MARIANA CABALLERO
Gerente General de ALOXI – Alianza para Obras por Impuestos
En el Perú, estamos retrasados en el desarrollo de infraestructura en comparación con nuestros pares regionales y países de la OCDE. Nos ubicamos en el puesto 88 de 141 países en el pilar infraestructura en el ranking de competitividad del WEF 2019-2020, descendiendo 3 posiciones respecto del ranking WEF 2018 – 2019 (puesto 85). Nos encontramos por debajo de países como Chile (puesto 42), México (puesto 54) y Panamá (puesto 59). De acuerdo al Plan Nacional de Infraestructura, para la competitividad aprobado por el gobierno el año pasado, se estima que la brecha de acceso básico de largo plazo sumaría los 363 400 millones de soles. Este cálculo solo considera el monto de inversión necesario para alcanzar niveles de infraestructura básica y no considera elementos de calidad (necesidad de reemplazo, reparación de la infraestructura existente).
El reto es enorme, millones de peruanos no cuentan con agua potable, luz, energía, teléfonos, infraestructura de transportes, infraestructura educativa, y otras más que limitan su calidad de vida y no les permite cubrir sus necesidades básicas.
Capacidad de Gestión
Hay recursos pero el Estado no tiene la capacidad de gestión para gastarlo de manera eficiente. Solo en el 2019 el gobierno dejó de gastar 34.5% de su prespuesto anual para inversión pública. Es decir, más de 16 000 millones de soles no se lograron gastar en el 2019. Si bien esta cifra de ejecución suena alarmante, este no es un tema ajeno en nuestro país.
En los últimos 10 años, el Gobierno ha devuelto al tesoro público más de 114 000 millones de soles que se podrían haber utilizado en dotar de mejores servicios a tantos peruanos que lo necesitan.
Sinergias público privadas
Es indispensable que sector público y sector privado trabajemos juntos para cambiar esta realidad. Impulsar la infraestructura y la competitividad del país requiere de la sinergia de ambos sectores para acelerar las inversiones, reducir la brecha de infraestructura y mejorar la provisión de servicios públicos destinados a mejorar la vida de miles de peruanos.
Los peruanos merecemos contar con infraestructura y servicios de calidad. Un llamado a la acción a las empresas privadas para unir esfuerzos. El mecanismo de Obras por Impuestos es una forma de apoyar al estado a cambiar esta realidad.
Obras por Impuestos
Este mecanismo permite a una empresa privada financiar proyectos de inversión pública con cargo a su impuesto a la renta de tercera categoría. Es decir, las empresas adelantan el pago de sus impuestos para financiar una obra de impacto social (un colegio, un hospital, una carretera, un puente, etc.), asumiendo todos los riesgos de su puesta en marcha. El Estado devolverá este financiamiento una vez que haya verificado el avance real y la calidad de la obra a su entera satisfacción, por lo que no existe la posibilidad de pago por parte del estado por obras no realizadas.
Las empresas tienen la oportunidad de participar activamente y contribuir en el desarrollo del país a través del mecanismo de Obras por Impuestos y apoyar al Estado a lograr una mejor y más eficiente ejecución del gasto público, dinamizar la economía y construir obras necesarias que mejoren la infraestructura básica de los peruanos. Hay un gran desafío por delante, pero trabajando juntos con esfuerzo e iniciativa podemos lograr construir un mejor futuro.