de responsabilidad, solidaridad y resiliencia ante la crisis.
Al respecto, el Harvard Business Review[1] ofreció hace poco algunas sugerencias generales que vale la pena considerar desde la perspectiva de las instituciones educativas:
- Información clara y contextualizada: Todos los miembros comunidad educativa están expuestos a recibir mucha información parcial y probablemente conflictiva. El Colegio hará bien en mantener un boletín electrónico disponible para toda la comunidad educativa, actualizado en tiempo real, con información clara y contextualizada y con las políticas específicas que seguirá la escuela.
- Comunicación personal: Muchos docentes seguirán recibiendo correos y mensajes de WhatsApp con preguntas ansiosas de sus padres de familia y El Colegio debe mantenerles informados del razonamiento detrás de las políticas y decisiones que tome. De esta manera, con una mejor comprensión, podrán orientar con serenidad y tomar iniciativa ante situaciones imprevistas.
- Atentos a las necesidades de todos: La crisis es también una ocasión para vivir y consolidar los valores institucionales. Las escuelas deben estar atentas a las necesidades de los docentes y las familias del Colegio, coordinando la colaboración solidaria y fortaleciendo el sentido de familia educativa. Nadie debe sentirse solo en este momento.
- Trabajo remoto: Existe mucho material online que puede y debe aprovecharse para que los estudiantes no pierdan un tiempo precioso para el aprendizaje. Es la oportunidad para trabajar lecciones y proyectos relacionados con la situación que vivimos. Es también una ocasión para romper barreras entre materias o incluso grados escolares, y construir experiencias integradoras que colaboren además en la promoción de actitudes positivas.
- Contruir para el futuro: El mundo va a haber cambiado luego de esta crisis, y el desarrollo del aprendizaje online será seguramente uno de esos resultados inesperados. Es toda una línea de crecimiento cuyo desarrollo en la escuela ha tendido a ser postergada por falta de tiempo. Ahora se tiene el tiempo, la motivación y ocasión para que la institución aprenda y construya capacidades para el futuro.
- Preparar el regreso a clases: Cuando los estudiantes regresen deben encontrar planes y programas ajustados y metodologías dispuestas para iniciar el año de la mejor manera posible. Durante las semanas que sigan seguramente algunos maestros deberán ausentarse por prevención y deberán tenerse planes de contingencia. Lo mismo para la atención y seguimiento de aquellos alumnos que tampoco puedan asistir.
- Ser parte de la solución: Como ciudadanos institucionales las escuelas deben estar atentas a la manera como pueden colaborar con otras escuelas y las instituciones locales. Es el momento de mostrar iniciativa, solidaridad y sentido de comunidad.
Una crisis como la que vivimos implica situaciones negativas y de pérdida. Pero también es una oportunidad única para renovar los valores y lazos que construyen el tejido de nuestras comunidades y de nuestra nación.
[1] Ver: Martin Reeves y otros en: https://hbr.org/2020/02/lead-your-business-through-the-coronavirus-crisis